Usted está aquí: jueves 2 de febrero de 2006 Economía Gran disparidad de precios de alimentos en el mercado interno

Las tortillas cuestan entre 4 y 7 pesos el kilo y el jitomate varía de 20 a 27 pesos

Gran disparidad de precios de alimentos en el mercado interno

La falta de control provoca oscilaciones importantes, y todo depende del lugar donde se compre

Los cárnicos son cada vez más inalcanzables

Señala Profeco las tiendas más caras

MIRIAM POSADA GARCIA

Ampliar la imagen Algunos mercados sobre ruedas y tiendas son señalados por la Profeco como los lugares más caros para hacer compras Foto: Marco Peláez

La cascada de aumentos en combustibles y alimentos durante el primer mes de 2006 hicieron más dura la cuesta de enero para los mexicanos, aunque febrero no pinta mejor.

Enero terminó con incrementos de precios en alimentos básicos, y febrero empezó con un aumento de 3 centavos por kilo de gas doméstico.

El precio de vegetales como el jitomate -ingrediente básico para detonar el efecto inflacionario denominado ''pico de gallo'' por el Banco de México-, pasó de 20 a 25 pesos por kilo, mientras que las tortillas de maíz fluctuaron entre cuatro y siete pesos por kilo, lo que representa una variación del 16 por ciento.

Asimismo, el mercado mostró gran disparidad en los precios de casi todos los alimentos, dependiendo del lugar donde se adquieran, lo cual resulta de que no hay control de precios sobre los productos porque son parte de las libres prácticas comerciales.

De esta manera, un kilo de frijol puede costar 9.80 pesos en una tienda y 16.50 en otra, mientras un kilo de bistec se encuentra entre 52 y 75 pesos, o el kilo de huevo que en algunos lugares se vende en 8.75 pesos en otros está a 14 pesos.

De acuerdo con datos recabados a lo largo de enero y reportes de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), durante los primeros 15 días del año en curso el precio de alimentos como el jitomate tipo Sinaloa se incrementó de 20 a 25 pesos por kilo, y cerró el mes en 27 pesos, según el lugar de venta.

Otros productos considerados por el Banco de México como detonantes de la inflación, como los chiles, fluctuaron entre los 40 y 65 pesos por kilo, mientras las cebollas blancas se vendieron entre 5 y 13 pesos por kilo, con variaciones a lo largo de enero.

Sin embargo, la dieta de los mexicanos se compone de algunos otros alimentos como tortillas, pan, leche y huevo, que también fueron incrementados, en contraposición con el poder adquisitivo de un salario mínimo de 48.67 pesos.

El kilo de tortillas, que en la mayoría de los hogares mexicanos es alimento básico, mostró variaciones de hasta 3 pesos, ya que en algunos lugares se vendió en cuatro o 4.78 pesos, mientras en otros llegó hasta 7 pesos.

A su vez, los bolillos se cotizaron entre 75 centavos y un peso.

El caso de la leche mostró una situación más estable, ya que las variaciones de precios reflejan más la política de los lugares de venta, que una oscilación en el mercado por cuestiones de producción; de tal forma, el litro se ubica entre 8.75 y 9 pesos.

Los alimentos cada vez más inalcanzables son sin duda los cárnicos, que durante enero mostraron variaciones de precios de casi 20 pesos por kilo, como ocurrió con la carne molida de res que se ofreció entre 39 y 68 pesos por kilo; el filete de res, entre 95 y 150 pesos, o el kilo de pollo, que algunos días se vendió en un promedio de 16 pesos por kilo y otros hasta en 25.

Lo más accesible para los consumidores son las vísceras, como la panza de res, la pata de cerdo o la cabeza, que se vendieron en promedios de 19, 16 y 11 pesos por kilo, respectivamente.

La disparidad de precios observada en el mercado es muy amplia, ya que si en un establecimiento se puede adquirir un kilo de milanesa de res en 58 pesos, en otro el mismo producto puede estar en 70.

Las tiendas señaladas por la Profeco como las más caras del mercado en la venta de cárnicos son Sumesa, Bodega Aurrerá, Mega Comercial Mexicana, Bodega Gigante, Súper G, ISSSTE, Chedraui y Superama, y algunos mercados sobre ruedas.

Los precios más altos en cuanto a lácteos, cereales, frutas y verduras se localizaron en Sumesa, Oxxo, Superama, Súper G, Gigante, 7 Eleven, Mercado de Portales, Comercial Mexicana, Bodega Gigante y Bodega Aurrerá, entre otras.

También subió el gas

Si satisfacer una necesidad elemental como la alimentación es cada vez más costoso, contar con servicios como el del gas doméstico que se encarecerá este año mes con mes, como ha sido la constante desde 2001, cuando el gobierno federal retomó el control de precios.

Para empezar 2006 la Secretaría de Economía decidió que el precio del gas doméstico se ubicaría en 8.83 pesos por kilo, y en febrero, para continuar con la escalada de precios, determinó un aumento de 3 centavos por kilo, para ubicarlo en 8.86 pesos.

De esta manera, las familias mexicanas deberán pagar 177.20 pesos por un tanque de 20 kilos de gas; 265.80 por uno de 30 kilos, y 354.40 por uno de 40 kilos.

Y lo que falta...

Durante enero el precio del litro de gasolina Magna se ubicó en 6.49 pesos y el de la Premium en 7.67, y hay que esperar el aumento cada mes.

 
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