420 ° DOMINGO 8 DE ENERO DE 2006
 

Los escenarios de la elección presidencial
Entre la polarización y los tercios

Jesús Ramírez Cuevas

La gran duda acerca de los comicios de julio próximo es si la batalla será entre los tres candidatos con posibilidades de triunfo o si al final se polarizará sólo entre dos aspirantes. Al inicio formal de las campañas, Andrés Manuel López Obrador mantiene ventaja sobre sus adversarios. Su probable victoria dependerá de una alta participación ciudadana en su favor, superando la debilidad estructural del PRD. Felipe Calderón metió al PAN a la pelea, queda en el aire la pregunta de si aguantará el paso. Roberto Madrazo debe remontar el alto rechazo social en su contra y mantener la unidad del PRI. Presentamos escenarios que visualizan analistas y actores políticos sobre la disputa del año que comienza



La elección presidencial será muy competida, aceptan todos. Y como pocas veces en la historia, la decisión última sobre quién gobernará el país la tendrán los ciudadanos. No obstante, habrá factores políticos y de poder que influirán en el resultado de los comicios del próximo 2 de julio.

Pesarán la imagen y propuestas de los candidatos, sus fortalezas y debilidades, su capacidad de comunicar a los ciudadanos, la cohesión y fuerza de sus partidos. Pero también incidirán el dinero ­lícito e ilícito­ en las campañas, el papel de los empresarios, de la Iglesia católica, de los medios de comunicación y hasta el gobierno de Estados Unidos, coinciden especialistas y personajes cercanos a los equipos de los candidatos.

Nadie aventura conclusiones, si acaso abordan posibilidades y escenarios; no descartan presiones, manipulaciones y hasta, probablemente, violencia.

En el arranque de las campañas por la Presidencia de la República, las tendencias electorales siguen favoreciendo a Andrés Manuel López Obrador, aunque en medio de un escenario más cerrado, según las encuestas, y con factores en juego que favorecen y afectan a los tres aspirantes.

Apenas inicia la verdadera batalla por el voto y por el poder. No hay nada seguro para nadie y el desenlace es todavía incierto.

Todo puede suceder, dicen los que saben y no se atreven a hacer pronósticos. Sin embargo, tal como están las cosas en este momento, se prevé una elección muy reñida en la cual las tres principales fuerzas tienen posibilidades reales de ganar, dependiendo de lo que ocurra en el camino y de su trabajo rumbo a la elección.

Los principales aspirantes enfrentan distintos retos. La preeminencia de López Obrador, de la Alianza por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia) en las preferencias electorales se ha reducido y necesita el respaldo de un movimiento ciudadano nacional. Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional (PAN), se disputa el segundo lugar con Roberto Madrazo Pintado, de la Alianza por México (PRI y PVEM).

En la opinión pública se debate la probabilidad de que a lo largo de la campaña, las tendencias se polaricen entre López Obrador y el candidato que convenza de que puede ganarle. También hay dudas sobre cómo se integrará el Congreso y si el partido que obtenga la Presidencia pueda lograr una mayoría parlamentaria. Todos coinciden en la necesidad de un acuerdo político nacional que garantice la gobernabilidad.

"La novedad de este proceso es que vamos a unas elecciones triangulares. Nunca ha habido algo igual en México, esto implica la casi imposibilidad de prever cómo se van a dar las cosas", explica Rafael Segovia, investigador del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México.

En entrevista, el prestigiado analista político sostiene que "la ventaja que se suponía insuperable del candidato del PRD, aunque siga encabezando las encuestas, ha disminuido por la llamada 'burbuja azul'".

El principal problema de Calderón, precisa Segovia, fortalecido por el proceso interno de su partido, "es que no hay un electorado mayoritariamente panista en el país".

El PRI "ha perdido su masa de maniobra; lo que antes podía movilizar en su favor: sindicatos, universidades, gobiernos locales, prensa, etcétera. Se ha debilitado y no tiene gran crédito entre el electorado", añade.

"Este escenario plantea unas elecciones muy diferentes a las del pasado. No se sabe quién triunfará. Habrá una lucha descarnada para ganar tales comicios , pero creo que serán limpias y democráticas", aclara el doctor Segovia.

