Usted está aquí: jueves 9 de febrero de 2006 Ciencias Científicos del mundo desafían ideas tradicionales sobre el sida

Se necesitan nuevas ideas contra la pandemia, afirman en reunión en Denver

Científicos del mundo desafían ideas tradicionales sobre el sida

Más eficaz, tomar un coctel de potentes antirretrovirales desde las primeras fases de la enfermedad, y no cuando aparezcan síntomas severos, concluye un estudio

AFP

Ampliar la imagen Una mujer africana, de 32 años, se realiza la prueba de detección del sida en un hospital de Botswana. Ella es el único sustento de sus dos hijos, sus padres y dos hermanos menores y quieres estar segura de que está libre del mal Foto: Ap

Denver, 8 de febrero. Veinticinco años después del surgimiento del los primeros casos de síndrome de inmunodefiencia adquirida (sida), la comunidad científica reconoce la amplitud del desafío para poner a punto una vacuna capaz de enfrentar un virus cambiante o medicamentos que puedan curar la infección.

"Crear una vacuna para impedir la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o al menos limitar el potencial patógeno representa uno de los mayores desafíos de nuestra época", dijo Bette Korber, investigadora de los Laboratorios Nacionales de Los Alamos (Nuevo México) en su discurso de apertura de la 13 Conferencia Anual sobre los Retrovirus (CROI).

"El virus de inmunodeficiencia humana es extraordinariamente variado en el mundo, evoluciona rápidamente incluso en un solo individuo infectado y muta para escapar de las defensas inmunitarias del organismo durante una misma infección", añadió ante los aproximadamente 3 mil 900 investigadores y médicos de todo el mundo reunidos del 5 al 8 de febrero en Denver (Colorado) para la principal conferencia científica sobre el sida.

Admiten carencias

"Creo que necesitamos nuevas ideas para combatir una enfermedad contra la cual todavía no existe una vacuna eficaz", observó por su parte el doctor Stephen O'Brien, investigador del laboratorio de estudios de la diversidad del genoma humano en el Instituto Nacional del Cáncer, durante una conferencia de prensa al margen del encuentro del CROI.

La comunidad científica reconoce que aún no hay fármacos que curen la infección, "y los antirretrovirales que hemos desarrollado" para reducir la carga viral "producen efectos secundarios" serios de toxicidad así como a nivel cardiaco y del metabolismo, añadió.

"Y todo eso no puede ser satisfactorio para las 40 millones de personas infectadas en el mundo", de las cuales 3 millones mueren cada año, añadió este investigador, expresando la esperanza de que un día las investigaciones en curso desemboquen en hallazgos que permitan vencer la pandemia.

Más de 90 por ciento de los casos de infecciones de sida están en países en desarrollo, sobre todo en Africa subsahariana, donde la pobreza y la falta de infraestructura médica vuelven muy difícil el acceso y triterapias antivirales (combinación de tres drogas) que permitan contener el virus.

La búsqueda de una vacuna ha dado lugar a unos 60 ensayos clínicos en los últimos años para poner a prueba unas 30 fórmulas. En mayo de 1997, el entonces presidente estadunidense Bill Clinton asumió como prioridad nacional la puesta a punto de una vacuna en los siguientes 10 años.

Una de las pistas potencialmente prometedoras para producir una vacuna que proteja contra todas las variedades del virus consiste en detectar fragmentos comunes de la mayor cantidad posible de cepas del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), capaces de activar la inmunidad celular contra este patógeno extremadamente variable.

"Los resultados teóricos hacen pensar que una pequeña cantidad de proteínas podría tener el potencial de brindar una protección global contra el VIH", observó Bette Korber.

Por su parte, el Instituto Pasteur, que también trabaja en esta dirección, lanzó un proyecto financiado en parte por el Instituto Nacional estadunidense de la salud que busca elaborar una vacuna contra el sida a partir del inmunizante contra el sarampión, cuyo genoma del virus atenuado es combinado con dos o tres genes del VIH.

La ventaja de este enfoque es el precio moderado de producción de la vacuna, ideal para los países en desarrollo más afectados por el síndrome, subrayó el instituto.

La manera más eficaz de luchar contra el virus del sida y de reducir los riesgos de complicaciones es comenzar tomando un coctel de antirretrovirales poderosos lo antes posible tras el inicio de la infección, según un estudio presentado el martes.

Terapias tempranas

"Comenzar una terapia con un tratamiento antirretroviral altamente activo (HAART) desde el inicio de la infección podría reducir de manera importante los riesgos de efectos secundarios serios vinculados con estos medicamentos", explicaron los investigadores en la reunión anual del CROI.

Esta investigación cuestiona las recomendaciones actuales de la medicina, según las cuales los seropositivos deberían esperar a tener síntomas severos antes de iniciar estos tratamientos debido a su toxicidad, que puede provocar serias complicaciones, como un bloqueo del funcionamiento de los riñones.

Las conclusiones de esta investigación más bien apoyan la teoría cada vez más extendida según la cual es preferible comenzar con esta terapia cuando el sistema inmunitario de la persona seropositiva todavía es relativamente fuerte.

Los investigadores descubrieron que los seropositivos que comienzan a tomar un coctel de antirretrovirales pronto y siguen el tratamiento sin descuidarlo tienen 60 por ciento menos riesgos de fallas renales y de lipoatrofia, una regresión localizada o generalizada de los tejidos adiposos del organismo. Los riesgos de neuropatia periférica, otra posible complicación que afecta el sistema nervioso, también se vieron reducidas 30 por ciento.

"La sorpresa en nuestro estudio es que si un enfermo no desarrolla problemas de toxicidad en los primeros seis a 12 meses de tratamiento con antirretrovirales, el riesgo disminuye", subrayó Kenneth Lichtenstein, médico de la Universidad de Colorado.

Lichtenstein e investigadores de los Centros Federales Estadunidenses de Control y de Prevención de Enfermedades (CDC) analizaron los expedientes médicos de 2 mil 304 personas infectadas con sida en ocho ciudades estadunidenses.

Ninguno de los antirretrovirales destruye el virus del sida, pero suprimen casi totalmente su carga viral.

Unos 40 millones de personas estaban infectadas en el mundo con el virus (VIH) en 2005, según las más recientes estimaciones de Onusida.

 
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