Usted está aquí: domingo 8 de enero de 2006 Política El día que perdamos el miedo vamos a rescatar a Chiapas: resistencia turula

Marcos escuchó al frente tonalteco antes de saber de la muerte de la luchadora social

El día que perdamos el miedo vamos a rescatar a Chiapas: resistencia turula

En El Amate, el delegado Zero detuvo la caravana y se solidarizó con los presos políticos

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Tonala, Chiapas. "Hemos sobrevivido a pesar de las agresiones de los gobiernos federal y estatal", afirmó un representante del Frente Cívico Tonalteco al iniciarse el viernes pasado el acto de la otra campaña, con la presencia del subcomandante Marcos, que lo escuchaba en una mesa en el escenario de la sede del mencionado frente ciudadano.

Esta "resistencia turula", como también se llaman, tiene ya carrera larga. Ahora sus miembros son adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, pero han apoyado la lucha del EZLN desde la Convención Nacional Democrática de 1994, en la que estuvieron presentes.

Pescadores, ejidatarios, comuneros, enfermeras, maestros, empleados, estudiantes y mujeres organizadas en la costa norte de Chiapas recibieron al delegado Zero de la Comisión Sexta del EZLN en un viejo cine de pueblo, reacondicionado modestamente como auditorio del frente tonalteco, a unos metros del parque central de Tonalá. Representantes de toda esa gama de personas se fueron turnando el uso de la palabra.

En todos se notaba un sentimiento poderoso de no estar vencidos en sus diferentes luchas, y hasta orgullosos de sí mismos, de los alcances de su resistencia, que más de una vez ha cimbrado al actual gobierno de Chiapas, y también los dos anteriores.

"Nos desprecian por nuestra pobreza"

"Nos odian por nuestras ideas y nos desprecian por nuestra pobreza", dijo con altivez una joven mujer a nombre de la Alianza Campesina Popular Izquierdista del ejido Los Cocos, Tres Picos, quien citó al Che Guevara, a Lucio Cabañas y al EZLN como sus inspiraciones. Hija de campesinos, la mujer explicó su compromiso con su propio pueblo, sus familias.

El Frente Civil Tonalteco reúne resistencias civiles contra las absurdamente elevadas tarifas eléctricas, los precios del gas, el desempleo, el despojo de tierras y agua. "El día que perdamos el miedo vamos a resolver los problemas de Chiapas", había dicho el presentador del acto. También mencionó a los damnificados por el huracán Stan en octubre pasado.

Usando como amplificador la presencia del subcomandante Marcos, por primera vez en la costa, hablaron hombres y mujeres de Pijijiapan, Acapetahua, Arriaga y Tonalá.

Rafael Tovilla se manifestó "contra los falsos líderes que se venden en cada campaña electoral", y dijo que el pueblo chiapaneco "está conquistando el respeto con la furia, la organización y, si es necesario, con los machetes".

Bersaín Hernández, dirigente del Frente Cívico Tonalteco que hoy conforma también la "Sexta turula", encarcelado en dos ocasiones, y uno de los fundadores de este movimiento de resistencia civil contra los "malos gobiernos" hace 11 años, dijo: "Tonalá se llena hoy de la energía que nos dio el EZLN desde 1994".

Recordó que la lucha de resistencia contra las tarifas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Chiapas, ahora muy extendida en el estado, inició aquí. Y el camino ha sido largo.

"Los partidos nos vinieron a partir. Nos quebraron y nos dieron en la madre", reconoció. "Pero con el EZLN encontramos la voz de todos los que estuvimos callados". Y mencionó como su inspiración a Heberto Castillo y Demetrio Vallejo.

En su turno, Emilio Parván llamó a unirse al pueblo tonalteco. "Es hora que despertemos. Si elegimos gobernantes que luego nos traicionan, es nuestra culpa."

La concurrencia, un centenar de personas sin contar la prensa, sobre todo local, y los abundantes tiras, mostraba exaltación y alegría. Doña Cecilia Ramírez, de Acapetahua, veterana de la lucha contra la CFE, de plano dijo: "El compañero Marcos nos dio alas para volar".

Guadalupe Liévano, "mujer turula" según se presentó, expresó que "la peor vergüenza de los chiapanecos es andar mendigando nuestros recursos". Dimas Hernández llamó "a todas las comunidades a luchar contra los gobiernos que siempre son corruptos".

Carlos Solís, de Pijijiapan, proclamó la viabilidad de la resistencia contra la CFE. "La comunidad de Joaquín Amaro ha sostenido dos años de resistencia, y hemos podido usar el dinero para nuestros hijos."

Elvira Fajardo, de un ejido en Arriaga, acusó de inoperancia y corrupción a la Secretaría de Reforma Agraria, así como al Tribunal y la Procuraduría Agraria. Los ejidarios llevan 30 años luchando por 4 mil 400 hectáreas, sin solución, mientras se las otorgan a un funcionario de la estatal Secretaría de Desarrollo Rural.

Poco antes de tomar su turno, el subcomandante Marcos anunció que se retiraba un momento. Subió las gradas de la sala, rodeado de su comitiva, y se introdujo en el vestíbulo, donde parmaneció cerca de una hora. Después informó a todos sobre la muerte de la comandanta Ramona. Anunció la interrupción, al menos por dos días, del recorrido de la otra campaña, y retornó a Los Altos.

La súbita salida del delegado Zero y el convoy que lo acompañaba, seguía, vigilaba o perseguía (según las intenciones de cada quien) dejó un pasmo en esta ciudad mayor que el de su llegada cerca de tres horas antes.

No menos súbita y veloz había sido la conmoción causada por Marcos ante las rejas del penal El Amate, cerca de Cintalapa, a donde como había anunciado en Tuxtla Gutiérrez se detuvo para expresar apoyo "a los compañeros" encarcelados en el nuevo Cereso chiapaneco, que sustituye al tristemente célebre penal de Cerro Hueco.

En su camino a Tonalá, el vehículo donde viajaba Marcos se detuvo frente a El Amate, y el delegado rebelde caminó hacia la reja de alambre en el acceso a la cárcel, y se dirigió a los guardias, vestidos de negro, con cascos, chalecos antibalas y armas de alto poder, que lo escucharon muy tensos.

El subcomandante zapatista les dijo que allí se encuentran presos compañeros, les demandó que respeten sus derechos humanos y les anunció que demandará su liberación. A través de los policías, Marcos envió un mensaje de solidaridad a los detenidos.

Sin dar a los guardias la oportunidad de reponerse de la sorpresa, el subcomandante Marcos regresó a la camioneta donde viajaba, y siguió su camino. En Arriaga fue interceptado por unas 200 personas que lo aclamaron y le entregaron cartas, expedientes y documentos de denuncia. En Tonalá lo esperaba la "resistencia turula".

 
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