"Hacer un pronóstico es arriesgado, sin muchas bases. Hay muchos elementos que van a incidir: la organización y la estructura electoral de cada partido, los abanderados locales, la capacidad de los candidatos para transmitir su mensaje", asegura Javier Oliva Posada, quien aunque habla como profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, pertenece al equipo de Madrazo.

El politólogo universitario añade "otra variable" en el proceso: "Las elecciones locales concurrentes en Campeche, Colima, Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora. Se eligen seis gobernadores. La dinámica va a ser muy intensa pues el 2 de julio habrá en disputa mil 385 puestos de elección popular".

Escenarios ideales y posibles

Hay diversas interpretaciones de los probables escenarios electorales.

Francisco Abundis, de Parametría, analizó en diciembre pasado las distintas encuestas nacionales sobre preferencias electorales. López Obrador aventaja con un rango de entre 34 y 42%; Roberto Madrazo estaría entre 26 y 32% y Felipe Calderón entre 23 y 30%.

Si se toma en cuenta el llamado voto duro de los principales partidos, el PRI es el más fuerte con 28%, le sigue el PAN con 26% y el PRD con 20%. El perredista le aporta el doble de votos a su partido; Madrazo mantiene el porcentaje del PRI y Calderón habría recuperado el electorado panista.

Nadie pone en cuestión que el candidato a vencer es López Obrador, pero se difiere en cuál de los otros dos entrará a la disputa.

Al respecto, llama la atención la coincidencia de visiones entre los diputados Manuel Camacho Solís, del PRD, y Germán Martínez Cázares, del PAN. Desde posiciones contrarias, ambos piensan que la elección va a ser una pelea entre dos candidatos.

En cambio, Rafael Segovia y Javier Oliva descartan la polarización y prevén un cierre competido más equilibrado entre los tres aspirantes.


Con matices, Javier González Garza, ex integrante del CEN del PRD, acepta: "Podría haber una polarización Andrés-Felipe, pero no creo porque como dirigente del PRI, Madrazo ha demostrado una capacidad de organizar elecciones que no ha tenido nadie, ligado a recursos económicos ilimitados. No se le puede menospreciar. El PRI está debilitado por conflictos internos y el desprestigio social, pero va a la guerra con todo".

¿Cómo es que llegan los entrevistados a esas conclusiones? Veamos.

Elecciones triangulares

Rafael Segovia insiste en que los tres partidos tienen posibilidades y no hay certezas de nada.

"El país ya es otro. No sabemos ­asegura Segovia­ quién puede resultar vencedor en las próximas elecciones. La mayoría de las suposiciones dan como vencedor a López Obrador, pero falta ver si su equipo logra hacerlo. Calderón es débil y el PAN tiene una imagen envejecida por su doctrinarismo, el electorado se identifica con la modernidad y no admite el dominio del catolicismo. La alianza con empresarios le puede salir cara".

"Madrazo tiene un partido fuerte ­continúa el maestro­, pero sin los instrumentos del pasado y con una fractura interna brutal con la maestra Gordillo. Me parece una locura que Madrazo no haya renovado el equipo, ha cometido errores garrafales, creo que le va a ir muy mal".

Segovia toma distancia: "Si hay que elegir una visión, es la de la división del país. Pero creo que por la simple razón de que hay tres fuerzas importantes van a ser elecciones más limpias y respetadas de lo que han sido hasta ahora. No será limpia del todo: va a ver presiones, amenazas, dinero, ruegos, que vendrán de dentro y de fuera".

Nadie gana todo ni nadie pierde todo

El académico y asesor Javier Oliva, parte de una premisa: "En estas elecciones nadie gana todo ni nadie pierde todo. Esa es su característica fundamental. En los estados hoy la representación en municipios, congresos locales y gubernaturas no corresponden al mismo partido.

"El elector ya no vota en línea, hace un voto selectivo. En estas elecciones cualquiera de los tres principales partidos, si aspiran a ganar la Presidencia, tendrán que contar con el apoyo de buenos candidatos locales, que sean reconocidos y tengan prestigio.

