El sindicato acepta aumento de 4 por ciento; reducen jornada y crean más plazas
Concluye sin huelga estira y afloja en RTP
El organismo del GDF sustituirá 250 autobuses
Posturas encontradas de trabajadores
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A las tres de la tarde, todavía sin acuerdos, trabajadores de RTP bloquearon las calles Doctor Río de la Loza y Doctor Vértiz
Foto: Yazmín Ortega Cortés
Minutos antes de vencer el plazo fijado por el sindicato, se conjuró la huelga en la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), al aceptar un aumento salarial de 4 por ciento, la reducción de la jornada laboral a 40 horas, la creación de 400 nuevas plazas y la sustitución de 250 unidades.
Sus 100 rutas y mil ramales, sin embargo, serán reforzados este día con 2 mil microbuses y 420 autobuses que portarán una cartulina con la leyenda "transporte emergente", al suspender el programa Hoy no circula, cobrando una tarifa de dos pesos sin importar la distancia recorrida, informó el secretario de Transporte y Vialidad, Francisco Garduño.
"Se trata de una situación extraordinaria, donde todo el servicio concesionado circulará, pues la hora límite para determinar si se levantaba o no eran las 22 horas del miércoles y no podíamos dejar la prestación del servicio a los resultados de una negociación laboral, lo cual beneficiará a los 700 mil usuarios de RTP al contar con una mayor oferta de servicio; el viernes las cosas volverán a su lugar", argumentó.
Tras nueve horas de negociaciones, interrumpidas por un receso de 90 minutos para que los trabajadores elaboraran una contrapropuesta, pues su pliego petitorio estaba por encima de las posibilidades financieras del organismo, empezaron a darse los primeros acuerdos en torno a la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas, que representará una erogación para la administración capitalina de 50 millones de pesos.
La creación de 400 nuevas plazas y la incorporación de 250 nuevas unidades, en sustitución de igual número que se encuentran en malas condiciones y provocan que la prestación del servicio sea deficiente, en muchas de las ocasiones, fueron otras de las propuestas aceptadas por la representación sindical encabezada por Clemente Estrada Jiménez, y ocho integrantes del comité que lo acompañaron en las pláticas.
El estira y afloja, sin embargo, se concentró en el incremento salarial solicitado, primero de 7 por ciento y luego de cinco, aunque las autoridades se mantuvieron en cuatro puntos porcentuales hasta el final, argumentando la falta de recursos económicos, aun cuando a los trabajadores de los Servicios de Transportes Eléctricos sí les otorgaron dicho porcentaje.
"Las autoridades capitalinas fueron en contra de su propia política salarial, manteniendo una diferencia entre los transportistas de ambos organismos, lo cual consideramos injusto porque nuestras percepciones son menores a las de ellos; sin embargo, hicimos un gran esfuerzo y logramos mejoras importantes para nuestros 2 mil 993 representados", afirmó al término de las negociaciones celebradas en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
Afuera del edificio, ubicado en Doctor Río de la Loza, los más de 300 trabajadores que mantenían cerrada la circulación desde las 15 horas, de avenida Niños Héroes hasta Eje Central, tuvieron actitudes encontradas. Unos festejaron los "avances logrados, que evitarán que muchos de nosotros vayamos a la calle en busca de empleo, cuando tenemos más de 40 años y secundaria máxima", mientras otros exigían la colocación de las banderas rojinegras en los centros de trabajo.
Los representantes de los diversos módulos en las mesas instaladas sobre la avenida, donde les tomaron lista mediante el llenado de un talón con su nombre, firma, módulo y número de credencial, para evitar un descuento de 185.25 pesos en su talón de pagos, calmaban los ánimos y solicitaban la comprensión de los compañeros, ante la difícil situación económica que vive el país y la necesidad que todos tienen a contar con un ingreso seguro.
Sin embargo, varios de los trabajadores denunciaron que su salario semanal de 564.08 pesos, tras los descuentos, es insuficiente por seis días de trabajo, ante la negativa de la directora del organismo, Luz Elena González, de pagar horas extras y la obligatoriedad de pagar los daños causados a la unidad en caso de accidente, porque únicamente se cuenta con un seguro de daños a terceros.