Usted está aquí: viernes 27 de enero de 2006 Política El EZLN desecha toda posibilidad de diálogo con el gobierno foxista

Marcos visita en Tabasco a dos presos políticos zapatistas y exige su liberación

El EZLN desecha toda posibilidad de diálogo con el gobierno foxista

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Ampliar la imagen El delegado Zero planteó ayer a indígenas, en el municipio tabasqueño de Tacotalpa, la necesidad de no depender de dádivas gubernamentales Foto: Víctor Camacho

Tacotalpa, Tab., 26 de enero. Por medio del subcomandante Marcos, el EZLN reafirmó que no va a dialogar con el gobierno de Vicente Fox "porque no hay solución, y que va a seguir luchando por la liberación de estos compañeros y de todos los presos políticos" en el país.

"Sólo puede entrar él", dijo el oficial responsable del acceso a los locutorios de la cárcel pública municipal de Tacotalpa, sin pronunciar el nombre del visitante, aunque evidentemente lo esperaba. "Y tres acompañantes", agregó, franqueando el paso a miembros de la caravana y a un representante del Comité Popular Ciudadano. Bueno, lo esperaba toda la corporación policiaca de Tacotalpa, y si a esas nos vamos, buena parte de la población.

Grupos especiales de custodios vigilaban desde las torres del penal. La expectación era intensa. Desde la ciudad de Villahermosa, bajo una intensa lluvia (que causó el accidente de un automóvil -que fue golpeado por un tráiler- en el cual viajaban jóvenes seguidores de la otra campaña), el subcomandante Marcos llegó a la cabecera municipal de Tacotalpa, seguido por una larga caravana de vehículos, muchos de ellos con informantes y agentes gubernamentales, con un gran número de periodistas locales, ade- más de nacionales y de los vecinos estados de Veracruz y Chiapas.

Frente a la cárcel aguardaban al delegado Zero centenares de indígenas y no indígenas, demandando la libertad de "don Pancho" y "don Angel", a quienes se acusa de un asesinato que no cometieron, pues se ha demostrado que no se encontraban en el lugar ni a hora de los hechos, hace ya una década, en los tiempos en que arreciaba la guerra de los paramilitares en Tila, de donde son originarios los reclusos.

El delegado Zero descendió de su vehículo con aplomo y se dirigió a las rejas, rodeado herméticamente por decenas de indígenas tabasqueños que parecían hechos de una pieza. Una reja le franqueó el paso y Marcos caminó entre varios policías armados un tanto atónitos.

Se respiraba una seriedad generalizada. Fue perceptible la preocupación de los tabasqueños reunidos durante el tiempo que Marcos permaneció en el penal. Un alivio alegró su salida, con un papel en una mano, y pocos pasos más adelante, con un micrófono en la otra.

Y así fue como el subcomandante Marcos ingresó a una cárcel tabasqueña, pero sólo de visita. Y aunque cubrió ciertas formalidades para ingresar al penal, fue de hecho un acto público, una movilización de centenares de personas. Indígenas la mayoría.

"Les quiero decir unas palabras de lo que hablamos ahorita. Vine a hablar con estos dos compañeros presos zapatistas, don Francisco Pérez Vázquez y Angel Concepción Pérez Gutiérrez. Vine a traer un mensaje del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del EZLN, y les vine a decir que el gobierno de Vicente Fox había ofrecido la liberación de todos los presos zapatistas a cambio de que se tomará la foto el subcomandante Marcos con el comisionado de la paz, Luis H. Alvarez, y nosotros nos habíamos negado, y por eso seguían como lo que son, presos políticos, rehenes del gobierno, que quiere usarlos para obligarnos a dialogar". Después de permanecer casi una hora dialogando a solas con los dos zapatistas, campesinos choles, recluidos aquí desde hace nueve años y medio, el subcomandante Marcos abandonó la cárcel de Tacotalpa, y trepándose en la defensa de una camioneta de carga, informó de su encuentro con ellos.

"Les traje el mensaje de los compañeros comandantes y comandantas, y les ofrecí que se dieran de baja como zapatistas, que dejaran la lucha para que no pudieran usarlos como rehenes políticos. Los dos compañeros, padre e hijo, don Panchito Pérez Vázquez y Angel Concepción, se negaron. Dijeron que van a seguir de zapatistas y están dispuestos a seguir en la cárcel y no ser usados como instrumento de presión para obligar al EZLN a dialogar".

El proceso que se sigue en contra de estos campesinos chiapanecos y rebeldes en territorio tabasqueño "está lleno de irregularidades y trampas de la justicia. Es la misma historia que viven miles de indígenas en todo México. No se les respetan sus lenguas y se les fabrican delitos para simular que en éste país hay justicia", expresó el subcomandante Marcos.

