Usted está aquí: sábado 21 de enero de 2006 Sociedad y Justicia Se desconocen derechos de niños por miedo: activistas

Los adultos temen que menores conscientes cuestionen las relaciones autoritarias

Se desconocen derechos de niños por miedo: activistas

EMIR OLIVARES ALONSO

Los derechos de los niños dan miedo a los adultos, porque cuestionan una relación autoritaria, jerárquica y cultural. Por ello se niegan esas garantías en muchas leyes, señaló Gerardo Sauri, director de la Red por los Derechos de los Niños.

En entrevista después de la presentación del Diplomado sobre los Derechos de los Niños de la Academia Mexicana de los Derechos Humanos (AMDH), dirigido a docentes de educación básica, Sauri aseveró que los profesores no ven a los derechos de la infancia como herramienta, sino como "avisos persecutorios".

El defensor de los derechos de los menores aseveró que para que éstos se puedan aplicar de manera cotidiana, deben moverse muchas estructuras, sobre todo en el ámbito escolar: "los programas de capacitación en la escuela son fundamentales, no sólo por lo que los niños van a hacer en el futuro, sino porque, al conocer sus derechos, pueden demandarlos".

Refirió que si existe una conciencia desde la infancia de que se puede sancionar a cualquier autoridad que viole garantías -padres, maestros, policías, sacerdotes-, se estará emprendiendo un cambio de paradigma en la visión que la sociedad tiene del trato a la infancia. "Ellos sienten, piensan, opinan; deben ser tomados en cuenta y darles respuesta a sus propuestas".

La AMDH impartió el diplomado sobre derechos de los niños a 100 docentes de educación básica del Distrito Federal mediante un disco compacto; 75 por ciento de los profesores aprobaron el curso.

''La escuela ya no es el elemento sustantivo de enseñanza, formación e información de los niños; ese lugar lo están ocupando ahora los medios de comunicación (sobre todo televisión e Internet)", declaró Gloria Ramírez, presidenta de la AMDH.

Sobre los menores que desertan de la escuela, expuso que no todos lo hacen por falta de recursos económicos, sino porque en ella no encuentran espacios de expresión: "la escuela aburre, reprime y humilla; no permite a los alumnos desarrollarse y termina aniquilando su capacidad de creación".

Por ello, abundó, la AMDH enfocó el diplomado a la docencia, para que se retomen los derechos de los menores y se permita mayor respeto a sus ideas, además de que los adultos aprendan a escucharlos.

Asimismo, criticó que las políticas gubernamentales no tengan un proyecto enfocado a la infancia y sólo continúen con la política asistencial que proporciona el DIF.

 
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