Usted está aquí: jueves 2 de febrero de 2006 Economía La acumulación de reservas propició un desmedido ingreso de importaciones

Es viable usar esos recursos para liquidar deuda externa, considera el PRD

La acumulación de reservas propició un desmedido ingreso de importaciones

Representantes del Congreso aceptan discutir la propuesta del Banco de México

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Representantes del Congreso aceptaron discutir la propuesta del Banco de México (BdeM) de utilizar parte de la reserva internacional de divisas para liquidar deuda externa. Consideraron que la acumulación de activos, que está por llegar a 70 mil millones de pesos, ha propiciado un ''desmedido e irresponsable'' crecimiento de las importaciones de bienes de consumo e insumos para el mercado interno, que han actuado en detrimento de la planta productiva nacional.

''La Secretaría de Hacienda y el Banco de México, que integran la comisión de cambios -instancia que determina la política cambiaria del país- deben diseñar y presentar al Congreso el esquema que permita reducir la liquidez en dólares representada por la acumulación de reservas'', comentó ayer Alfonso Ramírez Cuéllar, integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. ''Es importante tomar la palabra al gobernador del Banco de México'', aunque también debe matizarse la propuesta, añadió.

El martes pasado, Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del banco central, consideró que México está en condiciones de utilizar la reserva internacional de divisas, que alcanza 69 mil 609 millones de dólares, para liquidar deuda externa. ''Creo que México bien puede utilizar una parte de sus reservas para el pago de la deuda'', declaró en una conferencia de prensa. La deuda externa neta del sector público alcanzó en diciembre pasado 67 mil 365.4 millones de dólares.

Según la propuesta hecha por Ortiz, la condición necesaria para utilizar la reserva con el fin de pagar deuda externa es que se genere un superávit fiscal que proporcione al gobierno federal los recursos para adquirir los dólares de la reserva, sin necesidad de contratar pasivos en pesos.

La propuesta de pagar deuda con reservas no es descabellada, sobre todo ahora que el país recibe importantes flujos de moneda extranjera, dijo Ramírez Cuéllar, también coordinador del área de finanzas públicas de la fracción del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados.

''Lo paradójico es que ese flujo de divisas se presenta a pesar de que México vive una crisis grave de producción y empleo y, de hecho, con la política económica actual, ese flujo de divisas no ayuda a superar la situación sino que contribuye a agravar la crisis'', añadió. Explicó que la acumulación de reservas fortalece la cotización del peso, lo que estimula la adquisición de bienes importados en detrimento de los producidos internamente.

Consecuencias indeseables

La gran disponibilidad de divisas que existe ahora, que tiene como ''consecuencia indeseable'' orientar el crecimiento del consumo de bienes importados, obedece en especial a los elevados precios del petróleo (las exportaciones de crudo sumaron el año pasado 28 mil 285 millones de dólares) y a las remesas, que en 2005 alcanzaron la cifra récord de 20 mil 35 millones de dólares.

En lo que va de este sexenio, el ingreso acumulado de divisas por exportación de petróleo sumó 100 mil millones de dólares, en tanto que los ingresos por remesas se situaron en unos 70 mil millones de dólares. Otra fuente de divisas es la inversión extranjera directa y en instrumentos financieros, que alcanza otros 100 mil millones de dólares en el periodo, mientras el turismo y el poco valor agregado generado por maquiladoras representa otros 100 mil millones, según los cálculos ofrecidos por Ramírez Cuéllar.

''En estos últimos años el Banco de México y la Secretaría de Hacienda han propiciado una política en la que las divisas disponibles propician un desmedido crecimiento de las importaciones de bienes de consumo e insumos para el mercado interno, que en conjunto en el sexenio suman unos 140 mil millones de dólares'', agregó.

La relativa estabilidad de precios, que en 2005 llevó la inflación a 3.3 por ciento, se ha obtenido en parte por esas importaciones de bienes de consumo, en un esquema ''frágil y muy vulnerable'' porque se depende de dos fuentes de dinero que no son estables ni permanentes.

Al proponer el uso de reservas para el pago de deuda, el gobernador Ortiz Martínez estaría reconociendo la necesidad de corregir las distorsiones, comentó. Y eso es cada vez más urgente, porque el impacto económico de la sobrevaluación ya es un riesgo a la soberanía y limita la posibilidad de orientar los recursos nacionales hacia actividades productivas. Eso, porque la actual valuación del peso frente al dólar afecta a la producción, restringe la recaudación y estrecha el margen para destinar recursos públicos hacia la inversión en infraestructura y el combate a los rezagos sociales, única forma de aumentar la competitividad y frenar el crecimiento de precios de manera sustentable.

''Estamos en la mejor disposición de escuchar las propuestas que al respecto haga el gobernador del Banco de México, que deberá aprovechar las circunstancias excepcionales, para inducir una verdadera reforma estructural, que permita ganar la soberanía monetaria, que sin duda sería un gran factor de competitividad'', agregó el diputado Ramírez Cuéllar.

 
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