Usted está aquí: martes 3 de enero de 2006 Capital Ambulantaje, recurso de Reyes Magos ante el alza en juguetes

En tiendas comerciales y departamentales los precios varían hasta un 40 por ciento

Ambulantaje, recurso de Reyes Magos ante el alza en juguetes

Son 70% más económicos, aunque sin garantía

Los hay piratas, de contrabando y robados

LAURA GOMEZ FLORES

Aún gastados por los obsequios y las fiestas de fin de año, los Reyes Magos empezaron, como en cada enero, su viacrucis por centros comerciales y negocios establecidos para adquirir los juguetes y regalos que entregarán en la madrugada del día seis, pero para su sorpresa, los precios de los juguetes de moda se dispararon y llegan a diferir de un establecimiento a otro hasta en 40 por ciento.

Un ejemplo es el automóvil a escala Chevrolet Silverado, cuyo valor más bajo se ubicó en 3 mil 490 pesos y el más alto en 4 mil 908, es decir, mil 418 pesos más, o el jeep Barbie, con un costo de entre 3 mil 286.50 y 4 mil 549 pesos, marcando una diferencia de mil 262.50 pesos.

Según el análisis de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) Quién es quién en los precios de los juguetes, esas variaciones se observan tanto en motos y carros, montables eléctricos y muñecas, como es el caso del Nenuco cuidados médicos, con un precio de entre 849 y mil 110 pesos, según la tienda comercial o departamental que se visite.

Lo mismo sucede con las autopistas, donde las diferencias de precios van desde los 50 a los 221 pesos; los de juegos de destreza, de 30 a 198.30 pesos; los de juegos de mesa, de 32 a 160 pesos, y los de montables, de 66.60 a 146 pesos, lo cual provoca, la mayoría de las veces, que los Reyes Magos acudan al comercio ambulante, donde los costos de estos productos llegan a ser hasta 70 por ciento más bajos, pero sin ninguna garantía en caso de defectos o descomposturas.

Además con la posibilidad de acceder a copias piratas provenientes de China y Taiwán a precios más accesibles, como la serie Spiderman, de Mattel, a 30 pesos; los mini Nintendos con cuatro cartuchos, de 85 pesos; las réplicas de Los Increíbles, de entre 30 y 80 pesos; los muñecos Max Steel, de 100 pesos; las Barbies, de 90 pesos; los Tetrix, de 20 pesos, y los Elfos españoles, de 300 pesos.

Los artículos piratas, de contrabando y hasta robados -aún con las etiquetas de tiendas como Sanborns, Comercial Mexicana, Gigante y Wal-Mart- procedentes de China y Taiwán inundan los cientos de puestos semifijos instalados en Eje Central, El Carmen, Corregidora, Tepito, San Pablo, Lagunilla y algunas calles del Centro Histórico, como 5 de Febrero, 20 de Noviembre y Tacuba.

La ausencia de acciones para impedir el desdoblamiento de ambulantes en esta última zona ha provocado que sumen alrededor de 30 mil los vendedores, de acuerdo con representantes de cámaras de comercio y uniones de comerciantes, aunque las autoridades capitalinas sólo reconocen 9 mil, y continúe el ofrecimiento de productos de manufactura asiática a precios dumping sin ninguna garantía para el consumidor.

Mientras, las ventas en los negocios establecidos continúan a la baja, pese a las ofertas manejadas, pues los juguetes asiáticos "han relegado a los productos mexicanos, pese a que son de mejor calidad y, en algunos casos, son didácticos, porque son más baratos y están de moda", coinciden en señalar pequeños comerciantes establecidos durante un recorrido por varios puntos de la capital.

Sólo el recuerdo

Los juguetes tradicionales mexicanos de madera y plástico, de entre 20 y 150 pesos, permanecen sólo en el recuerdo de los adultos, algunos de los cuales llegan a comprar uno, pero "por pura nostalgia, porque a los niños ya no les atrae jugar al balero, el trompo o los carritos, eso es cosa del pasado", dice María, quien desde hace algunos años los ofrece en Anillo de Circunvalación.

"Los que vienen de China cuestan siete veces menos que uno de Estados Unidos, y ante el poco dinero que tienen las familias y las largas cartas de peticiones que escriben los niños, a los Reyes Magos no les queda otra que recurrir a los ambulantes. Sin embargo, la alegría de los pequeños dura muy poco, pues en su mayoría esos productos son de úsame y deséchame", dijeron.

Y los que son de buena calidad son robados y hasta las etiquetas de los lugares de donde los sustrajeron la mantienen, por lo cual se ofrecen a mitad de precio, sin ningún problema, comentan al exigir a las autoridades capitalinas y federales "acabar con este problema, que afecta al sector juguetero y a miles de pequeños establecimientos cada año.

En ese contexto, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, solicitó a la Asamblea Legislativa una ley para el uso y aprovechamiento de los espacios de uso común, incluida la vía pública, para regularizar el ambulantaje, donde se desenvuelven 300 mil personas, de las cuales la mitad procede del estado de México. "Se trata de un problema de carácter regional que debe atenderse de manera conjunta", indicó.

 
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