Usted está aquí: martes 24 de enero de 2006 Mundo Impulso al Mercosur con la llegada de Evo Morales

Presidentes logran avances al encontrarse en La Paz

Impulso al Mercosur con la llegada de Evo Morales

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 23 de enero. Un fuerte optimismo se advierte en los pasillos del Mercado Común del Sur (Mercosur), un día después de la asunción de Evo Morales como presidente de Bolivia, quien expresó la voluntad de su gobierno de no quedar excluido del acuerdo estratégico que en materia de energía impulsan Argentina, Venezuela y Brasil.

Funcionarios de la cancillería local convalidaron las declaraciones del embajador argentino en La Paz, Horacio Macedo, quien sostuvo que el gobierno argentino debe avanzar hacia un acuerdo estratégico en materia de energía con el país vecino. Macedo consideró que "en una obra de esa magnitud Bolivia debe estar presente. Sería una alternativa al planificado gasoducto noreste que vincularía solamente a ese país con Argentina".

La asunción de Morales, el primer presidente indígena (aymara) en llegar al gobierno en Bolivia, en un hecho también histórico en toda América Latina, volvió a dar impulso al Mercosur, después de tensiones que comenzaron a ser superadas en el reciente encuentro tripartito de los presidentes de Argentina, Venezuela y Brasil en este último país.

Los mandatarios del Mercosur esperaban la decisión que tomaría Morales para participar en el proyecto del gran gasoducto sudamericano. Además de propuestas para intensificar la agenda bilateral argentina-boliviana, también los gobiernos analizarán las acciones que tomará Morales después del anuncio de que los recursos naturales de su país "deben pasar al pueblo boliviano".

El presidente argentino, Néstor Kirchner, viajó el pasado 18 de enero a Brasil para reunirse con su par Luiz Inacio Lula da Silva, a fin de destrabar problemas aún vigentes en la relación comercial de ambos países y también decidir cómo enfrentar la situación provocada por algunas declaraciones en Uruguay que hablaban de un supuesto Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ese país y Estados Unidos.

Ambos presidentes tomaron en cuenta la posición oficial del gobierno uruguayo alejándose del TLC y ratificando su pertenencia al Mercosur, e identificaron el malestar con la realidad de las asimetrías vigentes entre los socios grandes y los más pequeños, que están decididos a superar este año. Se flexibilizó la posición con Uruguay y también hubo nuevos avances con Paraguay, cuya cancillería también ratificó una posición en favor del Mercosur.

Un día después se les unió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y se avanzó hacia la iniciativa ambiciosa de construir un gasoducto desde Venezuela hasta Argentina, que tendrá entre ocho y diez mil kilómetros y demandaría una inversión de entre 16 mil a 20 mil millones de dólares.

También se trabajó en acuerdos para explotar en forma conjunta los yacimientos de hidrocarburos del golfo argentino San Jorge y del venezolano de Orinoco entre otros temas claves como el apoyo al gobierno de Bolivia.

Una de las propuestas más importantes es el avance hacia una estrategia conjunta para requipar las empresas de fabricaciones militares, que en algunos países -como Argentina- fueron desactivadas en los años 90.

Se espera reconstruir una industria para proveer equipamiento propio y para exportar entre los países de la región y otros, lo que está vinculado precisamente a las maniobras de Estados Unidos para evitar que Brasil venda aviones de entrenamiento militar a Venezuela. Dentro de este esquema, Chávez volvió a mencionar un proyecto que lanzó hace más de un año para crear "una especie de OTAN", en alusión a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, pero en este caso como una "Organización del Atlántico Sur", diseñada por los países latinoamericanos para establecer sus propias normas de defensa. Es un tema que estudian comisiones técnicas desde hace tiempo.

Esto como su propuesta -más cercana en posibilidades de realización- de crear un Banco del Sur, como una entidad supranacional capitalizada para financiar proyectos en infraestructuras en los países de la región, que a veces naufragan por falta de medios o por los intentos de terceros países ricos de apropiarse de las ideas y apoderarse del proyecto.

De acuerdo a las ideas de Chávez -que ya había expuesto a este periódico en 2004- este Banco se convertiría en un activo prestamista para atender las necesidades de desarrollo regional, en lo económico y social. Podría contarse con el apoyo de los bancos centrales y también contribuir con reservas, como lo haría Venezuela. También podría colaborar la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

Lo cierto es que en estos momentos las posibilidades del Mercosur se ampliaron y los mandatarios no están dispuestos a perder el tiempo, según lo expresaron en Brasilia.

La presencia de todos los presidentes ayer en Bolivia permitió avanzar en algunos puntos que quedaron pendientes, esperando precisamente la asunción de Morales y hay buenos ánimos con la presencia en La Paz del mandatario chileno saliente, Ricardo Lagos, y las declaraciones de Michelle Bachelet, su sucesora, quien anunció que su primera visita será a Argentina, reivindicó el Mercosur y dijo que Evo Morales asistirá a su asunción.

"Todo esto es algo que cambia el mapa regional fuertemente y nos da un mayor acercamiento y posibilidades, fortaleciendo nuestra integración", señalan los funcionarios locales. En Brasil también se destacan los acuerdos de ese país con Bolivia y el valor histórico del momento que se vive, y el propio Lula aseguró este lunes que Morales es capaz de unir a Bolivia e insistió en la disposición de los países de la región por apoyar a La Paz.

 
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