La propuesta de reforma a la ley en la materia coronaría cinco años de canonjías, alerta

Televisa y Tv Azteca sacaron a Fox privilegios sin precedentes: Corral

''No hay país democrático en el mundo con los niveles de concentración mediática del nuestro'', lamenta el legislador panista

El Senado, ante el reto de lograr una normatividad con sentido social

ANDREA BECERRIL

En los últimos cinco años Televisa y Tv Azteca han logrado "las más grandes canonjías y dispensas legales que grupo particular alguno haya conseguido del Estado mexicano"; de ahí la importancia de modificar la propuesta de reforma a la ley en la materia, la cual favorece aún más los intereses duopólicos de la televisión, advirtió el senador del PAN Javier Corral Jurado.

Es necesario, subrayó, modificar las propuestas que se hacen a medias ''y de manera tramposa'' en algunos temas de la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión, aprobada "en tiempo récord" por los diputados, e incorporar elementos básicos de participación ciudadana, como el derecho de réplica y reglas de competencia económica que limiten la concentración de estaciones y canales en unas cuantas manos.

''No hay país en el mundo democrático que tenga los niveles de concentración mediática que el nuestro'', donde 80 por ciento de las concesiones de explotación comercial se constriñen a dos empresas, y de ese total, Televisa mantiene 64 por ciento.

Corral Jurado reconoció que en estos momentos no hay condiciones para impulsar la reforma integral al régimen jurídico de los medios electrónicos, pero se puede dar la batalla para dotarla de una visión más amplia, para que no sólo beneficie a los concesionarios, sino a la sociedad en su conjunto.

De lo contrario, el Estado "será cada vez más sustituido por el poder mediático y sus intereses monopólicos". Un poder, añadió, que ha llegado a imponer su propia agenda a la nación.

En lo que va del sexenio, dijo, "hemos visto una rápida evolución hacia lo peor de la televisión, tanto para la educación como para la cultura y la democracia", mientras las dos principales televisoras se han visto beneficiadas por el gobierno federal, como nunca en la historia del país.

En un breve repaso recordó el decretazo del 10 de octubre de 2002, que descontó de un jalón casi 13 mil millones de pesos a la industria de la radio y la televisión, al eximirla del pago del llamado impuesto de 12.5 por ciento de tiempo aire de transmisión. Asimismo, la toma de las instalaciones de Canal 40 en el cerro del Chiquihuite por Tv Azteca, sin responsabilidad legal alguna hasta la fecha, o el bloqueo al arreglo financiero en dicho canal a partir de una huelga. Igualmente, las autorizaciones para explotar salas de juego y apuestas remotas, con el permiso expreso de hacerlo por vía electrónica, como una especie de casino en casa.

Aunado a ello, "se les ha liberado casi totalmente de la obligación legal de respetar los horarios de clasificación para transmisión de contenidos y la comercialización de la pantalla está a niveles nunca vistos".

El fenómeno mercantil tiene en telejuegos, sorteos y concursos ganancias espectaculares. ''El teléfono, asociado con la televisión, crea, más que un poder sustancial de mercado, un asalto en despoblado a la gente''.

Corral Jurado ponderó que, aunado a ello, las televisoras y, en menor medida, las estaciones de radio tienen a su disposición los gastos de publicidad de las campañas electorales.

"Se trata del mayor negocio privado con recursos públicos. Todo está regido hoy por el libre mercado, donde la dictadura del espot tiene a disposición de no más de 20 personas 60 por ciento del gasto total extraordinario para campañas en lo federal, lo que luego se reproduce y aumenta en los estados.''

Uno de los cambios necesarios en la minuta sobre Ley Federal de Radio y Televisión, destacó, es precisamente regular la propaganda electoral, pues aunque es uno de los elementos que más se han publicitado, en realidad es poco lo que se plantea.

Ya que no será posible prohibir en definitiva la compra de publicidad en televisión y lograr que sólo se usen los tiempos del Estado, se debe por lo menos regular y transparentar la contratación, y dejar esa tarea como función exclusiva del Instituto Federal Electoral y los órganos locales en la materia.

También se requiere mejorar las reformas en torno a las concesiones, la convergencia tecnológica, la producción independiente y el órgano regulador de la industria. Sobre este último punto, el senador Corral Jurado hizo notar que aunque en el discurso tanto de Televisa como de "sus operadores en el Congreso" se insiste en hacer creer que se plantea crear un órgano autónomo que acote la discrecionalidad del Poder Ejecutivo, la realidad es otra.

La intención de dotar a la Comisión Federal de Telecomunicaciones de atribuciones suficientes para transformarla en el órgano rector de la radiodifusión requiere de estar plasmada en la Ley Federal de Radio y Televisión, para que tenga facultades en ambas materias, con fundamento en disposiciones claramente establecidas en sus respectivos marcos regulatorios.

Pretender que la Ley Federal de Telecomunicaciones sea ley general y la Ley Federal de Radio y Televisión tenga carácter especial conlleva insuficiencias legales que rayan en lo inconstitucional, expuso.

El reto, concluyó Corral, es que en el Senado realmente se analice la minuta y se corrijan las disposiciones que tienen un sentido estrictamente particular, de claro favoritismo a los intereses de las dos grandes televisoras.