Usted está aquí: sábado 18 de febrero de 2006 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Fox señala a diestra y siniestra culpables de la deuda del país

Las facturas endosadas por Salinas y Zedillo

Las rebanadas del pastel:

Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox durante la presentación el jueves de un programa de vivienda del Fovisste, en Cancún, Quintana Roo Foto: Notimex

ESTABA MUY CONTENTO el inquilino de Los Pinos lanzando ajos y cebollas en contra de Luis Echeverría y responsabilizándolo por "la gigantesca deuda del país", cuando alguien debió decirle que cambiara de tema, que estaba equivocado, que corría riesgos y que mejor ni le buscara, porque si de débito se trata el contratado por el hoy postrado ex presidente de la República resultó casi ocho tantos menor al del Fobaproa-IPAB y su "rescate" bancario (120 mil millones de dólares), el mismo que con tanto gusto y pasión defiende y paga -con cargo al erario- el Ejecutivo del "cambio" y sus peones en el Congreso.

ECHEVERRIA ES RESPONSABLE de un sinfín de cosas -hasta de "inventar" Cancún, donde el presidente Fox sacó el cuchillo para agredir a su hospitalizada víctima-, pero no de ser el mandatario que más endeudó al país, sin que ello quiera decir que no ocupa una posición destacada en lo que a endeudamiento público se refiere. En su momento, lo fue, pero gobiernos posteriores superan, con creces, al maestro.

EL PRESIDENTE FOX erró el tiro, por lo demás algo cotidiano en él. Con una referencia a la deuda contratada en el sexenio de José López Portillo se hubiera acercado más al objetivo, aunque no lo suficiente, porque dicho débito -abultadísimo- resultó alrededor de tres tantos inferior al del Fobaproa-IPAB.

EN EL ECHEVERRIATO, el saldo de la deuda pública externa se incrementó en poco más de 15 mil millones de dólares, una cantidad espeluznante, pero no muy alejada de los 11 mil millones de dólares de recursos fiscales que el gobierno zedillista erogó para "rescatar" y "sanear" Serfin, la institución bancaria que en el salinato fue entregada (algunos dicen que "vendida") al Grupo Financiero Operadora de Bolsa, encabezado por el regiomontano Adrián Sada González, que pasó al Fobaproa-IPAB y terminó como parte de los activos de la trasnacional española Santander.

QUINCE MIL MILLONES de dólares de endeudamiento público en un solo sexenio -el de Echeverría, en este caso- es muchísimo dinero, como lo es el que el erario perdió no sólo por la inyección de recursos públicos al sistema bancario otrora nacional, sino por los que el fisco no vio ni de lejos (cerca de 7 mil millones de dólares) cuando Roberto Hernández y sus muchachos vendieron Banamex, ni cuando Eugenio Garza Lagüera y los suyos hicieron lo propio con Bancomer, los Berrondo y demás socios con Bital o el resto de los barones del dinero con los bancos que Salinas de Gortari les cedió durante su administración.

ENTONCES, ECHEVERRIA ES una gran mancha en la historia política del país, pero no fue el que mayor deuda externa contrató. Su amigo, compadre y sucesor, José López Portillo, sumó alrededor de 39 mil millones de dólares al saldo de dicho débito, cantidad grosera, pero inferior a los 40 mil millones de dólares que los mexicanos por esas fechas mantenían en Estados Unidos en depósitos bancarios y propiedades.

APARENTEMENTE, EL REY del endeudamiento fue López Portillo, aunque Miguel de la Madrid no lo hizo mal: poco más de 22 mil millones de dólares en su sexenio, sin contabilizar los cerca de 25 mil millones de dólares del Ficorca, que dirigió Ernesto Zedillo, que se destinaron como subsidio (dólar que entraba -especialmente por exportación petrolera-, dólar que se canalizaba a la gran empresa) al pago de deuda externa privada.

EL DE LA "renovación moral" tampoco lo hizo mal. Llegó Carlos Salinas de Gortari, y oficialmente "sólo" endeudó al país con casi 5 mil millones de dólares. Ello por su "acuerdo definitivo" de la deuda externa, firmado pomposamente en febrero de 1990 con la banca acreedora. Lo anterior, claro está, sin considerar los 30 mil millones de dólares que en Tesobonos heredó a la administración Zedillo, misma que en su primer año de gobierno tuvo que pagar.

LOS TESOBONOS, UN invento salinista, eran valores gubernamentales originalmente denominados en pesos, con una tasa de interés pagadera en pesos, y que otorgaban como "premio", en pesos, el diferencial del tipo de cambio con el dólar resultante entre la fecha de compra y la de vencimiento. Pero los "errores de diciembre" cambiaron la denominación a dólares y en esa moneda se pagaron 30 mil millones, buena parte de ellos a los propietarios de los bancos reprivatizados y sus casas de bolsa (Accival, de Roberto Hernández, cabeza de Banamex en aquella época, y Operadora de Bolsa, dueña de Serfin, entre ellas).

INFORMACION DE LA Secretaría de Hacienda revela que en 1993 los Tesobonos representaron entre 5 y 6 por ciento de la deuda interna total del gobierno federal: al finalizar 1994, más de 50 por ciento. Esta dependencia aseguró que lo único que se hizo fue "cambiar deuda interna por deuda externa" (Tesobonos en pesos por Tesobonos en dólares), pero lo hizo sin autorización del Congreso, como tantas otras cosas (léase Fobaproa)

Y ENTONCES LLEGO Ernesto Zedillo, el crack del sistema bancario y el Fobaproa con sus 120 mil millones de dólares, que todavía no terminan de pagar los mexicanos, pero que el presidente Fox "olvidó" incorporar a la relación de culpables por el brutal endeudamiento del país.

ADEMAS, CORRUPTELAS APARTE, parece no ser muy difícil ubicar al (en realidad los) "responsable(s) de la gigantesca deuda" del país, como el presidente Fox y sus amigos empresarios entenderán.

POR CIERTO, EL inquilino de Los Pinos no lo ha hecho tan mal. Por una parte, intenta reducir la deuda externa, pero por la otra ha duplicado la deuda interna, y de cualquier suerte hay que pagarla.

PATETICO Y PEDINCHE, por decirlo suave: "el presidente Fox adujo que ya se ganó su pensión, que no es un regalo, y que en su gestión incluso tuvo que dejar negocios particulares. Defendió su derecho a una pensión al término de su gobierno; dijo merecerla porque ha trabajado duro, duro, duro, y porque no ha robado" (pero qué tal los de su círculo íntimo)... El fuego amigo atacó de nuevo, y en el sumario de México SA de ayer (que no es de la autoría ni de la responsabilidad del suscrito) se asegura que "el gobierno chiapaneco puso 17 millones de pesos para una fábrica...", cuando en el cuerpo de la columna se precisa el monto de las aportaciones federal (6 millones) y estatal (11 millones) para tan precioso fin.

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