Usted está aquí: miércoles 4 de enero de 2006 Estados Sin aplicar, $39 millones para cubrir socavón de un kilómetro en Zapopan

Las autoridades no se ponen de acuerdo y los pobladores vuelven a zonas riesgosas

Sin aplicar, $39 millones para cubrir socavón de un kilómetro en Zapopan

JUAN CARLOS GARCIA CORRESPONSAL

Guadalajara, Jal., 3 de enero. La grieta que el 29 de junio de 2004 se tragó al bombero José Refugio Fuentes Velázquez, cuyo cuerpo fue rescatado seis días después, continúa abierta en Nextipac, como una advertencia del peligro que acecha en el subsuelo de esa pequeña población del municipio de Zapopan.

En ese lugar, según estudios de la Secretaría de Gobernación, se están abriendo socavones cada vez más grandes debido a múltiples corrientes subterráneas. Mientras, los pobladores, desesperados por la falta de acción de las autoridades locales, que siguen sin utilizar casi la totalidad de los 39 millones 102 mil 493 pesos de un fideicomiso creado para solucionar este problema, decidieron regresar a sus viviendas sin importar el riesgo.

Después de año y medio de detectarse la grieta, los titulares de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Claudio Sáinz David, y del ayuntamiento de Zapopan, Arturo Zamora Jiménez, no han atendido el problema y únicamente se echan la pelota.

Zamora Jiménez prefirió irse de vacaciones anticipadas, como un respiro antes de la elección interna del PRI, donde encabeza la carrera para obtener la candidatura al gobierno estatal.

El 29 de junio de 2004, José Refugio Fuentes Velázquez formaba parte del numeroso grupo de rescatistas, bomberos, policías y militares que llegaron a Nextipac alertados por el surgimiento de una grieta de poco más de un kilómetro de longitud, que a su paso partía en dos varias viviendas.

En un súbito desgajamiento del terreno, Fuentes Velázquez cayó en el enorme agujero, al igual que su compañero Enrique Romero; de inmediato los cubrieron toneladas de lodo. Sólo el segundo salvó la vida.

La aparición de la grieta obligó a un desalojo masivo. En unos días la zona fue acordonada y deshabitada. El alcalde zapopano anunció apoyos municipales, subsidios para renta de viviendas, despensas, atención médica y la intención de buscar la declaratoria de zona de desastre para tener acceso a fondos federales y con ello la posibilidad de dotar de vivienda a los vecinos.

Fue así como, mediante el Fideicomiso de Prevención de Desastres Naturales se obtuvieron los 39 millones de pesos, la mitad, proporcionados por el gobierno federal y el resto por el estatal.

Tras 18 meses del suceso, el dinero sigue en una cuenta del Banco Nacional de Obras y Servicios, administrado por el gobierno estatal mediante el fideicomiso, pero sin usarse, a la espera que los funcionarios se pongan de acuerdo.

 
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