Usted está aquí: martes 24 de enero de 2006 Economía Arranca el sexto Foro Social Mundial en Caracas, nueva Meca de la izquierda

Se prevé la llegada de unos 100 mil activistas provenientes de 170 países

Arranca el sexto Foro Social Mundial en Caracas, nueva Meca de la izquierda

El encuentro comenzará con una marcha contra la guerra y el imperialismo

LUIS HERNANDEZ NAVARRO ENVIADO

Caracas, 23 de enero. Caracas, ciudad capital de uno de los epicentros de la actual transformación política y social que vive América Latina, es hoy la nueva Meca de la izquierda internacional. Miles de activistas (100 mil según los organizadores) llegaran hoy a esta ciudad, provenientes de 170 países. Participarán la versión continental de la sexta edición del Foro Social Mundial (FSM).

Unos vienen en avión. Otros, provenientes de Colombia, Ecuador, Brasil y Bolivia, se desplazan en caravanas de automóviles, camionetas y furgonetas. Algunos más, incluso, planean llegar pedaleando sus bicicletas.

Quienes vuelan se encuentran con que, para llegar a Caracas deben esperar aún tres horas más, viajando a través de una angosta carretera llena de curvas y atasques, pues el camino que conectaba directamente el aeropuerto con la ciudad se encuentra dañado. Son recibidos por grupos de jóvenes entusiastas que les dan la bienvenida y los conducen a los transportes que el gobierno de Hugo Chávez ha facilitado para la ocasión.

Contra el imperialismo

Sobre advertencia no hay engaño. En uno de los países que con más fuerza ha cuestionado el nuevo hegemonismo de Washington, este 24 de enero comenzará el foro con una ''marcha contra la guerra y el imperialismo''. El tono beligerantemente antiestadunidense que la reunión adquirió en el encuentro de Mumbai, India, hace dos años, se mantendrá sin concesiones.

El encuentro en Venezuela es uno de los tres que se efectuarán en esta ocasión, en la nueva modalidad policéntrica del encuentro. El pasado jueves, en Bamako, Malí, comenzó la sesión africana del foro, y en marzo se realizará en Karachi, Pakistán, la reunión asiática.

El encuentro de Bamaka centró su atención en temas de migración, medio ambiente y militarismo. El de Caracas pondrá especial interés a los asuntos del imperialismo, la resistencia popular y la integración latinoamericana. En Karachi se hizo énfasis en la crítica del sistema de castas y el patriarcado.

Debates sobre la dinámica

El FSM es un espacio abierto de reunión, análisis y debate de los movimientos sociales, ONG y personalidades que comparten su rechazo a la globalización neoliberal y al fundamentalismo de mercado, y creen que es factible construir otras alternativas de desarrollo en el mundo.

No participan partidos políticos u organizaciones militares. El foro no llega a acuerdos ni a conclusiones, aunque sus participantes suelen hacerlo.

Esta decisión de no asumir un programa de lucha común ni de emprender campañas internacionales ha sido uno de los aspectos más controvertidos a su interior, al menos desde hace dos años. Diversas fuerzas e intelectuales han insistido en que es necesario que los asistentes establezcan formas de coordinación más centralizadas y acuerden puntos de acción a seguir. Otros más rechazan esa dinámica y proponen mantener el foro tal y como ha funcionado hasta ahora. Este punto se volverá a discutir con particular intensidad en esta sexta reunión.

Los organizadores esperan que asistan a Caracas más de 100 mil delegados y observadores, que participarán en 2 mil actividades autogestionadas, más del doble de las efectuadas en el foro de Mumbai. Sindicalistas, campesinos, ambientalistas, jóvenes, académicos, feministas y políticos de las más diversas posiciones teóricas y políticas se reunirán durante cinco días para asomarse al mundo de la resistencia al neoliberalismo. Sus trabajos se organizarán alrededor de seis páneles con ponentes designados, uno por día, y centenares de talleres, conferencias y encuentros simultáneos.

