Usted está aquí: sábado 31 de diciembre de 2005 Mundo Recibe Fidel Castro a Evo Morales con honores de jefe de Estado

Con la visita a Cuba el presidente electo boliviano inaugura su política internacional

Recibe Fidel Castro a Evo Morales con honores de jefe de Estado

El mandatario cubano abrazó al pie de la escalerilla del avión al dirigente indígena y cocalero

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Evo Morales saluda a miles de cubanos que acudieron al aeropuerto Jos�art�e La Habana para conocer al presidente electo de Bolivia FOTO Ap Foto: Ap

La Habana, 30 de diciembre. El coronel Guerrero Ramos, del batallón cubano de ceremonias, traza con su espadín un medio círculo en el aire, para cuadrarse ante el visitante: "¡Compañero Evo Morales, presidente electo de la república de Bolivia! ¡La guardia de honor está formada!"

El jefe de la dotación militar rinde el parte que quizás haya repetido cientos de veces, invitando a un dignatario a la revista de tropas, señal de buenas maneras en las relaciones internacionales. Pero es la primera vez que este sindicalista, de 46 años, escucha ese homenaje a su persona, como representante que ya es de su país.

Aunque la suya es sólo una "visita amistosa" y todavía no ha tomado posesión del cargo, Evo Morales es recibido este viernes aquí en el aeropuerto no sólo con los honores reservados a un jefe de Estado (alfombra roja, himnos nacionales, revista militar, saludo del gobierno), sino con el gesto que Fidel Castro guarda para los amigos más cercanos: su propia presencia al pie de la escalerilla del avión que lo trajo al país.

De la nave cubana que fue a recogerlo a Bolivia, Morales baja ataviado con sencillez: pantalón oscuro, suéter rojo, camisa de cuello claro. Castro, en su habitual uniforme militar, lo saluda con un abrazo efusivo, abrumador.

Detrás de Evo baja su comitiva, con la misma pinta informal. Mujeres de sombrero y traje autóctonos, jóvenes en chamarra, el líder sindical minero con casco y unos cuantos encorbatados. Rostros morenos, tímidos y sonrientes, achicando los ojos para sortear el sol de la mañana invernal.

Castro los recibe de mano y con entusiasmo: "¡Qué bueno que vinieron!" Los dos presidentes caminan sobre la alfombra, frente a la guardia de honor que toca la marcha del 26 de julio, la que ordena el protocolo cubano.

Evo no está muy solemne que digamos en su primera revista militar. Sonríe, mira para los lados y agita la mano saludando a los estudiantes bolivianos que lo aclaman. Fidel Castro lo detiene, tomándolo del brazo, para que haga la reverencia a la bandera.

Pasan el ceremonial y saludan a la comitiva cubana, esa sí de traje riguroso: en la fila están el vicepresidente Carlos Lage, el canciller Felipe Pérez Roque, otros ministros y hasta el escritor argentino Miguel Bonasso. Luego se acercan a los jóvenes, parte de los 2 mil 800 bolivianos que estudian aquí, casi todos medicina. Llevan banderas de su país y saludan efusivos al "compañero Evo".

Antes de recibir al visitante, Castro hace una escala técnica frente a la prensa. Ahí dice que la elección presidencial en Bolivia "ha conmovido al mundo: por primera vez un presidente indígena, algo extraordinario, histórico".

Luego responde una pregunta sobre América Latina: "Parece que el mapa viene cambiando, hay que reflexionar, hay que observar mucho e informarse bien".

Minutos más tarde, ya con Morales a su lado, el presidente cubano dice: "Lo invitamos desde antes de las elecciones, porque sabíamos que iba a triunfar".

Evo está conmovido y sonriente. Apenas suelta frases a las grabadoras: "Es una alegría, una gran emoción...una amistad con el pueblo cubano".

Caminan los dos líderes y se pierden. Se diluye la fila de funcionarios. De algún lado empiezan a salir los Mercedes negros en caravana, a toda velocidad.

Como presidente, Evo Morales arranca en La Habana su política internacional.

Mientras, se informó aquí que el presidente Castro y el mandatario electo de Bolivia conversaron por teléfono con el gobernante de Venezuela, Hugo Chávez, durante la reunión que sostuvieron hoy.

Fue el propio Castro quien dijo a la prensa, en el Palacio de las Convenciones, que "en el transcurso de la conversación hemos tenido contacto con Chávez".

En ese lugar, ambos dirigentes se reunieron con más de 200 estudiantes de medicina bolivianos.

"Hemos abordado muchos problemas y hemos aprendido mucho unos con otros", dijo el dirigente cubano en referencia a las conversaciones con el futuro presidente de Bolivia, a quien calificó de "queridísimo hermano".

Por su parte, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, quien estuvo presente en las conversaciones, dijo a los medios que "fue un encuentro muy útil y muy reconfortante".

 
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