Usted está aquí: viernes 17 de febrero de 2006 Economía Deficiencias en franquicias de Pemex propicia robo de gasolina

Diagnóstico de Profeco, SAT y la petrolera revela adulteración de combustibles

Deficiencias en franquicias de Pemex propicia robo de gasolina

Auditorías a estaciones de servicio mostraron manipulación de bombas, irregularidades en facturación, compras no declaradas, depósitos no registrados y deducciones sin comprobación

ISRAEL RODRIGUEZ

La anarquía prevaleciente en las gasolineras por el despacho de litros incompletos, el robo y adulteración de combustibles, se debe a las deficiencias del actual contrato franquicia diseñado por Petróleos Mexicanos (Pemex), el cual carece de sanciones intermedias y no impone obligaciones relacionadas con el mercado ilícito de combustibles, acentuado por la falta de control sobre la inviolabilidad del diseño de los dispensarios.

Asimismo, en diversas auditorías que han realizado las autoridades de manera aleatoria a casi 300 estaciones de servicio, se detectaron irregularidades que van desde la facturación no declarada, depósitos bancarios no registrados en la contabilidad, compras de combustibles también no declaradas y deducciones sin documentación comprobatoria.

Mientras el gobierno federal y el gremio de los gasolineros organizados han declarado una tregua para suscribirse al nuevo contrato franquicia que facilitaría un estricto control para evitar el fraude a los consumidores, evasión fiscal y probable lavado de dinero, un amplio diagnóstico elaborado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Pemex y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), revela que la mayoría de los dispensarios de las estaciones de servicio ''son manipulados en la parte electrónica''.

Adicionalmente, la mayoría de las casi 7 mil 200 estaciones de servicio diseminadas en todo el país opera con máquinas despachadoras chatarra, dado que gran parte de estas bombas son descontinuadas y fueron importadas de Estados Unidos, cuando se redujo el número de estaciones de servicio en aquel país.

También la vida útil de los dispensarios se ha alargado por encima de 10 años, ya que existen aparatos con más de 15 años de operación y el 90 por ciento de ellos no cuentan con aprobación de modelo o prototipo. Asimismo, 50 por ciento de los dispensarios en operación no son regularizables, de acuerdo con las normas oficiales vigentes.

Los dueños de las gasolineras se han opuesto tajantemente a incorporarse al nuevo contrato franquicia elaborado por Pemex-Refinación, argumentando que no tienen el capital para sustituir los dispensarios por nuevos aparatos que tienen un costo de entre 7 mil y 10 mil dólares por unidad. Insisten en que se aumente el margen de comercialización a 10 por ciento, muy por encima del 6.5 por ciento que ofrece Pemex.

Pese a que los propietarios de las estaciones de servicio reiteradamente han afirmado que no tienen recursos para modernizar sus gasolineras, su número ha aumentado 35 por ciento en lo que va de la presente administración gubernamental al pasar de 4 mil 725 en 2000 a 7 mil 200 al cierre de 2005.

El amplio estudio titulado Estrategia para el control de la cadena de distribución y venta de combustibles, señala que de un total de las 7 mil 140 gasolineras, el 86 por ciento de los consumidores no confía en las estaciones de servicio.

El grupo interdisciplinario integrado por la Profeco, Pemex y el SAT indica que al cierre de 2005, el 70 por ciento de las estaciones de servicio operaba de manera irregular y el promedio faltante en el despacho de combustibles es de 5 por ciento, equivalente a una defraudación de 20 mil millones de pesos al año. El análisis es contundente al señalar: ''No hay control sobre la inviolabilidad del diseño de los dispensarios''.

Pese al combate al mercado ilícito de combustibles que permitió recuperar durante 2004 unos 5 mil 220.7 millones de pesos, y al cierre de 2005 otros 8 mil 156 millones de pesos, todavía prevalece una desviación o defraudación de casi 12 mil millones de pesos, de acuerdo con estimaciones conservadoras.

Con respecto al robo de combustibles, se han detectado 27 tomas clandestinas en Minatitlán, 46 en Cadereyta, 18 en Salamanca, 18 en Tula, seis en Salina Cruz, dos en Madero, y 12 en ductos del Pacífico, entre otras.

El plan de actualización de los dispensarios con nuevas características de seguridad contiene un sofware del instrumento de medición encriptado y en chip encapsulado, con suma de comprobación visible (checksum). Esto permitiría que no requirieran una verificación periódica, porque la exactitud del volumen viene certificada de fábrica por un laboratorio. Además, el volumen de entrega no puede ser establecido discrecionalmente y el software no puede ser sustituido.

Actualmente, hay seis proveedores que entregaron sus solicitud para participar en el suministro de estos nuevos dispensarios inviolables que permitirán abatir el fraude en contra del consumidor, al poner 86 modelos a disposición de la Dirección General de Normas de la Profeco

 
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