Usted está aquí: sábado 28 de enero de 2006 Cultura Descarga creativa de Francisco Toledo y su hija Natalia en La Habana

Se abrieron dos exposiciones de arte oaxaqueño en la Casa de las Américas

Descarga creativa de Francisco Toledo y su hija Natalia en La Habana

Exponen La muerte saltarina, serie de grabados del pintor que inspiró un texto de la poeta

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen La poeta Natalia Toledo con su libro bilingüe en zapoteco y español Gendaguti ñee sisi-La muerte pies ligeros, en imagen de la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se encuentra en la capital de Cuba, donde participó como integrante del jurado del Premio Casa de las Américas en el rubro de poesía Foto: Arturo Campos Cedillo

La Habana, 27 de enero. La lengua zapoteca se deslizó suavemente en la voz de Natalia Toledo para presentar, en la Casa de las Américas, dos creaciones artísticas que son como espejos recíprocos: su cuento sobre la muerte y la colección de grabados que lo inspiró, obra de su padre, Francisco Toledo.

Escuchar a Natalia, leer su texto recién editado y observar los trazos del pintor, grabador y ceramista, fueron una sola experiencia en tres dimensiones.

La descarga de creación juchiteca ocurrió hace unos días en la apertura de dos muestras de arte oaxaqueño en la Casa de las Américas: una colectiva de ocho autores y la serie de grabados de Toledo, La muerte saltarina.

Las exposiciones prolongan las décadas de tradición de presencia pictórica mexicana en la Casa, como reseñó la directora de Artes Plásticas de la institución, Lourdes Benigni. Esta vez tienen un doble motivo: son parte del habitual programa paralelo al premio literario anual y, además, abren aquí la conmemoración del bicentenario de Benito Juárez.

Natalia narró que su padre le mostró un día los grabados que había hecho y le pidió que contara la historia. El resultado fue Guendaguti ñee sisi-La Muerte pies ligeros, un texto bilingüe, en zapoteco y en español: la muerte pone a los animales a saltar la cuerda, a ver cuál se salva.

La poeta hizo una breve presentación en zapoteco y luego en su traducción al español.

''Quise escribir este cuento en zapoteco, mi lengua natal", dijo Natalia. ''Cuando me preguntan qué lengua hablo, yo contesto 'nube'. Se preguntarán cómo se puede hablar nube. Bueno, los zapotecos dicen que su lengua desciende de las nubes: 'diidxa' significa 'palabra' y 'za', 'nube', y así como las nubes dibujan diversas formas de animales y objetos en el cielo, los zapotecos sabemos dibujar con las palabras."

Comenzó evocación de Juárez, en Cuba

Natalia Toledo vino a Cuba para participar como jurado en el premio de Casa de las Américas, en la categoría de poesía, y trajo ejemplares de su libro coeditado por el Fondo de Cultura Económica y el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, 2005.

La muestra colectiva es un vistazo a los estilos de la plástica oaxaqueña contemporánea: cerámicas y óleos del propio Toledo; ensayos sobre luminosidad en madera, de Emi Winter; figuras zoomorfas, de Sergio Hernández y Guillermo Olguín; calaveras de Luis Zárate; historietas en un acto de Damián Flores; variaciones en verde, de José Villalobos, y la serie de esculturas antropomorfas en cerámica, de Alejandro Santiago, que evocan a los emigrantes que han salido de Oaxaca.

El embajador mexicano, José Ignacio Piña, recordó que, además de escoltar al Premio Casa, las exposiciones iniciaron en La Habana la evocación de Juárez, ''el hombre universal que supo hacer de un carruaje el arca de la dignidad de una república". Pareciera cerrarse un ciclo en el tiempo, añadió, para abrirse otro ''en las relaciones entre nuestros pueblos".

 
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