Usted está aquí: martes 3 de enero de 2006 Opinión Bifurcaciones múltiples

José Blanco

Bifurcaciones múltiples

El año 2006 presenta múltiples bifurcaciones posibles. Como bifurcarse significa dividirse en dos y los caminos que se abren para México y para América Latina son múltiples y no tengo una palabra para indicarlo, digo múltiples bifurcaciones. Cami-nos distintos en ramales inciertos. Ciertamente hace muchos lustros que no veíamos una coyuntura esperanzadora para el crecimiento político de los parias del subcontinente.

La protesta, la movilización, la pérdida del miedo, significa que hay avances y aprendizajes en los de abajo y no pueden dejar de traducirse en consecuencias positivas para ellos mismos en el largo plazo.

El riesgo para América Latina es que los de abajo no pueden esperar y el de-sencanto social es una amenaza permanente. Hoy los precios del petróleo permiten a Hugo Chávez seguir una política social que lo mantiene en el poder, pero los indicadores macroeconómicos venezolanos del periodo 2001-2005 son francamente malos (véase el reporte correspondiente de la CEPAL). La fuga de capitales es cercana a 70 mil millones de dólares; la inflación promedio es de 21 por ciento, frente a un crecimiento de sólo 10 por ciento de las remuneraciones medias reales, etcétera. Los precios del crudo, aparentemente, continuarán en las alturas, y es probable que Chávez logre sostenerse, por ello mismo, en el poder durante tiempo indefinido (ha hecho una constitución política a la medida de sus propósitos). Lo que no veremos con Chávez, ni de casualidad, es un país en vías de convertirse en una nación desarrollada.

Lula siguió otro camino: sostuvo muchas medidas que le permitieran navegar en el actual mundo globalizado, pero hoy lo atenazan la corrupción, de una parte, de su propia gente, y de otra el de-sencanto de los desheredados que no han recibido los beneficios que esperaban.

Es profundamente conmovedor el triunfo de Evo Morales en Bolivia. Morales cuenta con una inmensa reserva de gas que puede jugar el papel que en Venezuela juega el petróleo. Ahora ha llegado la hora de la verdad: ¿podrá Bolivia desarrollarse con el actual programa expuesto por Morales? La interrogante es inmensa.

Argentina y Uruguay se mueven por el filo de la navaja. La incertidumbre del futuro en estos países es mayúscula. Chile se mueve en un espacio mucho más sólido y, sin duda, será el primer país de-sarrollado de América Latina.

Cuba es otra interrogante enorme. ¿Qué ocurrirá cuando Fidel muera?

Desde luego veremos que muchos cubanos no comparten las ideas económicas de su gobierno. Si un gobierno expide una ley que dispone que vestirse de azul es un delito, quien lo haga será un delincuente. El voluntarismo del gobierno cubano no tiene medida y hoy intentar que el esfuerzo propio se traduzca en mayores ingresos ganados en el mercado se llama corrupción y es un delito. El costo para la sociedad cubana de esta ideología cuasi inocente es inconmensurable.

De otra parte, Estados Unidos intenta amurallarse, negando las tendencias que surgen del movimiento de la globalización. ¿Cómo se traducirá este hecho estúpido en las economías de América Latina?, es un asunto sumamente incierto que habrá que esperar para poder ser evaluado. Pero ciertamente las fuerzas políticas y las de facto que están detrás de esta medida no estarán en el poder por siempre. La legitimidad del gobierno de Bush cae verticalmente, y no es remoto que veamos al Partido Demócrata de regreso en la Casa Blanca. Fuentes diversas en ese país señalan incluso las posibilidades que pueden advertirse hoy para Hilary Clinton. ¿Se sostendría para entonces la misma posición actual frente a la migración, o podemos esperar otra interpretación del sentido de la globalización y del gobierno del planeta?

AMLO en México se ve a sí mismo como parte de "una corriente" histórica de izquierda que "está cambiando el mapa político latinoamericano", al decir de Fidel Castro. Pero AMLO -está por ahora perfectamente claro- puede también echar mano de los recursos del petróleo para aliviar la pobreza de tantos parias que ha dejado la historia colonial, más las políticas del Estado corporativo, más el neoliberalismo, pero eso no equivale a una política para hacer de México un país de-sarrollado. El candidato con el mayor porcentaje de intención de voto hoy no tiene, no ha dado a conocer su programa de desarrollo. Lo que conocemos de su práctica no lleva al desarrollo, sino al despilfarro.

Con todo, es posible advertir un crecimiento de la conciencia latinoamericana y una pérdida del miedo a actuar y a buscar caminos propios. El año que nace ahora nos dejará muchas enseñanzas; ojalá la mayor sea que el voluntarismo no suple al conocimiento y al arte de la política en un mundo irreversiblemente globalizado.

Ahí está Cuba manteniendo un equilibrio y una igualdad social básicos, en niveles bajísimos de desarrollo. Todos hasta abajo, pero parejos. Si alguno en Cuba logra sobresalir por su propia iniciativa, hoy sabemos que es un corrupto.

Las vías posibles para América Latina son diversas; pero la izquierda latinoamericana no está pensando.

 
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