Usted está aquí: domingo 29 de enero de 2006 Economía Mantienen certificación mundial selvas y bosques de Ixtlán de Juárez, Oaxaca

Programa forestal sostenible; se respeta la ecología y los derechos de trabajadores

Mantienen certificación mundial selvas y bosques de Ixtlán de Juárez, Oaxaca

Los comuneros crearon una fábrica de muebles con la aportación de $14.5 millones

VICTOR RUIZ ARRAZOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Fábrica de muebles propiedad de la asamblea de comuneros de Ixtlán de Juárez Foto: Víctor Ruiz Arrazola

Ampliar la imagen Aserradero comunal en la población oaxaqueña Foto: Víctor Ruiz Arrazola

Ixtlan de Juárez, Oax., 28 de enero. Las más de 19 mil hectáreas que comprenden los bienes comunales de Ixtlán de Juárez, entre selvas tropicales, bosques y vegetación baja, son propiedad de 384 indígenas zapotecos y sus familias, y están certificadas desde 2001 por el sello SmartWood, primer programa mundial de certificación forestal sostenible creado en 1989. La extensión es equivalente a 28 veces el tamaño de las tres secciones del Bosque de Chapultepec de la ciudad de México.

Esta certificación representa una herramienta para la conservación de los recursos naturales, ya que "a través de un sello que garantiza a los consumidores que el producto que están adquiriendo es el resultado de prácticas sustentables bajo principios y criterios, que buscan el balance ecológico, económico y social, así como el respeto a los derechos de los trabajadores y la gente local".

La comunidad de Ixtlán de Juárez se ubica a 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Oaxaca, y actualmente cuenta con 5 mil habitantes, quienes durante los pasados 55 años han ido adquiriendo conciencia de que "si hay bosque habrá comida y por ello lo cuidan", sostuvo Alberto Jesús Belmonte, gerente de la Unidad Comunal Forestal Agropecuaria y de Servicios (Ucfas).

A cuatro años de haber recibido la certificación por el manejo sustentable de sus bosques, Ixtlán de Juárez recibió en octubre de 2005 el reconocimiento de este certificador por haber sido la única comunidad, entre otras 43 localidades y ejidos con bosques certificados en México, que no ha recibido ningún tipo de recomendaciones para conservar la declaratoria, señaló Belmonte.

Los ejidatarios de este pueblo -en cuya iglesia de Santo Tomás fue bautizado el ex presidente Benito Juárez- no sólo cuidan sus bosques y selvas, sino que decidieron darle valor agregado a sus recursos naturales.

La asamblea de comuneros, máxima autoridad del poblado y representada por el comisariado de bienes comunales, es propietaria de una fábrica de muebles que en su inauguración en septiembre pasado llevaba una inversión de 19.7 millones de pesos, de los cuales 14.5 millones fueron aportados por la misma comunidad y el resto son apoyos de los gobiernos federal y estatal.

Utilizan tecnología de punta importada de Alemania e Italia

Belmonte sostiene que esta fábrica de muebles es la más avanzada en la entidad, pues cuenta con tecnología de punta importada de Alemania e Italia, con la que se elevó la calidad en su producción y ello motivó que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca les hiciera un pedido de 24 mil muebles para salones de clase.

SmartWood trabaja en México con 43 comunidades y 19 industrias forestales certificadas, con una extensión de 800 mil hectáreas de bosque certificadas, dijo Eva Fernández, gerente regional de la certificadora, cuya oficina se encuentra en la ciudad de Oaxaca.

Explicó que mediante el programa se proporciona a la comunidad de Ixtlán de Juárez asesoría técnica para el proceso de elaboración de muebles, ya que entre su misión conservacionista se ofrece capacitación, apoyo técnico y mercadeo a las comunidades, ejidos e industrias forestales certificadas.

Con lo anterior, indicó, se busca "lograr un mayor rendimiento de la madera que cortan y la capacidad técnica para elaborar productos finales que cumplan con los requisitos del mercadeo y enlaces con mercados que paguen precios justos".

Añadió que los estándares de manejo para la certificación de SmartWood requieren de prácticas de bajo impacto, la protección de los hábitats silvestres, la conservación de los recursos biológicos, y la minimización del daño al bosque durante los periodos de corta.

Los bienes comunales de Ixtlán de Juárez cuentan con una superficie total de 19 mil 310 hectáreas, de las cuales 6 mil 921 son de bosques mesófilos y de montaña. Estos son casi inaccesibles y no se tocan porque allí viven especies como el jaguar y el tapir, declaradas en peligro de extinción.

De la superficie susceptible de explotación forestal, 4 mil 461 hectáreas fueron destinadas para un área de conservación, donde se encuentran las fuentes de agua, mientras que 6 mil 832 hectáreas se destinaron para la explotación maderable.

 
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