"Si los partidos optan por promover preeminentemente a sus burocracias o a sus figuras de siempre, van a encontrar el rechazo de los ciudadanos", advierte el profesor de la UNAM.

"A diferencia de otros procesos electorales donde los candidatos presidenciales aportaban votos a los candidatos a legisladores, en esta ocasión creo que va a ser a la inversa. Los buenos aspirantes a diputados y senadores aportarán votos a sus candidatos", explica.

"La polarización es una mala idea ­agrega­ y un mal mensaje para la democracia mexicana, eso lleva a posiciones extremas de exclusión del otro. No veo ese escenario, tenemos tres partidos, no un régimen bipartidista".

No hay posibilidad política para tres

En contraste, Manuel Camacho Solís, coordinador de las redes ciudadanas de López Obrador, es contundente: "La elección de tres fuerzas es una posibilidad matemática, pero no una posibilidad política. Va haber polarización entre dos fuerzas. Sin embrago, la decisión principal ahorita es quién va a ser segundo lugar".

Camacho sostiene que "la Ley Duverger, el análisis comparado de las elecciones europeas de la primera mitad del siglo XX en sistemas de tres partidos, plantea que los primeros dos se llevaban alrededor de 80%. Aquí el tercer lugar va a padecer una caída adicional. La gente va a usar el poder de su voto, sabe que puede definir el futuro y lo va a hacer".

Sin dudar que el abanderado perredista se mantendrá en la punta hasta el final, Camacho advierte que "hay un acuerdo entre el PRI y el PAN para que López Obrador no gane las elecciones; es un pacto de impunidad. El que esté mejor posicionado entre Calderón y Madrazo, después de las elecciones del estado de México, el 2 de marzo, será quien va a recibir los apoyos económicos y el apoyo de los medios".


Bajo su óptica, el proceso electoral tendrá dos fases: "La primera para definir al segundo lugar; después para pelear la Presidencia".

"Si Calderón resiste ­dice el diputado perredista­ y se consolida en el segundo sitio, tendrá el apoyo del gobierno, de muchos empresarios y hasta del exterior. Pero aún con todo ese respaldo, no asegura la victoria; ni siquiera con el voto útil que ahora será para el no cambio, para defender intereses y la impunidad. El tercer lugar se va a ir abajo".

Hay otro escenario posible, admite Camacho. "No se puede descartar al PRI en el segundo lugar. Si Calderón cae y resulta pura espuma vinculada a la posición del presidente Fox y a sus campañas publicitarias, Madrazo sería candidato, pero tiene votos negativos muy altos, aunque tiene la ventaja de tener el aparato electoral más poderoso del país".

Frente a ese panorama, el legislador perredista previene: "Entonces la apuesta sería generar eventos que produzcan temor para que baje la participación de los ciudadanos, como ocurrió en 1994. Así veo el marco de esta elección, lo demás serán las circunstancias".

Irrefrenable la caída del PRI

"La elección será una carrera parejera entre dos partidos. La Presidencia de la República la disputarán el PAN y el PRD. Percibo una tendencia irrefrenable a la baja del PRI y de Roberto Madrazo", afirma sin titubeos Germán Martínez Cázares, legislador ligado a Felipe Calderón.

"Así lo pienso en este momento", aclara. "La bajada del PRI tiene que ver con su falta de unidad. El PAN es el más unido de todos. El PRD está resolviendo bien sus problemas. Pero el PRI tendrá muchos más a la hora de definir las candidaturas legislativas, va a haber muchos lastimados. Eso precipitará la acelerada caída de Madrazo. Vamos a ver cómo al final se desfonda este partido y cómo pelean la Presidencia solos el PAN y el PRD".

Martínez Cázares agrega que Calderón tiene ventajas sobre el abanderado tricolor, pues "representa la frescura y ofrece el futuro, el cambio que reclama el país. Madrazo no lo representará jamás, el PRI es el pasado. Otro factor a favor de este escenario es la buena impresión que hay tanto del gobierno del PAN a nivel federal, como el de López Obrador en el DF. Además cuenta la opinión muy negativa de la mayoría de los mexicanos contra Madrazo y el PRI".

