Usted está aquí: miércoles 28 de diciembre de 2005 Política Continúan operando siete grandes cárteles en el país, admite la PGR

Capos ya se asociaron con pequeños grupos delictivos

Continúan operando siete grandes cárteles en el país, admite la PGR

GABRIEL LEON ZARAGOZA

La Procuraduría General de la República (PRG) admitió ayer que, pese a los diversos operativos puestos en marcha en todo el país, continúan operando siete grandes cárteles de la droga, que trabajan en asociación con pequeños grupos o células que colaboran en distintos niveles.

Además aceptó que en México los delitos contra la salud siguen siendo considerados "problemas de salud y seguridad pública", que afectan la seguridad nacional debido al impacto que pueden tener en las estructuras del Estado.

De acuerdo con el informe global de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, las células se encuentran bajo protección de organizaciones delictivas y se manejan con cierta independencia económica, y aunque comparten rutas y territorios con otras no hay relación entre ellas.

Entre los grupos identificados por la PGR destacan los de los hermanos Arellano Félix, los Amezcua Contreras, el cártel de Juárez, el de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, El Güero Palma, Osiel Cárdenas y el de Pedro Díaz Parada, que aparentemente había desaparecido.

En su informe, la SIEDO reconoce también que la capacidad de organización de la delincuencia hace que las autoridades involucradas en su combate lleven a cabo mayores acciones y revisen sus estrategias dirigidas al control de la demanda y oferta de estupefacientes.

Para el organismo de la PGR, pese a las detenciones y golpes asestados en la presente administración a los grupos de narcotraficantes, actualmente siguen operando varias organizaciones.

El listado lo encabeza el cártel de los hermanos Arellano Félix, el cual, pese a los golpes recibidos por autoridades federales y estatales, continúa trabajando de manera violenta. Mantiene el control en los municipios de Tijuana, Mexicali, Tecate, Ensenada y El Valle, en colaboración con Carlos Francisco Cázares Beltrán y miembros de la familia Zatarín, que tienen grupos operativos en Mazatlán, Culiacán y La Noria, Sinaloa.

Entre las células que los apoyan destacan Los Garibay, en la ciudad de Tijuana y el valle de Mexicali, aunque se sabe que recientemente se integró al grupo de El Mayo Zambada.

Además la SIEDO investiga posibles pactos entre los Arellano Félix y Osiel Cárdenas para el tráfico de drogas, ya que "acontecimientos observados en el penal de La Palma hacen suponer una posible alianza".

La organización delictiva de los Amezcua Contreras, o cártel de Colima, mantiene su área de influencia en Baja California, Nuevo León, Aguascalientes, Jalisco, Colima, Michoacán y Distrito Federal. Sus principales centros de operación están en Colima, Tijuana, Guadalajara y Apatzingán.

Los herederos de Amado Carrillo Fuentes, del cártel de Juárez, también persisten como "uno de los grupos más poderosos del país" en el tráfico de cocaína y mariguana, y mantienen su área de operación en 21 estados. Han incursionado en la compra de bienes en los sectores turístico, de la construcción y líneas aéreas. Además han establecido alianzas con organizaciones "independientes", como las de los hermanos Beltrán Leyva, Ignacio Coronel y células colombianas, plantea el informe.

A Joaquín El Chapo Guzmán Loera la SIEDO lo considera como uno de los más importantes líderes del narcotráfico del país, que mantiene su influencia en 17 entidades.

En torno del cártel del Golfo, comandando por Osiel Cárdenas, la PGR lo sigue identificando como asociación "que opera como grupo paramilitar y que está integrado por ex elementos de las Fuerzas Armadas: los Zetas, quienes actúan como comando para realizar ajustes de cuentas y para controlar sus zonas de influencia: Nuevo Laredo, Matamoros, Reynosa, y Miguel Alemán, en Tamaulipas, y Morelia, Michoacán".

Pese a que Osiel Cárdenas se encuentra recluido desde marzo de 2003, la SIEDO "sospecha" que desde su celda, en el penal de La Palma, continúa dirigiendo su organización delictiva, en colaboración con Ezequiel Cárdenas Guillén.

Respecto del grupo de Pedro Díaz Parada, El Cacique Oaxaqueño, la dependencia afirma que cuenta desde los años 70 con una organización que le permite ser actualmente el mayor productor y traficante de mariguana en la zona del Istmo de Oaxaca, sin dejar a un lado el comercio de cocaína. Su área de influencia comprende siete estados de la zonas centro y norte del país, y sus principales centros de operación se ubican en Santa María Zoquitlán, Oaxaca, y el municipio de Arriaga, Chiapas.

El reporte concluye con el cártel del Milenio, que dirigen los hermanos Valencia. Aunque de manera escueta, la SIEDO menciona que a éstos los consideraba, hasta hace poco, banda menor; sin embargo, las áreas donde operan lo desmiente: Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Colima, Michoacán y Distrito Federal. Sus principales centros de operación se ubican en Guadalajara y el municipio de Aguillla, Michoacán.

 
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