Usted está aquí: sábado 18 de febrero de 2006 Opinión SALON PALACIO

SALON PALACIO

Carlos Martínez Rentería

Dibujo prohibido, de Juan Soriano

Gallito inglés y Comisión de la Censura

Réquiem por Regnier

Ampliar la imagen Imagen del Gallito Inglés, que el artista Juan Soriano dibujó para el mensuario Generación, en 1990

AQUELLA MAÑANA del mes de julio de 1990, la sonrisa traviesa de Juan Soriano llenó de luz su estudio de la calle de Amsterdam. Había aceptado ilustrar la portada del número tres de la incipiente revista juvenil Generación, que llevaría por título Erostroika. Sin más preámbulo colocó sobre la mesa una hoja de papel de algodón, y con diestra mano fue delineando la figura de un esbelto joven desnudo parado de perfil y con una ligera inclinación de caderas.

EL MAESTRO DETUVO un instante la plumilla de tinta china, y después de intercambiar una complice mirada con el perplejo testigo de esa invención plástica, prosiguió dibujando la popular imagen del alburero Gallito inglés, penetrando al escueto joven a través de sus prominentes nalgas y asomando su grueso piquito por el frente del mancebo. Abajo se lee la firma: J. Soriano 90.

ASI APARECIO PUBLICADO en el número de agosto. A los pocos días llegó a la redacción de la inocente publicación una carta signada por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación, en la que se advertía: "La ilustración de desnudo masculino de la primera plana contraviene regulaciones establecidas y operadas por la Comisión. En consecuencia, exhortamos para que en ulteriores ediciones sea tomado en cuenta lo señalado, a fin de evitar incurrir en alguna transgresión reglamentaria que deba sancionar esta Comisión Calificadora".

POR ESAS FECHAS se había inaugurado en Bellas Artes una retrospectiva de Juan Soriano, y el presidente de aquellos aciagos años (el innombrable), Carlos Salinas de Gortari, dijo en su discurso que Soriano era "un ejemplo para la juventud mexicana". Así se lo hicimos saber en una misiva de respuesta a la mencionada Comisión Calificadora, que nunca más volvió a enviar sus rimbombantes amenazas. Gracias, querido Juan, por tu ge-nerosidad y tu inquebrantable ejemplo de libertad.

Nuevo número de la Gaceta Cannábica

Ya circula el número cuatro de la Gaceta Cannábica (publicación cultural sobre la planta amiga), una espléndida edición que deberían leer los candidatos presidenciales para ver si modifican sus medrosas posturas en torno a la despenalización de las drogas (en particular de la mariguana). Lo interesante de la propuesta dirigida por el periodista Juan Pablo García Vallejo es que nos demuestra que el tema de las drogas y su factible despenalización puede abordarse desde las más serias posturas intelectuales y científicas.

POR EJEMPLO, EN ESTA NUEVA entrega se publica un ensayo que demuestra cómo en la Nueva España "sembrar cáñamo era una razón de Estado", considerando las virtudes de esta planta para la industria textil. La Gaceta ofrece reseñas de libros, entrevistas y reportajes. Destaca una evocación del legendario escritor Parménides García Saldaña, una entrevista con el más comprometido investigador universitario en torno al tema de las drogas, Luis Astorga, y una crónica de Ricardo Bautista sobre su visita a Vancouver, "una ciudad de puertas abiertas".

LOS LECTORES PODRAN encontrar mayores informes en el hiperlink: [email protected]

Sentido adiós a Rubén Regnier

MORIRSE ES COSA DE TODOS LOS DIAS, de hecho es la única certeza que nos iguala a todos los que ahora ¿estamos? vivos.

PERO NO TODOS LOS que se mueren pueden convocar el día de su partida la presencia de la amistad incondicional, que sólo puede construirse a lo largo de una vida de fraternidad. Así ocurrió durante el funeral del periodista Rubén Regnier Petatán, quien seguramente pudo constatar desde algún lugar intangible las muchas muestras de afecto y solidaridad que recibieron sus familiares.

NO CABIAN TANTAS FLORES, y a lo largo de la noche llegaban (a pesar de lo complicado que es llegar a esos Jardines del Recuerdo, o más bien del Olvido) y se retiraban amigos que lo conocieron y que se dejaron contagiar por su inmensa carcajada de vida.

ASI HAY QUE RECORDAR A RUBEN, con sonrisas en momentos difíciles. Por esos pasillos funerarios circularon vanidades tan diversas e incluso confrontadas, pero Rubén estaba más allá de eso. En su honor circuló clandestinamente una botella de tequila, ¿qué mejor homenaje para alguien que se arriesgó a vivir?

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