Usted está aquí: miércoles 8 de febrero de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Diplomacia y leyes extraterritoriales

Comparada con la postración del gobierno foxista la actitud zedillista fue casi revolucionaria

CON MUSICA DE fondo de "el patio (trasero) de mi casa es (un asunto) particular", el gobierno estadunidense ríe a carcajadas, luego de que la timorata administración Fox oficialmente redujo un asunto de soberanía nacional a una mera violación administrativa.

EL DE LOS CUBANOS expulsados del hotel María Isabel Sheraton por la aplicación extraterritorial de las leyes estadunidenses será un caso digno de estudio para los abogados, pues el gobierno del "cambio" exclusivamente sentenció -en lo administrativo- al autor material del delito, pero no al intelectual, aunque éste grita a los cuatro vientos que sí, que es él quien cometió el delito y que lo seguirá haciendo.

LOS DEPARTAMENTOS DE Estado y del Tesoro -y a quien se le solicite la confesión de parte- reconocen que ordenaron al hotel trasnacional la aplicación extraterritorial de la Helms-Burton contra la delegación cubana que en sus instalaciones se reunía con empresarios estadunidenses. Incluso, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, presu- me que "básicamente la ley estadunidense se aplica a las empresas de Estados Unidos o filiales de grupos estadunidenses, sin que importe donde estén, sea en la ciudad de México, Europa o América del Sur". En vivo y a todo color, el autor intelectual dice: "Si fui yo y qué". El autor material, el Sheraton, dijo lo mismo desde el principio, ambos en abierto escarnio de la legislación mexicana y el derecho internacional.

FELIZMENTE, MÉXICO TIENE su gobierno del "cambio" y valerosos funcionarios como el secretario Derbez y el vocero presidencial (Aguilar no Döring).

EN LONDRES, EL primero salió a decir que el gobierno foxista "no presentará alguna protesta oficial ante Estados Unidos", porque, dijo, "no violó la soberanía mexicana: fue el hotel María Isabel Sheraton de la ciudad de México el que incurrió en un caso de extraterritorialidad de las leyes; lo que hubo fue un desprecio a la legislación mexicana por el hotel... Si esto se comprueba, tomaremos las sanciones correspondientes de acuerdo con la ley. El hotel podría ser sancionado por discriminación, fraude al consumidor y por aplicar leyes que no corresponden, lo que supondría multas hasta de 5 millones de pesos". Y san, se acabó.

EN LOS PINOS, preguntaron al vocero si este asunto no ameritaba una nota diplomática, por lo menos, del gobierno de México al de Estados Unidos, y el claridoso Rubén Aguilar contestó: "sí, no, no me atrevería a hacer la afirmación que tú haces sin investigación. Un gobierno, un gobierno de leyes, está obligado a investigar antes de hacer cualquier declaración y aplicar cualquier sanción. Reitero la posición, ya quedó clara, investigación y después de la investigación la acción correspondiente... Ya fijé la posición, punto, no especulemos, no hay que especular, se investiga, el resultado de la investigación, se actuará con el rigor de la ley, en el marco de nuestras propias leyes. No especulemos, para qué se especula..."

NO HABRA NOTA diplomática, porque el Departamento del Tesoro "sólo dio indicaciones" (Derbez dixit) al Sheraton, que podrá librar la multa anunciada por Derbez si actúa inteligentemente: acusar de autores intelectuales del delito a los cubanos expulsados -quienes osaron pagar por los servicios y viandas por ellos solicitados y consumidas- de violar la soberanía estadunidense, y al portero del María Isabel de autor material por dejarlos entrar. Así, congruente como siempre, el gobierno del "cambio" podría no exigir una explicación a La Habana, sino romper relaciones diplomáticas con Cuba.

DIEZ AÑOS ATRAS, el "asunto entre particulares", como lo califica el gobierno foxista, generó un inusitado enfrentamiento entre los gobiernos latinoamericanos, canadiense y el de Estados Unidos, luego de que el Congreso de este país aprobó la Ley Helms-Burton y decidió imponerla sin más.

A MEDIADOS DE 1996, la asamblea general de la Organización de Estados Americanos aprobó una resolución que abiertamente rechazó la Helms-Burton (aunque el tema oficialmente no estaba en agenda) "por la promulgación y aplicación por uno de los estados miembros de leyes cuyos efectos extraterritoriales afecten a la soberanía de otros estados".

SUBRAYABA QUE "LA aplicación extraterritorial de las leyes internas, como pretende la Ley Helms-Burton, es una flagrante violación de la Carta de la OEA y contradice el espíritu de Miami que animó la pasada Cumbre de las Américas; se requiere un multilateralismo realista que enfrente los problemas comunes mediante el trabajo conjunto y la negociación, y no una amenaza a la convivencia internacional y la negación de los principios del libre comercio". Dicha resolución fue planteada inicialmente en el Grupo de Río, del que México es miembro, y después presentada al pleno de la OEA.

COMPARADA CON LA postración del gobierno foxista, la actitud de la administración Zedillo casi fue revolucionaria, a tal grado que junto con Canadá advirtió sobre posibles "represalias comerciales" en el contexto del Tratado de Libre Comercio. De hecho, José Angel Gurría, entonces secretario de Relaciones Exteriores y ahora flamante director de la OCDE, expresó el "firme rechazo a la Helms-Burton por ser contraria al derecho internacional; si deseamos que nuestro continente se rija por el derecho en las relaciones entre los países, debemos evitar la adopción de medidas que busquen aplicar las leyes nacionales al campo internacional".

CÉSAR GAVIRIA, A la sazón secretario general de la OEA, se pronunció contra "las tentaciones del unilateralismo y extraterritorialidad de las leyes", y el gobierno canadiense advirtió que "jamás aceptará que una potencia le imponga dónde, cómo y con quién debe comerciar".

PARADOJICAMENTE, EL OFENDIDO gobierno de Estados Unidos -por medio de Harriet Babbitt, su embajadora en la OEA- calificó la resolución de "patentemente intervencionista", exactamente lo que acostumbra hacer su país, como en México, el caso más reciente.

Ese es el contexto latinoamericano para "un asunto entre particulares".

Las rebanadas del pastel:

¿Y SI LA PROFECO se conviertiera en la Secretaría de Relaciones Exteriores?

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