Usted está aquí: martes 14 de febrero de 2006 Cultura La falta de diálogo impide crear un movimiento teatral nacional

En el país prolifera más el oficio y escasea lo artístico, deplora Luis de Tavira

La falta de diálogo impide crear un movimiento teatral nacional

El ámbito de la enseñanza escénica vive una Babel de conceptos y términos, señala el director

Propone articular un discurso pedagógico mexicano al margen de técnicas deslumbrantes

CARLOS PAUL

Ampliar la imagen Los artistas mexicanos solemos ser certeros para señalar los rasgos más urgentes del estado cultural del país, pero después no somos igualmente coherentes en las acciones, expresa De Tavira Foto: Luis Humberto González

El ámbito de la pedagogía teatral en el país es, en la actualidad, ''una Babel de términos y conceptos", en el que no existe un diálogo, y eso ha imposibilitado se genere un movimiento teatral nacional.

Los diversos esfuerzos que se hacen en el interior del país para un mejor desarrollo del hecho escénico a escala nacional se encuentran desarticulados debido, entre otras cuestiones, a la existencia de muchos creadores escénicos improvisados para la formación de actores, así como a que no se han aplicado las acciones apropiadas para la descentralización del quehacer cultural, explicó el maestro Luis de Tavira, quien encabeza el Centro Dramático de Michoacán, cuya sede se encuentra en la ciudad de Pátzcuaro.

Improvisaciones e intrusos

El pasado enero, en dicho centro académico concluyó el diplomado Pedagogía del arte de la actuación, en el que participaron 25 maestros, provenientes de 13 estados; tuvo una duración de casi medio año.

Esa actividad, a escala nacional, sirvió para impulsar un diálogo entre docentes de diferentes estados, así como para ''encontrar un consenso sobre la educación artística y pedagógica en torno de la actuación, de donde ahora podrá desprenderse una agenda de reflexión encaminada a acercar a las escuelas mexicanas dedicadas a esa disciplina.

''Los artistas mexicanos -prosiguió Luis de Tavira- solemos ser certeros para señalar los rasgos más urgentes del estado cultural del país, pero después no somos igualmente coherentes en las acciones.

''Decimos que es urgente e imprescindible profesionalizar, a escala nacional, a los hacedores del teatro, debido a que la realidad está enormemente desnivelada y porque urge también objetivar las condiciones profesionales del hacedor del teatro, cuyo ámbito suele estar plagado de improvisaciones e intrusos, lo que perjudica, vicia y deforma ese arte, situación a la que hay que poner un remedio", advierte.

Al respecto, la cuestión para el reconocido creador escénico es, por un lado, crear las instancias de profesionalización, las cuales, manifestó, ''a escala nacional no existen, sino que son sumamente escasas y caóticas, contexto pedagógico en el que cabe preguntar: ¿quién forma a los formadores en el arte de la actuación?, que son a su vez personas improvisadas, con buenas intenciones, pero que no son pedagogos".

Más que educar, formar

A diferencia de otras profesiones, señaló De Tavira, ''la pedagogía de la actuación es algo sumamente delicado, porque aquí no se trata de la transmisión de determinada información o de ciertas metodologías para un bien hacer, sino que se trata de formar al sujeto, más que educar.

''El arte de la actuación es el arte de la personificación, y por ello se trata de formar a la persona, que a su vez es el aspirante a la más ambiciosa de todas las artes.

''En el caso de la actuación, se trata de uno mismo, es decir, ningún artista pretende tanto convertirse a sí mismo en la obra de arte."

En México, deploró, ''ha proliferado más el oficio y ha escaseado el arte. No es que falte quien se dedique a la pedagogía del actor; lo que ha sucedido es que no existe un diálogo pedagógico, a lo que se añade la urgente necesidad de descentralizar las acciones culturales, pues casi cualquiera que quiera vivir de ser actor se ve necesariamente conminado a emigrar a la capital, lo que ha despojado de cuadros talentosos al interior del país".

Existe, asimismo, ''una tremenda desconexión entre lo que se hace teatralmente en cada uno de los estados y, por ello, estamos inmovilizados, es decir, no generamos un movimiento nacional.

''Ese hecho, lo que ha provocado en el ámbito de la pedagogía teatral, es la existencia de una Babel de términos y conceptos", explica De Tavira.

Por ello, la creación y continuación de dicho diplomado -conjuntamente con el de Actuación dramática para la profesionalización teatral, que concluirá en julio próximo- tienen como propósito ''conectar a los distintos hacedores del interior del país en torno de un problema común, que es la formación de actores, con base en nuestra idiosincrasia, con contenidos muy distintos a los que se proponen en ciudades como Moscú o Nueva York".

Por recuperar las intuiciones

"Estoy convencido -concluyó De Tavira- de que existen los elementos que nos permitirían hablar de una escuela mexicana de actuación.

''Existe tradición y sabiduría; lo que sucede es que no se ha explicitado, y para ello hay que articular el discurso pedagógico mexicano, hay que recuperar las grandes intuiciones, hay que dejar de seguir importando técnicas deslumbrantes que llegan de fuera y que nada tienen que ver con nuestra idiosincrasia artística."

En este momento, el maestro Luis de Tavira, junto con otros creadores, prepara el diseño de una nueva convocatoria para ambos diplomados, la cual se tiene planeado publicar en julio próximo.

 
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