Usted está aquí: lunes 6 de febrero de 2006 Política Las escuelas de segunda oportunidad, opción para reintegrar a jóvenes al colegio

Atienden en Italia a adolescentes que se han incorporado al hampa organizada

Las escuelas de segunda oportunidad, opción para reintegrar a jóvenes al colegio

AFP

Napoles, 5 de febrero. Tres de los barrios más pobres y peligrosos de Nápoles tienen una nueva esperanza de futuro: escuelas "de segunda oportunidad" para devolver las ganas de estudiar a los jóvenes que dejan el colegio al caer en las garras de la delincuencia organizada de la sureña ciudad italiana.

Marco Rossi-Doria es el creador de una iniciativa que ha dado frutos en los barrios de Soccavo, Spagnoli y San Giovanni-Barra, considerados feudos de la camorra (mafia napolitana).

El resultado de ocho años de trabajo son tres escuelas, en las que cada año unos 300 adolescentes de unos 14 años siguen los cursos alternativos impartidos por más de 40 educadores.

El camino de Rossi-Doria, sin embargo, no ha sido fácil ni corto.

En 1994, este profesor de enseñanza primaria puso en marcha un proyecto pionero denominado Maestro de la Calle.

Con un puñado de voluntarios se acercó a alumnos que no asistían a sus colegios en barrios conflictivos napolitanos, ofreciéndoles la posibilidad de participar en clases de recuperación y talleres artísticos.

Cuatro años después, con el apoyo de subvenciones oficiales y de los servicios sociales de la ciudad, puso en marcha Oportunidad, proyecto más amplio que supuso "un auténtico colegio para adolescentes desescolarizados", explicó Rossi-Doria.

Oportunidad quiere ser, como su nombre indica, una oportunidad para los alrededor de mil 300 adolescentes napolitanos que cada año faltan regularmente a clases o, peor aún, abandonan la escuela.

"Si un chico no logra permanecer en la escuela clásica, hay que ofrecerle otra cosa. Nuestro sistema es, al mismo tiempo, estructurado y alternativo. Dedicamos mucho tiempo a la expresión artística y al deporte. Pero también enseñamos a los jóvenes a vivir en sociedad y a enfrentar los conflictos", destacó.

Así, cuando los servicios sociales napolitanos descubren un caso grave de ausentismo escolar, lo reportan a Oportunidad y el equipo de Rossi-Doria propone al adolescente un "pacto educativo".

"Como no siempre es posible recuperar todos los años de escolaridad perdidos, nos comprometemos a ayudar al joven a lograr en un año o año y medio un título educativo equivalente y a orientarlo hacia un oficio o una formación", afirmó el educador.

A cambio, añadió, a los chicos sólo se les pide "dar prueba de buena voluntad".

El balance de la "sencilla" fórmula es positivo: 89 por ciento de jóvenes salidos de Oportunidad se reintegraron al sistema clásico escolar, mientras en 72 por ciento de los casos se siguió una formación alternativa durante al menos año y medio.

"No hay que pensar, sin embargo, que logramos llegar a todos los chicos que no quieren ir al colegio; la proporción de los que acaban en la cárcel, cometen crímenes, mueren por la droga o en peleas entre clanes de la camorra es muy elevada", aceptó Rossi-Doria.

"Nápoles es una ciudad de jóvenes, pero esa condición está desperdiciada: 63 por ciento de chicos de entre 18 y 24 años no tienen trabajo, lo cual significa el porcentaje más alto de desempleo entre las ciudades europeas", agregó.

 
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