Ecosistemas altamente productivos podrían desaparecer: Laura Calva y Rocío Torres

Especialistas de la UAM piden marco jurídico que proteja biodiversidad de lagunas costeras

La contaminación en dichas zonas alcanza niveles preocupantes, agregan las expertas

LAURA POY SOLANO

Sin un marco jurídico nacional que garantice la preservación y protección de la biodiversidad de las lagunas costeras y sancione cualquier acto de "corrupción que tolere su sobrexplotación", ecosistemas altamente productivos e indispensables para el equilibrio climático desaparecerán, alterando no sólo su entorno, sino importantes factores ambientales como el ciclo del agua, aseguraron investigadoras de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Iztapalapa.

Agregaron que de los 600 cuerpos lagunares localizados en las costas mexicanas, "la mayoría están contaminados, pues aún en zonas donde sería prácticamente imposible encontrar lagunas dañadas se han localizado índices elevados de diversos contaminantes".

Laura Calva y Rocío Torres, especialistas en el estudio de sistemas lagunares e integrantes de un equipo multidisciplinario del Departamento de Hidrobiología de la UAM-Iztapalapa, afirmaron que la contaminación por hidrocarburos y bacterias "alcanza niveles considerables en la mayoría de las lagunas costeras, convirtiéndolas en focos de riesgo sanitario debido a las altas concentraciones de hidrocarburos fósiles y de bacterias coliformes que transportan aguas residuales no tratadas que se descargan en ellas".

En entrevista con La Jornada, las especialistas destacaron que la alta concentración de bacterias coliformes, generadas por descargas de desechos fecales y aguas residuales, ha llegado a niveles "preocupantes", pues se localizaron lagunas donde la proporción de bacterias, que de acuerdo con la norma mexicana debe ser de 200 agentes patógenos por 100 mililitros para agua no destinada al consumo humano, "llega a ser de hasta 10 millones de patógenos por 100 mililitros".

Torres, especialista en el estudio de calidad del agua en zonas costeras, alertó sobre los riesgos que esta contaminación representa para la salud humana, ya que "la producción nacional de mariscos está estrechamente relacionada con las lagunas costeras al ser su hábitat".

Aseguró que el crecimiento de los asentamientos humanos cerca de ecosistemas lagunares no sólo fomenta un proceso de sobrexplotación y contaminación con desechos orgánicos, "también un acelerado deterioro de su entorno, pues ante la falta de alternativas laborales y económicas, los pescadores se ven obligados a talar bosques de manglar para transformar el terreno en campos de cultivo".

La pobreza y la desinformación que acompaña el contexto socioeconómico de la población que se asienta cerca de lagunas costeras, indicó, "es otro de los factores relevantes de su deterioro", pues al desaparecer los bosques de manglares, fenómenos naturales como huracanes "no tienen ninguna barrera de contención y arrasan las costas, sus ecosistemas y a la población".

Incongruencias legales

Al respecto, Laura Calva, especialista en el estudio de contaminación de lagunas costeras por hidrocarburos fósiles, afirmó que las "incongruencias" legales con que opera la normatividad ambiental vigente, tanto en el contexto federal, como en el estatal y municipal "no tienen ninguna vinculación cuando se trata de establecer condiciones de explotación, preservación y prevención de la contaminación".

La instalación de la industria turística, es otro de los factores de riesgo, pues se aprueban proyectos "sin contar con la opinión de especialistas y sobre el posible impacto ambiental que esto generará, pues no es suficiente tener plantas de tratamiento que muchas veces funcionan sólo dos meses al año y el resto del tiempo se descargan aguas residuales sin tratar, además de las descargas clandestinas".

Señaló que en México al menos un millón 567 mil hectáreas están cubiertas por superficies estuarino-lagunares, de las cuales 892 mil se localizan en la zona del Pacífico y 674 mil en el Golfo de México, y debido a que estos ecosistemas acuáticos son considerados "altamente productivos" por su enorme diversidad de plantas, animales invertebrados, peces y mariscos -entre ellos los de mayor consumo nacional, como camarón, ostión y almeja-, consideró "urgente" iniciar un diagnóstico sobre el estado que guardan, ya que muchos de estos cuerpos de agua "no han sido estudiados a fondo, o cuentan con un sólo análisis desde hace más de 20 años".