Usted está aquí: domingo 12 de febrero de 2006 Opinión Atentado contra nuestra historia

Antonio Gershenson

Atentado contra nuestra historia

En medio de una falta de información pública e incluso con versiones, en el mejor de los casos, inexactas, se suprimieron como días de descanso obligatorio los siguientes:

El 5 de febrero, como aniversario de la Constitución de 1917. En su lugar, el día de descanso obligatorio será el primer lunes de febrero.

El 21 de marzo, como aniversario del natalicio de Benito Juárez, en este caso a partir de 2007 por tratarse, este año, del 200 aniversario de ese suceso. En su lugar, se descansará el tercer lunes de marzo.

También se suprimió como descanso obligatorio el 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana. En su lugar, se descansará el tercer lunes de noviembre.

Hay que dejar claro que esto no está directamente relacionado con la coincidencia de los días festivos ya existentes con un día de fin de semana. Si el 5 de febrero, por ejemplo, cae en martes, no será ese martes el día de descanso obligatorio, sino el primer lunes de febrero, que en ese caso sería el día 4 de ese mes.

Se ha puesto como pretexto el turismo, el crear fines de semana largos. Para eso han estado los "puentes", y si de eso se trataba se pudieron oficializar los puentes o algunos de ellos. De hecho, eso ya está en el calendario de la SEP vigente. El 21 de marzo es martes en este año, y el lunes se pone como día de descanso, para "hacer puente" aquí sí, con el título de "suspensión programada por sucesión de días inhábiles". Tal vez algunos negociantes del turismo ayudaron con la maiceada a que esta reforma saliera, pero quienes lo diseñaron así fueron de la derecha más caníbal.

¿Los verdaderos blancos de la medida? La Constitución de 1917, que ya no halla la derecha cómo cambiar, al no tener los dos tercios de mayoría, para poder vender a gusto el resto del país, empezando por el petróleo. Es más, el artículo 27 dice que "tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos y gaseosos, o de minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hubieran otorgado". Toda la política vigente es, entonces, anticonstitucional. La Revolución Mexicana, que abrió todo un proceso en el que la derecha ha sido muy golpeada en diferentes formas. Y el natalicio de Benito Juárez, quien institucionalizó la separación de la Iglesia y el Estado, y tomó una serie de medidas, como educación laica, matrimonio civil y otras que son muy importantes para la vida diaria de los mexicanos. Eso, para no hablar de su forma modesta de vida y de gobierno, que ha de molestar a los adictos a los lujos de Los Pinos.

Ningún día festivo con tinte u origen religioso fue blanco de la medida. No digo que debiera serlo, considero que los días de descanso obligatorio deben quedar como estaban; pero lo menciono para precisar más el origen político de la medida. Y hay que hacer notar que, si bien la derecha panista es partidaria de este tipo de medidas, antes el PRI no votaba por cambios legales que apuntan en este sentido: o se ha derechizado aún más, o de plano ya no le importan los planteamientos básicos que dieron origen a ese partido.

En el medio sindical hubo medidas de resistencia y, por ejemplo, el Sindicato Mexicano de Electricistas sí trabajó el lunes 6 de febrero.

Aunque habrá tareas más relevantes, creo que en cuanto empiece el próximo sexenio, se deben revertir estos cambios. Al fin que la derecha ni de chiste va a prevalecer en las elecciones del 2 de julio. Es de elemental justicia para quienes formaron parte importante de nuestra historia y de las conquistas que la derecha nos quiere, una y otra vez, arrebatar.

 
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