Los temas que abordarán los páneles son: Futuro del Foro Social Mundial; Estrategias imperiales, militarización y resistencias de los pueblos; Los nuevos caminos de la integración latinoamericana; Hegemonía, gobernabilidad neoliberal y movimientos sociales; Capitalismo predatorio y bienes comunes de la tierra y la humanidad; La batalla de Hong Kong y la resistencia global a la OMC y al libre y comercio y, Deuda externa, deuda ecológica: construyendo alternativas a la dominación financiera.

Como ponentes participarán reconocidos intelectuales y dirigentes sociales, algunos de ellos, colaboradores de La Jornada. Entre otros, intervendrán Francois Hautard, Samir Amin, Blanca Chancoso, Walden Bello, Silvia Ribeiro, Eric Toussaint, Lory Wallach, Oscar Oliveira, Maude Barlow y Danielle Mitterrand.

Se efectuarán además festivales de reggae y de hip-hop contra el sida, exposiciones y decenas de actividades culturales. El presidente Hugo Chávez participará en un cabildo abierto con los movimientos sociales para explicar la revolución bolivariana e intercambiar puntos de vista sobre la realidad de la región y las luchas de resistencia.

Muchas cosas han cambiado en el mundo desde que la iniciativa del foro tomó forma en enero de 2001, en Porto Alegre, Brasil. Los triunfos de fuerzas progresistas en los comicios de varios países de América Latina abrieron la puerta a la discusión sobre qué tan posible era realmente otro mundo.

Estas transformaciones se expresan también en la sede misma de la reunión. Cuatro de los cinco foros anteriores se celebraron en la emblemática ciudad de Porto Alegre, gobernada por el PT, y sede de un ambicioso proyecto de gobierno conocido como ''Presupuesto participativo''. Sin embargo, el PT perdió las últimas elecciones allí y el prestigio del petismo brasileño anda a la baja en la región.

En Porto Alegre se realizó también el cuarto foro. Allí, en una multitudinaria concentración, el presidente Lula fue abucheado mientras Hugo Chávez era ovacionado. Polvos de aquellos lodos, durante la segunda edición del foro en esa misma ciudad, el ex líder sindical brasileño había sido aplaudido a rabiar al declarar que otro Brasil era posible.

De muchas maneras el incidente marcará parte de los trabajos del foro de Caracas. El reformismo sin reformas de Lula, tan decepcionante para muchos militantes comprometidos con el cambio social, y tan aplaudido por los personeros de los organismos financieros multilaterales, se contrastará con la experiencia venezolana y el triunfo de Evo Morales en Bolivia. De cualquier manera, cinco ministros brasileños asistirán al encuentro para defender su vía.

El sexto foro será, para los movimientos sociales, un espacio privilegiado para la reflexión sobre los gobiernos progresistas en América Latina. Allí se debatirán sus avances, sus limitaciones y sus perspectivas.

La reunión de Caracas deberá ampliar lo que Inmanuel Wallerstein ha llamado el ''espíritu de Porto Alegre'', entendido como la unificación no jerárquica de la familia de los movimientos antisistémicos, para avanzar hacia la claridad intelectual, la movilización popular con consecuencias útiles en la vida de las personas y la definición de argumentos favorables para cambios a largo plazo.

Aunque desde el mundo de los negocios se dirá que el foro es un cónclave globalifóbico, la reunión misma desmentirá la acusación. El término, acuñado por Robert Z. Lawrance y Robert E. Litan, del Brooking Institution, para defender a las empresas estadunidenses y el libre mercado a ultranza, y utilizada después por Ernesto Zedillo, es ineficaz para describir el nuevo internacionalismo y las nuevas formas de cooperación presentes en la convocatoria de la reunión.

Para la izquierda latinoamericana, la reunión de Caracas será un momento privilegiado de discusión sobre el rumbo que toma el continente.

 
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