Usted está aquí: miércoles 8 de febrero de 2006 Política "Desde 2004 vimos que no había garantías para los periodistas", señala El Mañana

El gobernador tamaulipeco exige al gobierno "no sacarle la vuelta al crimen organizado"

"Desde 2004 vimos que no había garantías para los periodistas", señala El Mañana

CARLOS FIGUEROA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Agentes federales resguardan las instalaciones del periódico El Mañana de Nuevo Laredo Foto: Ap

Nuevo Laredo, Tamps., 7 de febrero. Ramón Cantú Deándar, director del periódico El Mañana de Nuevo Laredo, señaló que no tiene sentido investigar la agresión que sufrió la noche del lunes su diario, cuando un grupo de personas armadas irrumpió en las instalaciones, disparó y detonó una granada de fragmentación, con saldo de un reportero gravemente herido.

"No tiene sentido investigar el narcotráfico, que es un problema internacional. Lo importante es la seguridad y salud de nuestro compañero", sostuvo Cantú Deándar, quien además de manifestar que no hay credibilidad en las autoridades, adelantó que el diario a su cargo va a cuidar la información que publique.

Las instalaciones del rotativo y el hospital San José, donde convalece lesionado el reportero Jaime Orozco Tey, continúan siendo vigilados por elementos federales, estatales y municipales, y personal del Ejército mexicano.

Orozco Tey, de 40 años de edad, recibió cinco impactos de bala, uno de ellos en la columna vertebral, y permanece en el área de cuidados intensivos del nosocomio. El personal médico espera su evolución en las próximas 72 horas, luego de la cirugía que le fue practicada anoche.

En su edición de este martes, El Mañana de Nuevo Laredo detalla que a las 19:45 horas del lunes al menos dos personas con armas de grueso calibre entraron al inmueble y dispararon desde el área de recepción hacia la redacción, para luego arrojar una granada de fragmentación.

Relata que reporteros y editores que en ese momento cerraban las secciones Local y Revista se tiraron al suelo y resultaron ilesos, mientras los encapuchados proferían amenazas. Para entonces, Jaime Orozco Tey ya estaba herido de cinco impactos de bala.

"Esta es una guerra enloquecida que no es de Nuevo Laredo ni de los medios, ni de El Mañana ni de la sociedad; sin embargo, todos padecemos las secuelas que produce la violencia", señala la nota.

En su editorial, comenta que luego de que su director Roberto Mora García fue asesinado en marzo de 2004 afuera de su casa, el periódico decidió limitar su cobertura en un intento de "autoprotegernos", pues desde ese entonces "vimos que la autoridad estaba rebasada por la delincuencia organizada y que no había garantías para los periodistas".

"¿Quién fue el responsable? No lo sabemos, pudo haber sido cualquiera. Son fantasmas. Muchas veces nos utilizan a los medios agrediéndonos para perjudicar a la banda contraria y así justificar que la supuesta autoridad ejerza más presión sobre un grupo rival. Es una forma de hacer terrorismo", finaliza.

En la capital del estado, el gobernador Eugenio Hernández Flores le exigió al gobierno federal "que no le saque la vuelta al crimen organizado" y que designe un fiscal especial para Nuevo Laredo, además de que atraiga todos los casos donde hay evidencias de acción del crimen organizado.

Por su parte, la Unión de Periodistas Democráticos y la Asociación de Periodistas de Nuevo Laredo calificaron el hecho como un ataque a la libertad de expresión y culparon a las autoridades de los tres niveles de gobierno por su ineficiencia en el combate al crimen organizado en esta frontera.

Con información de Martín Sánchez, corresponsal y Notimex

 
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