Estudia la UNAM hongos microscópicos

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudian el uso de hongos microscópicos capaces de degradar compuestos de petróleo y algunos polímeros complejos, lo que podría ser una alternativa biotecnológica para utilizarlos como bioindicadores del estado y funcionamiento de los ecosistemas.

En un comunicado de la máxima casa de estudios, la investigadora Carmen González Villaseñor afirmó que la ingeniería genética puede hacer posible el diseño de "organismos que se reprodujeran más rápido y fueran más eficientes en el proceso de degradación".

El equipo de especialistas del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, encabezado por González Villaseñor, indicó que los posibles usos de los ascomicetes -hongos microscópicos que desarrollan una función ecológica en el ambiente marino y en agua dulce-, "aún son desconocidos en este tipo de usos biotecnológicos, debido a que se ignora su biología y a las dificultades para detectarlos y extraerlos del ecosistema".

Sin embargo, destacó que el IB se encuentra a la vanguardia en ambos temas, ya que a escala global se conocen 80 mil especies de hongos de todos los ambientes, de los cuales se encuentran identificadas en nuestro país 7 mil variedades.

Proyectos en curso

La especialista indicó que debido a que en México existen vastos territorios costeros y aguas superficiales es posible desarrollar mayores conocimientos sobre estos hongos, que generan los procesos de descomposición de la materia orgánica en los ecosistemas acuáticos y tienen una función esencial en los ciclos biogeoquímicos de elementos como carbono y nitrógeno.

Debido a las características que les permiten degradar diversos materiales, el IB iniciará dos investigaciones. La primera estudiará los hongos que degradan restos de lignocelulosa en 10 playas de Cozumel, Quintana Roo.