Usted está aquí: jueves 2 de febrero de 2006 Opinión WiMax y la expansión inalámbrica

Cuauhtémoc Valdiosera

WiMax y la expansión inalámbrica

E L ORIGEN DE las redes inalámbricas (WLAN) se remonta a la publicación, en 1979, de los resultados de un experimento realizado por ingenieros de IBM en Suiza, consistente en utilizar enlaces infrarrojos para crear una red local en una fábrica. Estos resultados, publicados por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus siglas en inglés), pueden considerarse como el punto de partida en la línea evolutiva de esta tecnología.

Las investigaciones siguieron adelante tanto con infrarrojos como con microondas, donde se utilizaba el esquema de espectro expandido (spread spectrum). En mayo de 1985, y tras cuatro años de estudios, la Comisión Federal de Comunicaciones (CFC), la agencia federal del gobierno de Estados Unidos encargada de regular y administrar en materia de telecomunicaciones, asignó las bandas ISM (industrial, scientific and medical) para uso en las redes inalámbricas basadas en ese espectro. La técnica de espectro ensanchado es una técnica de modulación que resulta ideal para las comunicaciones de datos, ya que es muy poco susceptible al ruido y crea muy pocas interferencias. La asignación de esta banda de frecuencias propició mayor actividad en el seno de la industria y ese respaldo hizo que las WLAN empezaran a dejar ya el entorno del laboratorio para iniciar el camino hacia el mercado.

Desde 1985 hasta 1990 se siguió trabajando más en la fase de desarrollo, hasta que en mayo de 1991 se publicaron varios trabajos referentes a WLAN operativas que superaban la velocidad de un Mbit/s, el mínimo establecido por el IEEE 802 para que la red sea considerada realmente una LAN, con aplicación empresarial.

Las redes inalámbricas (WLAN) se componen fundamentalmente de dos elementos: los puntos de acceso y los dispositivos de cliente. Los puntos de acceso actúan como un concentrador o hub, que recibe y envía información vía radio a los dispositivos de clientes, que pueden ser de cualquier tipo, habitualmente una PC o PDA con una tarjeta de red inalámbrica, con o sin antena, que se instala en una de las ranuras libres o bien se enlazan a los puertos USB de los equipos.

La principal ventaja de estas redes, que no necesitan licencia para su instalación, es la libertad de movimientos que permite a sus usuarios, ya que la posibilidad de conexión sin hilos entre diferentes dispositivos elimina la necesidad de compartir un espacio físico común y soluciona las necesidades de los usuarios que requieren tener disponible la información en todos los lugares por donde puedan estar trabajando. A esto se añade la ventaja de que son mucho más sencillas de instalar que las redes de cable y permiten la fácil reubicación de las terminales en caso necesario.

También presentan alguna desventaja, o más bien inconveniente, que es la "baja" velocidad que alcanzan, por lo que su éxito comercial es más bien escaso, y hasta que los nuevos estándares no permitan un incremento significativo, no es de prever su uso masivo, ya que por ahora no pueden competir con las LAN basadas en cable.

El uso más popular de las WLAN implica la utilización de tarjetas de red inalámbricas, cuya función es permitir al usuario conectarse a la LAN empresarial sin necesidad de una interfaz física.

Con WiFi nos acostumbramos a la banda ancha inalámbrica (BAI). Dentro de nuestra casa u oficina nos podemos mover sin problemas y estar conectados casi siempre. "Casi", ya que el gran problema de WiFi es su alcance, con un máximo teórico de 100 metros, que se convierten en algo así como 10 metros si hay muros en su camino. Por esta razón hay una carrera por mejorar el alcance y la calidad de las conexiones de BAI, que solamente puede terminar por beneficiar a los usuarios.

Hay principalmente dos contendientes. Uno es WiMax, que sería como WiFi de largo alcance, pero que lamentablemente puede que llegue muy tarde. El otro es 3GSM, también conocido como UMTS, que sería la tercera generación (3G) de tecnología celular, que ofrece hoy conexiones hasta de 3 Mbit/s. Si creemos que el futuro de la voz es Voz sobre IP (VoIP), todo lo que nos importa es el ancho de banda.

