Usted está aquí: lunes 26 de diciembre de 2005 Espectáculos Audaces actos roban el aliento al público del Circo Atayde

A 13 metros de altura Alain Alegría hizo gala de sorprendente dominio del equilibrio

Audaces actos roban el aliento al público del Circo Atayde

Difícil mantener una empresa de este tipo, sobre todo por los animales; hay muchos reglamentos, explica Andrés Atayde

El domingo concluirá breve temporada de invierno en la Carpa Astros

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Paqu�Jr. FOTO Yazm�Ortega Foto: Yazm�Ortega

A 13 metros de altura, con el arco del pie apoyado en un tramo de madera, el acróbata Alain Alegría aparenta que se va a caer. A las decenas de personas que lo ven desde sus asientos les sudan las manos, algunas mujeres gritan, otras se cubren la boca con las manos para ahogar una exclamación. Los hombres expresan: "¡Está cabrón!"

Alegría abusa de ese público. Su trapecio baja a ras del suelo. Vuelve a subir. Pone dos patas de una silla sobre la delgada vara del trapecio. A 10 metros del piso, se sienta en la silla. Guarda el equilibrio. Los niños abren los ojos al máximo. A un diabético se le seca la boca. Unos aparentan que eso no los sorprende y ponen rictus de "eso-no-me-espanta-ni-me-hace-apretar-los-dientes".

Toca con la punta de sus pies la lona de la carpa. Se columpia y va de un extremo a otro. Pone un pañuelo en el centro de la vara de su trapecio. Se para de manos, gira en pleno movimiento, en pleno vaivén. Trastabillea. Gritos. Ase con sus dientes el pañuelo. ¡Oh!

A unas personas les sudan las manos. Una viejita comenta: "Ese muchacho es un buenazo".

Fue el acto del trapecista Alain Alegría, de la familia cuya apellido es sinónimo de arte circense. Y es la magia del Circo Atayde Hermanos, en una tarde de los últimos días de 2005, en las Galas de Invierno en la Carpa Astros, a unos pasos de la estación del Metro Villa de Cortés, sobre Tlalpan.

La temporada en la Carpa Astros comenzó el pasado 23 de diciembre y concluirá el próximo primero de enero. Una corta temporada para luego continuar en la Arena México.

Pero este es el Circo Atayde, fundado en 1888, que en 2006 festejará 60 años de presentaciones consecutivas en el Distrito Federal. La tarde del pasado viernes, en medio del frío decembrino, las familias llegaron para divertirse.

En esta ocasión, la Carpa Astros sólo luce una pista, aunque el Atayde sí ha trabajado con tres, en las cuales el arte circense se muestra en todo su esplendor, con sincronía-diacronía, en espacio tiempo.

El elenco es internacional y quien se presenta como estrella en el Atayde hace currículum. A las oficinas llegan en cidí grabaciones de actos de artistas de todo el mundo, para esperar ser contratados. Los que ya tienen un papel con la firma se presentan por sólo 10 días en la Astros. Hacen gala de las artes en la pista.

La música de circo, con su tradicional alegría. La obertura y el maestro de ceremonias ubica: "Con ustedes, su majestad, el Circo". Opening: un vagabundo y un encuentro inesperado, al centro, Luján Segura y Verónica Valeiras, con toda la compañía.

Valeiras, de cuerpo escultural, presenta El círculo aéreo, gimnasia a gran altura, no apta para aerofóbicos ni para cardiacos, ni para quienes tengan problemas de vértigo.

Algunos se marean. Otros más enfrentan problemas de tortícolis.

El acto denominado El Arca de Noé, espectáculo mixto de animales en el que dos camellos de Arabia, con sus jorobas que llaman la atención de los niños, dos llamas de cabeza orgullosa, y dos guanacos de Perú, además de un puny de Argentina, literalmente bailan en la pista, bajo la dirección de Gerardo Verti.

Pleno de humor

Luego un vagabundo se encuentra una cajita de música, para el acto llamado La equilibrista, pleno de humor, precisión y belleza. Otra sorpresa: La estatua, acto en el que una escultura se quiebra, pero, paradójicamente, cobra vida.

Siguen los juegos malabares, que son diversas suertes de manipulación de objetos, a velocidad sorprendente de las hermanas Ortiz. Luego, Tango, quizá el acto rey de la función, en el que la danza acrobática, ejecutada por el Dúo Valencia, mezcla destreza y sensualidad. Para el rélax, el payaso Paquín Jr.

En argot portugués, pateta quiere decir loco, chiflado. Llegan Los Patetas para ofrecer un vertiginoso acto colectivo de acrobacia cómica de piso. De un lado de un subibaja volarán los artistas, quienes caerán sobre un colchón después de girar por el aire.

Un intermedio para cargar baterías, comprar palomitas y una espada para vencer al mal y a los enemigos de la naturaleza.

Imponentes felinos

El oro de los tigres: una manada de felinos rayados de bengala saltan, giran, se yerguen. Son animales de una gran belleza, pero su agresividad se nota a unos metros e imponen respeto.

Troupe Nexos, otros acróbatas que vuelan. Un payaso los imita, los parodia. Un muñeco gira por el aire, cae en el piso, se golpea, el payaso llora.

Llegan los paquidermos. Cuatro hermosas damas suben a ellos. La fuerza y la fragilidad. Las bellas y las bestias. La función acaba. Un siglo de experiencia en una sola pista.

Espectáculo propio para la familia

Andrés Atayde Guzmán, administrador del Circo Atayde, expresó en entrevista que éste es el mismo programa que trajeron en verano pasado, en una de sus giras por toda la República. "Se ha hecho difícil mantener un circo, sobre todo con los animales, pues hay muchas leyes, muchos reglamentos. Se complica viajar y hay muchos criterios, según el estado.

"Además, se han reducido los espacios, por la mancha urbana. El circo es el espectáculo propio para la familia. No es exclusivo, no es sólo para niños, sólo para mujeres, sólo para hombres. Aquí puede asistir toda la familia.

"No somos iguales al Circo del Sol, que tampoco es mejor o peor, sino sólo diferente. En el Circo del Sol hay programas buenos y malos. A mí no me gusta que ponen a cantar a los artistas, pero eso le agrada a otras personas.

"Aquí trabajan unas 60 personas y lo que pasa es que ahora está la quinta generación de Atayde en las pistas. Quizá a algunos ya no les agrade mucho estar tanto tiempo. Nosotros nos vamos a actualizar siguiendo nuestro estilo, sin copiar a nadie. No imitamos ni al del Sol ni al Ringling.

"Mucha gente cree que el Circo del Sol tiene los mejores actos del mundo, pero no es así. Son los mismos actos", afirmó Atayde Guzmán.

Galas de Invierno del Circo Atayde, Carpa Astros, calzada de Tlalpan 855 (cerca de la estación dell Metro Villa de Cortés), hasta el primero de enero. Funciones de lunes a viernes, 17 y 20 horas; sábados, 17, y domingos, 12, 16 y 19. Boletos en taquillas, de 70 a 300 pesos por persona.

 
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