Resulta insólito que el panista, que votó por su desafuero, hable bien del ex jefe de Gobierno. Pero como apunta Rafael Segovia, "los políticos ya no saben ni cómo actuar con tal de ganar".

Por su parte, el perredista Javier González piensa que "Calderón subió, pero creo que la búrbuja sólo es temporal. La fuerza de López Obrador es real y ha demostrado una enorme capacidad de resistencia. Madrazo, con el apoyo de Carlos Salinas, tiene recursos ilimitados, tan sólo en el estado de México gastó tres mil millones de pesos. Aunque la tienen muy difícil, hay muchos priístas que dudan si va levantar Madrazo, pero no se le puede dar por vencido".

Fortalezas y debilidades de los candidatos

Completando el paisaje electoral, los entrevistados evalúan a los candidatos.

Rafael Segovia es el más severo. Su primera afirmación es lapidaria: "El principal defecto de López Obrador es él mismo. Es mal orador, es un hombre con una cultura deficiente; incluso cuando era priísta fue poco confiable, se la pasaba haciendo movilizaciones; sus armas políticas son débiles".

En contrario, acepta que "hay una parte importante del electorado que se ha separado del PRI y que no quiere saber nada de la derecha porque conoce sus intenciones. Ahí López Obrador tiene una fuerza. Mueve más gente que los otros candidatos pero falta conocer a su equipo, que parece capaz. Desde hace 20 años, las elecciones las ganan los equipos, no los candidatos. El PRD necesita un discurso nuevo, ni cardenista ni obrerista".

Su opinión de Calderón no es menos cruda: "Me parece un hombre débil, que tiene una idea equivocada de lo que es la política y las ideas del PAN no son mayoritarias en el país".

El presidente del Partido Acción Nacional, Manuel Espino, anota Segovia, "es negativo para Calderón, representa a la extrema derecha tradicional, cerril, al Yunque. Con ese hombre no va a ganar. Sus declaraciones sobre la educación religiosa en las escuelas fueron brutales. Los panistas buscan aliados que les den una mayoría, pero no los encuentran. Si se manifiestan abiertamente a favor de los empresarios les va a costar muy caro y si entregan la campaña al catolicismo, son ganas de perder".

Sobre Madrazo, el analista es más duro: "Le va a ir mal, se ha venido equivocando. Error suyo fue el haber querido eliminar a Andrés Manuel López Obrador con el desafuero y fue un desastre colosal. La información sobre sus propiedades en Estados Unidos le va a costar".

"Sólo al diablo se le ocurre elegir un equipo con señores que representan lo peor del PRI ­señala Segovia­; ¿cómo pone a Armando Biebrich, a Mariano Palacios, a Eduardo Andrade? Es gente no tiene nada que hacer en el PRI ni en la política nacional. ¿No encontró unos mejores? Sólo ha hecho absurdos y eso va a hacer que no gane las elecciones".

El profesor Oliva propone evitar los prejuicios: "Cada partido tiene sus ventajas y desventajas. Salvo en el DF, el PRI es primera o segunda fuerza en el resto del país. Esto le da una ventaja real a la hora de disputar el voto. Su reto es salir del ámbito de su voto leal. Tiene que renovar el perfil de sus candidatos, si no sólo van votar por ellos los priístas".

Según el académico, "se han roto varios mitos. El norte de México no es panista, el PAN sólo gobierna Baja California, el PRD tiene Baja California Sur y Zacatecas. El PRI gobierna Durango, Sonora, Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua. La diversificación de la representación política impide hablar de inercias o tendencias generales del voto. Eso es real".

De los otros partidos, Oliva Posada asegura que "el PRD tiene que cuidar su estructura, su cobertura nacional para darle un soporte a su candidato presidencial. El PAN, en tanto, está atrapado entre diferenciarse del gobierno de Fox y tener una propuesta propia".

En los tres casos, dice, "el partido que en sus procesos internos de selección de candidatos incurra en conflictos o impugnaciones, va a restarle a su candidato presidencial".

El balance de Manuel Camacho es que "a pesar de que el PRI tiene el mejor aparato electoral, su candidato tiene mucho en contra. El PAN es un partido regular y su candidato se fortaleció con el proceso interno y la propaganda de Fox, pero eso no aguanta otros seis meses. Presentan a Calderón como un gran negociador político, pero como coordinador parlamentario y secretario de Energía logró muy poco".

