Usted está aquí: jueves 5 de enero de 2006 Estados Acusan a PGR de solapar piratería en Guadalajara

Sus operativos son selectivos, aseguran pequeños locatarios

Acusan a PGR de solapar piratería en Guadalajara

Según la dependencia, en sólo un año se duplicaron los decomisos

JUAN CARLOS GARCIA CORRESPONSAL

Guadalajara, Jal., 4 de enero. La delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) aseguró que el año pasado duplicó la cantidad de mercancía pirata decomisada en Jalisco en comparación con 2004, pero sus operativos sólo incluyeron a minoristas asilados, no a bodegas de grandes comerciantes y distribuidores del barrio de San Juan de Dios, en el centro de Guadalajara. Lo mismo sucedió con las clausuras que el ayuntamiento capitalino realizó los días 20 y 22 de diciembre en esa zona, la de mayor movimiento comercial en la ciudad: ninguno de los negocios cerrados pertenece a empresarios millonarios, quienes se reunieron a puerta cerrada con autoridades municipales antes de los decomisos.

Entre enero y noviembre de 2005 la PGR decomisó en Jalisco 7 millones 331 mil artículos apócrifos, más del doble de los 3 millones 333 mil del año anterior. Sin embargo, al menos en el mercado Libertad -corazón comercial de la piratería en el barrio de San Juan de Dios-, los distribuidores locales de estas mercancías no fueron molestados por agentes federales.

Locatarios del mercado que tienen poco tiempo en la venta de copias ilegales aseguraron que los operativos policiacos son selectivos. Por separado, coincidieron en que existe una asociación de distribuidores de piratería creada casi exclusivamente para recolectar de mil 500 a 2 mil pesos mensuales por cada local, cantidades que luego ''se entregan a gente de la PGR''.

Al menos 20 por ciento de los 3 mil locales del mercado Libertad venden copias ilegales de ropa, artículos electrónicos, programas de cómputo, música, películas, videojuegos, bisutería, juguetes, perfumes y anteojos. El traspaso de un local de menos de tres metros cuadrados cuesta más de un millón de pesos.

Es tal la concentración de piratería en el mercado Libertad, que de los más de 7 millones de artículos asegurados por la PGR el año pasado, y pese a la selectividad de los cateos, 5 millones 59 mil productos procedieron de ese lugar, donde incluso se desmanteló un laboratorio de reproducción de discos compactos.

Los 15 grandes distribuidores de piratería en el mercado Libertad acordaron antes del 20 de diciembre con autoridades municipales que sus puestos de venta no serían tocados por inspectores y policías durante los operativos en que se clausuraron 17 locales, todos propiedad de comerciantes nuevos.

En una reunión privada en las oficinas administrativas del mercado, a la que acudieron el secretario de Seguridad Pública tapatío, Luis Carlos Nájera, y el director de Inspección y Vigilancia del ayuntamiento capitalino, Ignacio de la Mora Verdín, los 15 principales distribuidores de mercancía ilegal convencieron a las autoridades de que sólo se clausurara a los recién llegados al negocio.

La reunión, confirmada por De la Mora Verdín -quien negó que se hubiera acordado proteger a los grandes tiburones de la piratería-, propició los operativos del 20 y 22 de diciembre, en los que se clausuraron únicamente locales ubicados en el primer y segundo pisos, pese a que la mayor parte de la venta de piratería se realiza en el tercer nivel del mercado, en la zona conocida desde su creación como ''de la fayuca''.

La reunión, a la que asistieron los líderes de locatarios Salvador Cabrera Vera y Antonio El Chiquilín Sánchez Sierra, ocurrió después de un operativo que derivó en una riña entre locatarios, inspectores y policías.

Un comerciante que estuvo en ese encuentro, y que pidió anonimato por temer represalias de lo que llamó ''una mafia bien organizada y con alto poder económico'', sostuvo que las autoridades ''no querían dinero. Alguien les ofreció, pero no lo aceptaron. Tenían órdenes de clausurar y el director de la policía (Nájera) era el más molesto, porque decía que sus elementos estaban quedando mal por la oposición de los locatarios a las clausuras, porque había zafarranchos y los policías no podían actuar. Entonces surgió una negociación y se decidió que para demostrar que venían con todo iban a clausurar locales de los más nuevos, que se iban a realizar al azar, como sucedió"

 
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