El principal problema de WiMax es que es un estándar que aún no está concluido, por lo que hay que esperar a 2006 o 2007 para ver productos certificados, y hasta 2008 o 2010 para que se instale. Para empezar, hay que aclarar que hay dos tipos de WiMax: fijo y móvil. WiMax fijo (802.16a) vendría siendo el equivalente a WiLL, es decir, antena fija a antena fija. WiMax móvil (802.16e) sería como WiFi, que permite moverse dentro del alcance de la señal. Su principal beneficio es que usa frecuencias del espectro (2 a 5 Ghz).

WiMax es abreviatura de Worldwide Interoperability for Microwave Access, o interoperabilidad global para acceso por microondas. También es el nombre que se da al grupo 16 que trabaja sobre la directiva IEEE 802, que se especializa en acceso inalámbrico punto a punto de banda ancha. Lo que diferencia al WiMax de otras interacciones es la estandarización. Actualmente se fabrican chips para cada proveedor de equipos de acceso inalámbrico de banda ancha, lo que agrega tiempo y costos.

Técnicamente WiMax no crea conflicto con WiFi, sino que lo complementa. WiMax es una red de área metropolitana que conectará Hotspots de Wi-Fi a la Internet y proveerá una extensión inalámbrica de "última milla" para instalaciones de cable y DSL. Este estándar provee un área de servicio hasta de 50 kilómetros lineales y permite conectividad sin línea de vista directa a la estación base. La tecnología también permite tasas de transmisión hasta de 70Mbit/s, que permitirían soportar hasta 60 negocios y más de mil hogares.

De WiMax se dice que es WiFi con esteroides. Tiene el potencial para permitir que millones de personas accedan a la Internet en forma inalámbrica y barata. La cobertura del WiMax se mide en kilómetros cuadrados, mientras la del WiFi se mide en metros cuadrados.

La tecnología inalámbrica avanza imparable y, cuando todavía tratamos de asimilar que es posible conectarse a Internet sin un "cordón umbilical" que una nuestra computadora con la línea telefónica gracias a la tecnología WiFi, resulta que ya ha aparecido WiMax, tecnología que hace lo mismo pero a velocidades y distancias mayores.

La cuestión ahora es si estas dos tecnologías inalámbricas serán sustitutivas o complementarias. Los expertos pronostican la convivencia de ambas: WiFi continuará expandiéndose por oficinas y hogares, y WiMax lo hará en zonas más amplias como espacios abiertos, zonas rurales o grandes infraestructuras, acabando con las "islas" que genera el limitado alcance de WiFi. Dicho de otro modo, donde no llega WiFi llegará WiMax. En cambio, esta nueva tecnología podría ser una amenaza para el ADSL y para el cable, especialmente en los sitios "vírgenes", ya que el costo de tender una red es mucho menor (no es necesario levantar una ciudad entera para instalarla). En cualquier caso, está claro que el futuro de las comunicaciones está en la tecnología inalámbrica: se calcula que en la actualidad hay 100 mil hot spots (puntos de acceso) en el mundo, 500 por ciento más que en 2003, lo que según Gartner permitirá este año a más de 30 millones de usuarios disfrutar de conexiones inalámbricas. Sin embargo, México todavía está muy lejos de la media mundial.

Con sólo dos palabras podemos describir la promesa de WiMax: movilidad total. Sí, porque gracias a esta tecnología podremos tener acceso de banda ancha inalámbrica en cualquier punto de la ciudad a través de computadoras portátiles o teléfonos móviles inteligentes.

De hecho se espera que WiMax se transforme en un nuevo WiFi, pero para redes inalámbricas metropolitanas. ¿Por qué? Porque se trata de tecnología inalámbrica de alta cobertura.

Pero para entender bien las cosas, la diferencia entre estas dos tecnologías inalámbricas radica en su alcance y ancho de banda. Mientras WiFi está pensado para oficinas o dar cobertura a zonas relativamente pequeñas, WiMax ofrece tasas de transferencia de 70 mbps a distancias hasta de 50 kilómetros de una estación base. Por comparación, la tasa de transferencia de WiFi es de 11 mbps y la distancia hasta de 350 metros en zonas abiertas.

La clave de esta mayor cobertura permitirá que los proveedores de servicios sean capaces de ofrecer acceso a Internet de banda ancha directamente a las casas, sin tener que tender un cable físico hasta el final, lo que se conoce como la "última milla", que conecta cada uno de los hogares con la red principal de cada proveedor.

 
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