Usted está aquí: domingo 22 de enero de 2006 Opinión Ingresos petroleros 2005

José Antonio Rojas Nieto

Ingresos petroleros 2005

El informe oficial de Petróleos Mexicanos indica que en 2005 México exportó un volumen diario de crudo de un millón 817 mil 301 barriles, 53 mil menos que en 2004. El 83.7 por ciento correspondió al pesado Maya, cotizado a 40.53 dólares por barril, 10.75 dólares más que el año pasado. El 11.9 por ciento fue Olmeca, con precio medio anual de 53.91 dólares, casi 15 dólares más que en 2004. El casi 5 por ciento restante fue de Istmo, que se cotizó a 53.11 dólares, también 15 por encima de su cotización de 2004.

Así, nuestra mezcla mexicana de exportación promedió 42.65 dólares por barril, 11.63 dólares más que en 2004, y 15 dólares más que el precio presupuestal oficial de 27.50. Con estos volúmenes y precios, los ingresos por exportaciones de crudo alcanzaron 28 mil 286 millones de dólares. Y el volumen de derechos de extracción de hidrocarburos (renta petrolera) fue de 42 mil millones de dólares, superior en 10 mil 600 millones de dólares a la captada en 2003 y, sin duda, el mayor de toda nuestra historia petrolera. De 1965 a la fecha se acumulan 457 mil millones de dólares de 2005 por este concepto. Considerando estos resultados de 2005, se pueden compartir cuatro reflexiones sencillas.

Primera: Si bien es cierto que nuestra mezcla mexicana de exportación se elevó en 2005, subió menos que los crudos marcadores de referencia. Respecto del West Texas Intermediate (WTI) el diferencial promedio fue de 14 dólares, pues este ligero marcador promedió poco más de 56 dólares por barril. En 2004 había sido de 10.50 y en 2003 de 6.30. Curiosamente en 1998, cuando los precios descendieron como nunca, el diferencial fue similar al de este año 2005. El análisis de los diferenciales registrados en los últimos años, permite concluir que en épocas de elevación de precios, nuestro crudo (básicamente pesado) sube menos que los ligeros de referencia. Y que en épocas de descenso de precios, baja más. Pero también muestra que en una época de precios altos como la que vivimos (y seguramente viviremos los próximos cuatro o cinco años) tendremos un crudo con menor precio relativo respecto de los ligeros marcadores, justamente los que permiten a las refinerías actuales, mayor producción de gasolinas, turbosinas y diesel, productos que, a diferencia del crudo de más calidad que subió 15 dólares en 2005, se elevaron casi 20 dólares en 2004, por la alta demanda. No olvidemos, por cierto, que el sector de mayor demanda en el mundo de combustibles es, precisamente, el automotor de Estados Unidos, que representa 12 por ciento del consumo mundial de petrolíferos.

Segunda: A pesar de que el volumen de crudo producido y exportado resultó menor al presupuestado, debido el alto precio (42.65 dólares por barril), el gobierno dispondrá de 13 mil 700 millones de dólares de excedentes o renta petrolera no esperada directamente en el presupuesto. Con esto, acumulará cerca de 32 mil millones de dólares de renta petrolera mayor a la vinculada al volumen y precio de petróleo presupuestados.

Tercera: Si sumamos todos los derechos de extracción de hidrocarburos que se han captado en los cinco años de este gobierno, nos sorprenderemos. Se trata de 137 mil millones de dólares. Y sólo de renta petrolera, derivada de la fertilidad de nuestros yacimientos, básicamente del sobrexplotado Cantarell, el de nuestra zona querida del mar en Campeche.

Cuarta: A nivel mundial, es cierto que por los altos precios del petróleo, el gasto anual en petróleo derivado en un consumo cercano a 83 millones de barriles diarios y de las altas cotizaciones, alcanzó un importante valor de 1.5 billones de dólares (aproximadamente el doble de nuestro PIB de este año). Este gasto corresponde a 2.4 por ciento del producto o PIB mundial. Pero no se compara aún con lo que representó la factura petrolera en 1980 y 1981. En 1980 y 1981 con consumo mundial de 62 y 60 millones de barriles al día (luego de que en 1979 se consumieron más de 64), la factura petrolera mundial representó 5.8 y 5.4 por ciento de ese producto mundial. Esto muestra que hoy el mundo se ve menos afectado por una elevación de precios que en aquellos años, en los que las cotizaciones mundiales (WTI) alcanzaron niveles de 82 y 72 dólares de 2005, que contrastan con los 56.49 dólares por barril del año pasado.

Termino diciendo que para 2006 podemos esperar un precio medio similar al de 2005. Pero si, incluso, éste descendiera entre tres y cuatro dólares, tendríamos ingresos por concepto de renta petrolera (derechos de extracción de hidrocarburos) por no menos de 35 mil millones de dólares. Con ello, en este sexenio se habrá reunido una escalofriante cantidad cercana a 175 mil millones de dólares de renta petrolera (mayor a cualquier otro sexenio anterior). Y de éstos, 40 mil millones serán excedentes extra, no vinculados a los datos petroleros presupuestados. Y sólo se trata de la renta petrolera. La derivada de la bondad básicamente de un Cantarell que se nos agota. Lo paradójico es que en este mismo sexenio se habrán contratado cerca de 50 mil millones de dólares de inversión privada (Pidiregas) en Pemex. ¡Qué paradójico! O, más bien, ¡qué lógico con este gobierno del cambio que ya da pena!

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