Usted está aquí: miércoles 11 de enero de 2006 Opinión CIUDAD PERDIDA

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Cinco largos años + 11 largos meses de foxismo

El DF, Calderón y el cascajo político

Negociaciones PRI-AN

BUENO, YA repuestos de las inclemencias del final del año, podemos decir con mucha satisfacción que este es el último año de gobierno panista en el país, y con mucha tristeza que aún faltan muchos largos meses para que esta monserga del foxismo pase a la historia como uno de los episodios más vergonzosos y negros del principio de este siglo para México.

Y PREGUNTARA usted: ¿y eso qué tiene que ver con los asuntos de la ciudad? Vale, lo que pasa es que Felipe Calderón, mejor conocido como Fecal, por sus malos vientos, construyó parte de su campaña política con ataques tontos, y muchas veces ridículos, en contra del Gobierno del Distrito Federal, como usted seguramente recordará con una buena carcajada.

PERO PARA los azules, acostumbrados aplaudidores del grotesco señor de las cabañas, las bufonadas no les hacen mella, por el contrario, les llena de orgullo y no conformes con haber engañado a mucha gente con aquello del cambio, ahora quieren imponer a Fecal como quien supone que la gente de todo el país, incluidos los ricos en esto, fuera un puñado de retrasados mentales que no tuvieran en cuenta el mal gobierno y la vergüenza que se ha sufrido con Fox el panista.

DIRA USTED, y con razón, que no todos los panistas son Fox, pero lo que no puede negar es que Fox es panista y que en ese club todos piensan (¿?) igual. La mejor muestra de ello se puede hallar, sin mayores dificultades, en el registro y aceptación, por parte de los azules, de Demetrio Sodi, el ejemplo más acabado de lo que podría llamarse: cascajo político, para postularlo como precandidato a la jefatura de Gobierno de esta ciudad.

NO ES todo. Hay quienes aseguran en las trincheras panistas que, para colmo de todos los males, sí existen negociaciones entre el madracismo y los azules para llegar a una candidatura común, es decir, el PRIAN en todo su cinismo, o mejor dicho: todos los males juntos.

AUN NO hay nada firme, pero la desesperación ha tomado por los cabellos a los dos organismos, y hay quienes suponen, en uno y otro bandos, que la única forma de sacar algo del DF será llevando un candidato común. Dicen también que por el momento Beatriz Paredes se niega a juntarse con los azules, pero ya sabemos que la gordita es blanda y a lo mejor nos da la sorpresa.

POR LO pronto, en esta ciudad se ha iniciado una lucha callejera entre algunos de los postulantes -perredistas y panistas principalmente- a las diputaciones, senadurías y jefaturas delegacionales, que estarán en juego este año, y se han dedicado ha ensuciar todos los espacios posibles con sus horribles retratos. Unos para darse a conocer y otros para recordarnos que hace tres años, o seis, según el sapo, también estaban en los postes y en los pasacalles suplicando por el voto.

LO MALO de esto es que en los ya conocidos, como Pablo Gómez (PRD) y Federico (el cobarde) Döring (PAN), estimulan la memoria para no olvidar que en su paso por las diputaciones, que aún detentan, poco o nulo, pero muy malo fue su trabajo. Así que además de afear las calles, la campaña les puede resultar contraproducente. Ya veremos.

La sentencia de Granados

SIEMPRE QUE un amigo nos deja, que muere, se crea un silencio en nuestro entorno. Hay sonidos y palabras que nunca más se volverán a escuchar, pero cuando es amigo es fraterno, el silencio pesa y se le lleva cargando en la memoria hasta el día en que uno, también, se vuelve silencio. La voz de Agustín Granados enmudeció, vaya para él nuestro recuerdo, y para todos quienes gozamos de su vida, la sentencia alegre de su recuerdo.

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