Usted está aquí: martes 14 de febrero de 2006 Política No puedo dar gracias por haber sido secuestrada: Nelly Esper Sulaimán

La sobrina del presidente del CMB estuvo plagiada un año, ocho meses y 12 días

No puedo dar gracias por haber sido secuestrada: Nelly Esper Sulaimán

La joven asegura que sus captores la trataron bien; se desconoce el monto del rescate

El domingo pasado terminó uno de los secuestros más largos de la historia de México, el de Nelly Catalina Esper Sulaimán, quien fue liberada después de un año, ocho meses y 12 días.

Sobrina del presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), José Sulaimán, Nelly Catalina Esper tenía 28 años de edad cuando fue raptada por dos sujetos armados el 20 de mayo de 2004 en Ciudad Valles, San Luis Potosí. Su familia es propietaria de una cadena de tiendas de autoservicio.

En su noticiario De una a tres, Jacobo Zabludovsky entrevistó inicialmente a José Sulaimán, quien en ese momento se encontraba en casa de su sobrina, en San Luis Potosí, y afirmó desconocer el monto que se pagó por el rescate, pero que, de acuerdo con Nelly Catalina, durante su cautiverio fue tratada y alimentada bien por los plagiarios, quienes la dejaron en libertad en Tampico, de donde viajó a su domicilio.

Ya se encuentra con su padre, Antonio Esper Bujaidar, ex presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional, y su madre, única hermana del presidente de la CMB.

Minutos después, Zabludovsky entrevistó a Nelly Catalina. El diálogo se transcribe en forma textual:

Nelly Catalina Esper Sulaimán (NCES): ¿Bueno?

Jacobo Zabludosky (JZ): ¿Cómo está, Nelly Catalina?

NCES: Señor, muy, muy feliz de estar con mi familia.

JZ: Después de un año, ocho meses y 12 días de secuestro, ¿cómo vio a su familia, cómo...?

NCES: No, pues la verdad, cuando los volví a ver se me borró la pesadilla que pasé y el verlos sobre todo que estaban vivos y esperándome, como me recibieron, me hizo sentir el día más feliz de mi vida.

JZ: ¿Recuerda usted el momento de su secuestro, Nelly?

NCES: Sí.

JZ: ¿Cómo fue?

NCES: Pues dos personas me bajaron de mi coche en un alto, y me subieron en un vehículo, pues cubiertos, y ahí empieza la pesadilla, así fue.

JZ: ¿Qué le dijeron? ¿"Estás secuestrada"?

NCES: "Este es un secuestro."

JZ: ¿La golpearon?

NCES: No, nunca.

JZ: ¿Le pusieron alguna capucha o una venda?

NCES: Sí, un paño, un trapo en los ojos.

JZ: ¿Y adónde la llevaron?

NCES: Pues como estaba cubierta, y realmente yo abajo, o sea, acostada en el piso del vehículo, no supe distinguir hacia qué rumbo; no, pero sólo eso.

JZ: ¿Y dónde la tuvieron?

NCES: En una casa.

JZ: ¿La cambiaron de casa o siempre en la misma?

NCES: En la misma.

JZ: Entonces ¿estuvo usted un año, ocho meses y 12 días en el mismo cuarto?

NCES: Sí.

JZ: Ese cuarto ¿tenía baño, tenía cama? ¿Qué tenía?

NCES: Como que acondicionaron un lugar especial para mí, hecho con cartón negro. Es lo que recuerdo, y ahí sólo podía salir un poquito al baño, que estaba al lado, y el cuarto no se veía más que uno negro que acondicionaron para mí, de cartón.

JZ: ¿Sabe usted si había otros secuestrados ahí junto?

NCES: No lo sé, pero yo creo que no.

JZ: ¿Vio usted la cara de sus secuestradores y de quienes la tenían ahí cautiva?

NCES: No, no, porque era la manera de sobrevivir.

JZ: ¿No verlos?

NCES: Ajá.

JZ: ¿Qué le daban de comer?

NCES: De todo, comida normal, carne, pollo, huevos...

JZ: ¿Tenía usted radio o televisión?

NCES: En ocasiones me permitían ver la televisión, telenovelas.

JZ: ¿Qué le decían a usted sobre su posible liberación?

NCES: Realmente nunca nada, ninguna fecha específica, hasta el final, cuando solucionaron las cosas, me dijeron: "ya te vas".

JZ: ¿Tenía usted conciencia del paso del tiempo o no?

NCES: Sí, sabía cada minuto.

JZ: ¿Cómo notaba usted los días para ir contándolos?

NCES: La verdad yo nunca perdí... Sabía que me capturaron un domingo y enseguida sabía que era lunes, martes, miércoles... La verdad nunca perdí el sentido del tiempo.

JZ: Nelly Catalina, ¿tiene usted rencor hacia sus secuestradores o gratitud?

NCES: Rencor no puedo sentir, porque en este momento me siento muy feliz con mi familia, pero tampoco mi actitud...

JZ: Se lo pregunto porque entre muchos que padecen la misma experiencia de usted hay un reacción de dar gracias porque la dejaron viva. Se llama síndrome de Estocolmo.

NCES: Sí lo conozco. Claro que doy gracias porque estoy ilesa y no tuve ningún tipo de maltrato físico, pero, bueno, no puedo dar gracias por haber sido secuestrada.

JZ: Nelly Catalina, ¿cómo se enteró usted de que sería liberada y cómo la liberaron?

NCES: Unas horas antes de ser liberada me dijeron: "ya te vas", y comenzaron a prepararme ropa, me cubrieron totalmente los ojos para que yo no viera nada de nadie, en una calle me soltaron y me quité los parches de los ojos, y me dijeron: "camina hacia enfrente sin voltear atrás", y obviamente con la amenaza de que si volteaba hacia atrás venía un balazo, y seguí las indicaciones perfectamente. Caminé hacia el frente y por ahí compré una tarjeta telefónica y llamé a mi casa.

JZ: ¿Le dieron dinero para eso?

NCES: Para la tarjeta sí.

JZ: Y llamó usted a su casa. ¿Quién contestó?

NCES: Mi papá.

JZ: ¿Y qué dijo?

NCES: La (inaudible) muy grande.

JZ: Y después.

NCES: Le dije que ya estaba libre.

JZ: ¿Fue por usted?

NCES: Sí.

JZ: ¿Llegó usted a su casa y vio a su mamá?

NCES: Sí.

JZ: ¿Eso fue anoche?

NCES: Ayer en la mañana.

JZ: ¿Y cómo pasó el día?

NCES: Muy eufórica, con ganas de ver a mi familia.

JZ: ¿Qué va a hacer ahora?

NCES: Vivir.

JZ: ¿Tiene usted alguna profesión?

NCES: Sí, soy licenciada en derecho.

JZ: ¿Va a ejercer la profesión?

NCES: Me dedico al comercio.

JZ: ¿Cuál es su nombre completo?

NCES: Nelly Catalina Esper Sulaimán.

JZ: No sé si usted quiere agregar algo, algunas personas la están escuchando a través de este programa De una a tres.

NCES: Sólo dar las gracias a las personas que nunca me dejaron sola y que ahora que estoy afuera me di cuenta de que estuve más acompañada que nunca, y le doy muchas gracias a Dios por tener la familia que tengo y las personas que me quieren nunca me fallaron.

JZ: Gracias, Nelly Catalina.

NCES: Gracias a usted.

JZ: Un año, ocho meses y 12 días de secuestro que terminaron ayer en la mañana.

 
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