Usted está aquí: miércoles 8 de febrero de 2006 Opinión El país de las calmas pasiones

José Steinsleger

El país de las calmas pasiones

La singularidad política y cultural de Costa Rica data de la época de la conquista, cuando chorotegas, caribes, cobicis y borucas impidieron la fácil instauración del sistema de esclavitud llamado "encomienda", evitándose así el dogal de oligarquías feroces como las de Guatemala y El Salvador.

En el periodo virreinal los ticos fueron modelando una sociedad patriarcal integrada por colonos y pequeños propietarios de fincas de café, cacao, tabaco y azúcar, quedando el banano (uno de sus principales productos de exportación) en manos de trasnacionales como la United Fruit.

Tres hechos del siglo XIX forjaron la conciencia nacional costarricense: la resistencia a la balcanización, promovida por Inglaterra; la participación activa en la causa federal, liderada por el hondureño Francisco de Morazán (1823-40), y la victoria militar sobre la Falange de los Inmortales, ejército mercenario del pirata estadunidense William Walker (1856).

Al ensayista Vicente Sáenz (Nuestra América en la cruz, Rompiendo cadenas), al novelista Carlos Luis Fallas y su célebre Mamita Yunai (1941) y al gran periodista y educador Joaquín García Monge debemos los primeros tratados de la Costa Rica profunda, calificada de "Atenas cultural" por el positivismo ingenuo y de banana republic por diarios como el River Times de Washington (1916).

Gobernada desde 1948 con fuerte acento liberal o conservador, según la coyuntura política de los partidos políticos tradicionales (Liberación Nacional, PLN; Unidad Social Cristiana, PUSC), el país centroamericano cumplirá en 2008 seis décadas de estabilidad en las que sus habitantes vivieron relativamente liberados del naufragio institucional de sus pares del continente. De ahí el escaso interés por Costa Rica, país que para los mercaderes de la información carece de "noticias" o "sucesos impactantes".

Sin embargo, en años recientes las organizaciones populares de Costa Rica han dado importantes batallas contra el neoliberalismo impuesto durante la presidencia del magnate cafetalero Oscar Arias (PLN, 1986-90), premio Nobel de la Paz por su gestión en las guerras de América Central (1987).

Vía privatizaciones, Arias facilitó la profunda crisis que en 2004 estalló al más alto nivel institucional, fuera de que el país se convirtió en importante lavador de divisas y trasiego del narcotráfico internacional. Cuatro gobernantes de la "democracia modelo" fueron detenidos o investigados en distintos casos de corrupción: Rafael Angel Calderón (1990-94), José María Figueres (1994-98), Miguel Angel Rodríguez (1998-2002) y el actual y saliente Abel Pacheco.

Otrora "Suiza de Centroamérica", Costa Rica tiene actualmente 21.7 por ciento de su población en la pobreza. Estudios oficiales indican que de 4 millones 100 mil habitantes 5.6 por ciento de los costarricenses viven en la pobreza extrema, 206 mil 680 se debaten en la pobreza y en la miseria se hallan 53 mil 941 familias, habitantes rurales en su mayoría.

A diferencia de la tecnocracia de Chile, los técnicos costarricenses que en 2004 dieron a conocer los resultados de la Encuesta de Hogares definen como pobres a las familias con ingresos por debajo de la línea de pobreza, fijada en 80 dólares al mes en la zona urbana y 63 dólares en la rural.

La crisis y la desconfianza de los jóvenes en los partidos tradicionales condujeron a la formación del heterogéneo Partido Acción Ciudadana (PAC), encabezado por Otón Solís, ex ministro de Planificación de Arias. Acorde con los vientos que soplan, el PAC lanzó la consigna del "gobierno de las madres" (énfasis en lo social) y la renegociación de los tratados bilaterales de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, América Central y República Dominicana.

"¡Todavía no se repartan nada!" fue la divisa de los electricistas, empleados del sector publico, privado y del seguro social contra los TLC, adelantando que su aprobación conducirá al país a una "confrontación social insospechada". Por su lado, el analista Juan Carlos Cruz señaló que en las elecciones del domingo pasado estuvo en juego "lo que queda del Estado social de derecho".

Entre las batallas exitosas del pueblo tico figura el desbaratamiento en 2004 de la Internacional Law Enforcement Academy (ILEA, "Academia para el cumplimiento de la ley", sic). Una vulgar escuela internacional de represores, eufemísticamente llamada Academia de Policía de Costa Rica, que en forma de enclave con privilegios de extraterritorialidad Estados Unidos pretendía montar en territorio nacional.

Las claúsulas interpretativas del convenio de la ILEA (realizadas por la Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso para que fueran incorporadas al texto del proyecto) merecieron el rechazo tajante de Washington, que dio por finalizada sus pretensiones.

En la contienda, Oscar Arias consiguió una escasa ventaja de 0.3 por ciento sobre Otón Solís. El Tribunal Supremo de Elecciones anunció que dentro de 15 días dará a conocer el resultado final de los comicios.

 
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