"López Obrador tiene la debilidad del partido, pero es visto como el hombre más dispuesto a luchar contra la impunidad y la corrupción, eso le simpatiza a la gente. De los tres, es el que ha demostrado mayor capacidad de ejecución en el DF. La percepción es que hizo lo que prometió", asevera.

Al ahondar en las desventajas, Camacho acepta que "la elección no se puede ganar sólo con cuadros partidistas, ni con las redes ciudadanas; se tienen que hacer muchas alianzas regionales y con bases del PRI y del PAN. Esta es una lucha política, quizá los aliados no sean los que nos hubieran gustado, pero para asegurar la victoria, tenemos que romper el techo electoral del PRD y sólo lo podemos hacer con fracturas en los otros partidos".

"López Obrador va a gobernar con un equipo amplio", manifiesta el diputado del PRD y agrega: "Se requiere una alianza pluriclasista y pluripartidista para rescatar la dignidad del Estado, en un país donde las instituciones públicas han sido copadas por los intereses y la complicidad".

Javier González pone el matiz partidista: "El PRD tiene que abrirse a mucha más gente, pero su inserción en la campaña es fundamental para poder ganar, si no va a haber dificultades. Dependerá de la discusión de las candidaturas".

Para el panista Germán Martínez, "la fortaleza de Felipe Calderón reside en que es una cara nueva, amable. Ofrece el cambio y la continuidad del gobierno en lo que está bien. No es el cantidato de Fox ­aunque el mismo Calderón así lo dijo­ y puede deslindarse de lo que no se ha hecho bien. De sus debilidades, que hable la oposición".

De los otros candidatos, el diputado blanquiazul resume: "Madrazo representa a lo peor que puede haber para gobernar. Representa la colusión del dinero, del poder e incluso de las conductas ilícitas. Y López Obrador representa una izquierda irresponsable que no se hace cargo del futuro con tal de ganar el presente".

El día después de la elección

Dos temas centrales de la discusión son si los aspirantes perdedores aceptarán la derrota y cómo se intregrará el próximo Congreso.

En esa perspectiva, Manuel Camacho habla de "dos momentos: cómo llegamos al cierre de las elecciones, cómo estará el país una semana antes; y cómo va a estar al día siguiente de las elecciones".

Para el diputado "hay dos posibilidades: López Obrador gana o López Obrador pierde. Si pierde en una elección legítima, va a reconocer su derrota y el que gane será el próximo presidente".

"El problema ­advierte­ es que haya interferencias que impidan una elección limpia, libre y equitativa. Entonces eso va a crear un conflicto terrible".

"El otro escenario es la victoria de López Obrador, que de todas maneras va a sacudir al país y, por lo tanto, una operación política inmediata e inteligente se vuelve determinante para la consolidación de la misma", declara Camacho.

"De cualquier manera debe haber un pacto, antes o después de la elección", sugiere. "El asunto es cómo llegamos a él. No sabemos cómo se comportarán los electores. Desde 1997 el gobierno ha sido minoría en el Congreso. El resultado no ha sido satisfactorio y la propaganda del gobierno insiste en que eso es un desastre. Eso va a influir en el ánimo ciudadano para que haya una mayor cercanía entre la votación del Ejecutivo y la del Legislativo".

El PRD está en una situación muy distinta a la de las últimas dos elecciones, donde tenía 18%, explica el diputado. La Alianza Por el Bien de Todos podría tener 32, 36 o 42%; ya no será lo mismo que antes, el PRD se habrá convertido en un nuevo actor que deberá ser tomado en cuenta. Eso cambia el sistema actual, que ya no será gobernable".

A su vez, Germán Martínez admite: "No debemos condenar el diálogo ni los pactos. Quien gane la Presidencia tendrá que generar una coalición para sacar adelante su programa de gobierno. Así lo hará el PAN, Felipe ha dicho que de ganar buscará una alianza con quien acepte nuestro programa.

