Usted está aquí: domingo 22 de enero de 2006 Política Reduce Gobernación la verificación del activismo de curas; no hay dinero, aduce

Para aplicar la ley sólo tiene a 70 personas en la dirección de Asociaciones Religiosas

Reduce Gobernación la verificación del activismo de curas; no hay dinero, aduce

La dependencia basará pesquisas en informaciones periodísticas y acusaciones de laicos

FABIOLA MARTINEZ

La Secretaría de Gobernación (SG) no tiene una estructura de verificación ante el eventual proselitismo partidista de líderes religiosos.

En tal situación, sólo podrá sustentar el cumplimiento de la Ley y el Reglamento de Asociaciones Religiosas y Culto Público con base en notas periodísticas que se refieran a posibles violaciones de los ministros de culto, así como en eventuales denuncias de laicos.

La Dirección General de Asociaciones Religiosas de la SG cuenta con una plantilla de 70 empleados para desahogar múltiples trámites administrativos, derivados de las funciones que la normatividad le confiere, en su papel de auxiliar del secretario de Gobernación para conducir las relaciones del Poder Ejecutivo federal con las iglesias.

El personal resulta escaso para atender no sólo lo relativo a 6 mil 373 asociaciones religiosas registradas en el país hasta noviembre pasado (último corte), sino a las actividades de los 50 mil 443 ministros de culto contabilizados.

Como se difundió el pasado viernes, la SG consideró improcedente convocar a la comisión sancionadora que prevé la ley referida para iniciar procedimiento administrativo contra el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, quien negó haber expresado lo que consignaron la agencia Notimex y el periódico El Universal, en torno a críticas al candidato del Partido de la Revolución Democrática a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador.

El cierre del caso, por disposición de la dependencia encabezada por Carlos María Abascal Carranza, es ejemplo de la endeble situación en que se halla la autoridad frente a presuntos casos de proselitismo partidista de ministros de culto.

Es decir, bastó que el obispo negara -en comparecencia oficial- lo publicado por la prensa (nunca desmentido en su momento) para que la SG tomara la decisión de sólo extenderle un exhorto para que se apegue a lo que dicta la ley. Según el expediente del caso, Cepeda sostuvo: "lo que declaré es que se me hacía una estupidez (error) cualquier crítica que se hiciera contra ese organismo que a los mexicanos nos había costado mucho trabajo prestigiar, para que fuera desprestigiado sin ninguna prueba". Aseveró que él nunca mencionó a ningún partido en sus declaraciones, aun cuando las notas precisan exactamente lo contrario y, justo en la semana que concluye, fue fotografiado en un restaurante cuando departía con el candidato priísta a la Presidencia, Roberto Madrazo. Y la SG le creyó.

Así, otros casos podrían sustentarse también en notas periodísticas ante la carencia de una estructura de verificación, como admitió el titular de la Dirección General de Asociaciones Religiosas, Alvaro Castro Estrada, a pregunta expresa de La Jornada, a final del año pasado, días antes de que este diario conociera la información respecto al llamado a cuentas o apercibimiento a Cepeda.

Ante la insuficiencia de recursos y personal de la SG para supervisar las acciones y mensajes de los ministros de culto o las actividades dictadas desde las parroquias y templos, esta dependencia y su dirección de Asociaciones Religiosas parecen conformarse con lanzar excitativas para que desde los párrocos hasta los altos jerarcas de las iglesias acaten la norma.

El 14 de diciembre pasado, en una ceremonia de entrega de certificados de registros de asociaciones religiosas, Abascal recordó a ministros de diversas iglesias el papel que deben jugar, especialmente en 2006, conforme a lo que la ley les confiere.

"Los invito a respetar la legislación. Es por el bien de todos... Los invito a que respetemos el cauce legal, a que no hagamos en lo absoluto promoción por ningún candidato y por ningún partido político (artículo 14 de la ley referida)."

Millares de asociaciones y ministros

De acuerdo con cifras oficiales, en México están registradas 6 mil 382 asociaciones religiosas, la mayoría, 2 mil 962, católicas apostólicas romanas, mil 567 bautistas, mil 633 pentecostales, 53 espiritualistas y 21 ortodoxas.

De las "protestantes" destacan los presbiterianos, con 67 asociaciones registradas, nueve luteranos y una anglicana.

Respecto a los ministros de culto sobresalen, por la cantidad de ellos, los evangélicos con poco más de 30 mil, contra 18 mil católicos.

Como se ha difundido, los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano defienden su derecho de actuar en política, entendida ésta como "la cosa pública" y, en los tiempos electorales, promueven incluso talleres de información y promoción del voto y la participación ciudadana.

Con recursos limitados, la SG tiene que asegurar el cumplimiento de la normatividad a cargo de más de 50 mil ministros de culto, además de atender los asuntos relacionados con una veintena de funciones, entre las que se encuentran: registro constitutivo de las asociaciones; ser "amigable componedor" en la atención de conflictos entre iglesias y dentro de las mismas; atender denuncias por intolerancia religiosa, así como vigilar y autorizar la celebración de actos de culto religioso extraordinario, entre otras funciones.

 
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