Usted está aquí: miércoles 11 de enero de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Fox angustiado

Dice que va a meter el acelerador

El vocero presidencial afirma que la emigración no es por desempleo

Su jefe decía lo contrario en 2000

Las rebanadas del pastel:

LA PUBLICIDAD REZA que "el nuevo Fox posee un acelerador electrónico inteligente" que lo convierte en "la novedad más esperada del año", aunque la promoción no hace referencia al inquilino de Los Pinos, sino al Volkswagen Fox, un vehículo que la firma alemana comercializa exitosamente en un buen número de mercados, aunque no en México, casualmente.

CABE LA PRECISION, porque -a pesar de ser una de sus palabras predilectas- en sentido contrario del vehículo germano el acelerador de Vicente Fox no es electrónico y mucho menos inteligente. Lo que sí es digno de mencionar sobre el destartalado modelo del "cambio" es lo acelerado (algunos dicen que la palabra correcta es angustiado) que se encuentra y los acelerones que mete con tal de recuperar (cuando menos eso supone) el terreno perdido en los cinco años previos.

A LO LARGO de su estadía en Los Pinos, y casi siempre al arranque de un año nuevo, el presidente Fox ha recurrido a la figura del acelerador para dar a entender que "ahora sí" las cosas caminarán de acuerdo con lo prometido, lo que dicho sea de paso no ha sucedido.

ARRANCA EL SEXTO y -felizmente- último de su temporada, y la ocasión fue propicia para que el mecánico del "cambio" retomara el cliché: (en 2006) "vamos a meter el acelerador a fondo y vamos a seguir impulsando el país para que siga marchando"; el gobierno federal realizará las inversiones más altas en la historia en materia de vivienda e infraestructura, y no disminuirá la actividad económica como ocurría en el pasado en el último tramo de cada administración.

ACELERADOR COMO SINONIMO de acelerado, porque a lo largo de su administración "las inversiones más altas de la historia" han provenido de la iniciativa privada, en vivienda, y del endeudamiento vía Pidiregas, en infraestructura, amén de que la actividad económica durante el último quinquenio ha sido por demás mediocre (como dirían los clásicos del sureste: ni frío ni calor, cero grados).

EL "ACELERADOR A fondo" lo viene prometiendo desde la campaña electoral que lo llevó a Los Pinos, y con renovado entusiasmo desde que se sentó en la residencia oficial, pero en los hechos nada de nada.

EL ACELERON PRESIDENCIAL lanza el mensaje: en 2006, "seguiremos creciendo", pero se supone que para seguir primero hay que comenzar, y ese no ha sido el caso en el sexenio del "cambio", a menos que el capitán (Martita dixit) que devino marinero considere que "seguir creciendo" es igual a una tasa promedio anual de 1.8 por ciento en el lustro que lleva sentado en Los Pinos.

CON EL "ACELERADOR a fondo", en el quinquenio del presidente Fox la tasa anual promedio de crecimiento económico correspondió a una proporción equivalente a la registrada en el último semestre del gobierno de Ernesto Zedillo o al de Carlos Salinas, o, viajando un poco más atrás, lo que avanzó en un trimestre de las administraciones López Portillo o Echeverría. En resumidas cuentas, el resultado más bajo de los últimos 70 años, para ya no comparar con las cifras reportadas en tiempos del conflicto armado, en la primera década del siglo pasado.

ENTONCES, SI PARA el inquilino de Los Pinos lo anterior equivale a "seguir creciendo", mejor sería obviar esos "logros" y dedicar sus mejores discursos -que siempre son buenísimos- a promover el Volkswagen Fox, ese sí con acelerador inteligente, que sin duda ha sido un éxito comercial de la firma alemana.

ESO EN LO económico, porque en materia electoral acelerado y a punta de acelerones se encuentra el inquilino de Los Pinos, con los consabidos encontronazos entre su gente cercana. Decía el secretario de Gobernación, monseñor Carlos Abascal, que "el gobierno federal no renunciará a la inauguración de obras públicas por el proceso electoral", para que minutos después el vocero Aguilar afirmara que "en cualquier momento, cualquier señalamiento y cualquier ordenamiento que haga el IFE respecto en términos del proceso de suspender las campañas o de suspender la entrega de obras en algún determinado momento, la Presidencia de la República habrá de acatar la resolución que haga el Instituto Federal Electoral".

ACELERADISIMO, PUES, EL primer promotor del voto panista, a quien la memoria le falla, porque siendo candidato al puesto que hoy ocupa era un acérrimo enemigo de la inauguración de obra pública y las campañas propagandísticas gubernamentales en año electoral.

COMO RECORDAR ES vivir, el candidato Fox entre otras cosas decía: "en el colmo del cinismo, hoy, como cada seis años, el gobierno nos dice que ya la hicimos... El presidente ha sido totalmente incongruente con el compromiso que hizo con los mexicanos de no inmiscuirse en el proceso electoral. Es una lástima que Zedillo haga y diga estas cosas porque lo único que nos deja claro es que el candidato oficial seguirá con más de lo mismo y que el país seguirá con los mismos rezagos, así es que tache a Zedillo, nuevamente su cero por dejar al país peor que cuando él lo tomó.

"ZEDILLO SIGUE METIENDOSE en broncas electorales, si hay rezago en el país se lo debemos justamente a ellos, al PRI; los empleos que le faltan al país se le deben a él porque han generado 2 y medio millones de empleos en cinco años, que por cierto, no los han generado ellos, cuando en realidad se requerían 6 millones de empleos, entonces nos dejó cortos con 3 millones de desempleados".

SOLO ACTUALICE POSICIONES y partidos, porque la única diferencia es que en la silla de Zedillo hoy se sienta Fox, y en lugar del tricolor el PAN.

EL VOCERO PRESIDENCIAL asegura que "no es por falta de trabajo" que los mexicanos emigran. Qué raro, seis años atrás su jefe Vicente Fox decía exactamente lo contrario: "la migración masiva de México a Estados Unidos encuentra su razón de ser en la persistente incapacidad de la economía mexicana para crear suficientes empleos y oportunidades para nuestra gente. Durante un largo tiempo, el gobierno mexicano ha considerado a la migración una conveniente válvula de escape para nuestras deficiencias. Nosotros nos oponemos decididamente a ese tipo de opinión. Nos comprometemos a transformar esa realidad, para garantizar que ningún mexicano deba abandonar su país por falta de empleos y oportunidades" (marzo 2000).

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