"Los acuerdos deben ser sobre las agendas de los partidos", propone Javier Oliva. "Creo que hay tres asuntos para promover un estadio superior del país: educación, seguridad y empleo. Si ahí no hay acuerdo, no sé en qué otra cosa".

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"Los candidatos y los partidos no se van a tentar el alma para actuar, lo harán como se hace en política, de manera descarnada, fría, cínica, porque de lo que se trata es de ganar. Cómo se lo expliquen ellos mismos es un problema diferente", concluye el maestro Rafael Segovia.


Ningún factor de poder dejará de incidir

En este proceso electoral todos los actores políticos y sociales, los poderes reales van a querer influir en los candidatos y en los resultados.

Empresarios, iglesias, medios de comunicación, narcotraficantes, organizaciones, sindicatos, potencias extranjeras. Cada uno con su agenda.

"Es difícil saber cómo va a actuar cada sector, apenas van a empezar las campañas, tenemos que ver cuáles son sus reacciones al discurso de los candidatos", dice Rafael Segovia.

"A los empresarios no les interesa el país, sólo sus haberes. Les molestan el nacionalismo y los logros sociales, quieren acabar con el artículo 123 para manejar las relaciones laborales como manejan sus negocios".

El maestro del Colmex afirma que la Iglesia también pretende ampliar "su control social y cultural del país".


Foco rojo

El perredista Javier González llama la atención sobre un tema espinoso: la presencia de dinero ilegal en las campañas.

"Hace cinco años tuvimos los casos de Los Amigos de Fox y del Pemexgate que no se resolvieron bien. He visto en lugares como Nayarit, Guerrero, estado de México, donde el PRI ha dispuesto de recursos ilimitados. Se han gastado miles de millones de pesos y la autoridad no hizo nada. Pero si no se toman acciones para frenar el dinero del narcotráfico y el lavado de dinero en las campañas, todos podemos perder".


La lucha electoral y por el poder

Manuel Camacho Solis visualiza dos terrenos de la actual lucha política: "la disputa electoral y la lucha por el poder".

"Existe la posibilidad de cambiar la correlación de fuerzas políticas en el país y eso mete a la escena política intereses, ideologías y opiniones.

"No sólo se trata de ganar las elecciones, también hay que tener garantías. Fox no lo hizo porque era cómplice del régimen anterior. Pero es mejor hacer cosas explícitas pactadas que jugar a combatir la impunidad.

"El PRI y PAN tienen un pacto de impunidad, por eso la reforma para la autonomía de los organismos financieros y la de televisión. Quieren el control y la protección.

"La carta inteligente es una transición pacífica pactada, para darle garantías a todos para que la elección sea limpia, equitativa y libre. Eso es bueno para el sistema y para los que quieren cambiarlo. Es mejor que las intentonas de protegerse a como de lugar.

"El Presidente debe actuar como jefe de Estado, si no va a generar tensiones políticas. Pero si siguen violentando el ambiente, va aumentar la confrontación y le van a dar más fuerza a los ciudadanos.

"Ya no tienen capacidad de imponerse. La sociedad ha adquirido un nivel de conciencia que impide su manipulación y puede cambiar el resultado electoral. Esa es la apuesta de Andrés Manuel, por eso estos meses hizo una campaña sin medios electrónicos, hablando con la gente.

"En este momento se quiere crear confusión para dividir al frente progresista. La izquierda no entiende eso. Y que la derecha autoritaria y confesional diga que defiende a la izquierda, es porque quiere dividir al polo progresista que va ganando".


Estados Unidos

Rafael Segovia destaca la injerencia de Estados Unidos en la elección. "Es obvio que van a buscar la protección de sus intereses, lo mismo que la Unión Europea".

En particular, se refiere al reciente video de los zetas: "Se trata de una advertencia de Estados Unidos a los candidatos, de que no van a permitir ningún tipo de desviación. Quieren la tranquilidad en el país, seguridad para sus inversiones y no aceptarían ni de broma algún tipo de movimiento político. Vamos a ver la actitud de los aspirantes. Calderón ya ha dicho que va a abrir la electricidad, el petróleo, el gas, a los capitales extranjeros, como se regaló los bancos a los capitales españoles y estadunidenses. Quiere ganarse la aceptación de Estados Unidos".