"Ante estos dos compañeros, presos políticos, el EZLN está reafirmando ante el gobierno de Vicente Fox que no va a dialogar porque no hay solución, y que va a seguir luchando por la liberación de estos compañeros y de todos los presos políticos que hay en este país, compañeros y no compañeros de los que están en la otra campaña o no están, porque sabemos que en el gobierno eso hacen con los luchadores sociales".

Marcos manifestó que tanto Francisco Pérez Vázquez como Angel Concepción Pérez Guiérrez "están presos por luchar por la tierra y siguen presos por ser zapatistas".

Denunció que "detrás de su captura y su encarcelamiento están el ex gobernador de Chiapas y autor intelectual de la masacre de Acteal, Julio César Ruiz Ferro, y el ex gobernador de Tabasco y ahora candidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo Pintado".

Ante centenares de personas que coreaban "¡Presos políticos libertad!", el subcomandante Marcos acusó: "Esas dos personas se pusieron de acuerdo e hicieron un conflicto de límites entre los dos estados para asegurar que un hecho delictivo que se cometió en Chiapas fuera aparentemente resuelto en el estado de Tabasco".

El delegado zapatista también afirmó que en el problema de tierras "que originó el proceso de esta situación están involucrados parientes de Roberto Madrazo Pintado, y se sabe que hizo un acuerdo no sólo para dejar impune su apropiación de tierras ejidales y comunales, sino también como un símbolo de represalia y actitud ante los indígenas que luchan por sus derechos.

"El día de hoy, delante de ellos y delante de ustedes, reafirmamos que esos compañeros son presos políticos y vamos a luchar por su libertad."

Antes de bajar de una tribuna improvisada, el subcomandante notificó que el Comité Popular Ciudadano de Tabasco, que sigue el caso directamente, "tiene toda la información de las irregularidades".

Cabe señalar que la permanencia de estos indígenas choles en prisión significa que el gobierno de Vicente Fox no ha cumplido con las demandas planteadas por el EZLN al principio de su gobierno, que incluían la liberación de todos los presos políticos zapatistas y el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.

La caravana de la otra campaña reanudó la marcha para internarse en la sierra del sur de Tabasco, donde la población predominante es chol y chontal, cruzó el caudaloso río Oxolotlán y llegó al poblado Francisco I. Madero, primera sección, para encontrarse con más de un millar de indígenas que le expresaron sus quejas, demandas, necesidades y dolores, en un tono que no ha sido la constante de la otra campaña, pero que tampoco es la primera vez que se presenta.

Hicieron uso de la palabra representantes de 14 comunidades de la región. Muchos de ellos, "educados" en las mañas y prácticas clientelares del PRI (que gobierna el estado y el municipio de Tacotalpa), cayeron en la rutina de pedir caminos, puentes, tierras, drenaje, viviendas, clínicas, la clausura de empresas que producen agroquímicos y fertlizantes, tarifas de electricidad justas. Un hombre, de plano, le pidió que intercediera ante el Presidente de la República para que les cumplieran con los "programas" prometidos.

El presentador del concurrido acto, un chol de edad y gran claridad, replicó a los indígenas que el subcomandante Marcos "no viene a traer dádiva ni pedir voto; viene a pedir conciencia de lo que hay que hacer verdaderamente". Les planteó: "Hermanos, ya no debemos esperar que otro nos lo arregle, tiene que hacerse dentro de la comunidad. Nos están cambiando las leyes que protegen los derechos de la gente. Debemos hacer nuevas leyes".

Entonces tomó la palabra el jefe rebelde y dirigió uno de los más extensos y directos discursos que ha dicho en toda la otra campaña. Un Marcos poco conocido hacia fuera. Didáctico, muy indígena de tono y lenguaje, contó cómo le hacen los pueblos zapatistas ante los mismos problemas que le acababan de relatar los indígenas de la sierra.

Los hombres y mujeres escuchaban con una atención llena de sonrisas, asentimientos y sorpresas. Resultaba obvio que nunca habían oído un discurso así; que a pesar de su vecindad geográfica y cultural, no tienen claro cómo funcionan los pueblos de la resistencia zapatista. Y a la vez se reconocían en cada episodio de la vida cotidiana indígena que Marcos describía con sencillez elocuente.

El delegado Zero habló luego de la manera en que se hizo la guerra en 1994, la elección del camino pacífico para encontrarse con la sociedad civil, la recuperación de tierras en manos de los finqueros, el rechazo a las "inversiones" gubernamentales, el desencanto por los partidos políticos que hacen promesas y sólo saben subir al poder. Reseñó las experiencias de los acuerdos de San Andrés, la Marcha del Color de la Tierra, el papel de los ancianos, las mujeres y los comandantes indígenas zapatistas.

Al final, el delegado Zero no los apresuró. Les dijo que se tomen su tiempo para decidir si van a unirse a la otra campaña, pero les dejó muy claro: "El gobierno no tiene palabra, no cumple. Hay que hablar con los que son como nosotros, indígenas y no indígenas, y resolver nuestros problemas sin pedir nada".

 
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