Usted está aquí: domingo 19 de febrero de 2006 Opinión La ballena del Támesis

Gustavo Duch Guillot*

La ballena del Támesis

¿Se acuerdan de la ballena distraída en el Támesis? En realidad tenía un objetivo muy claro en su ruta: quería alertar a la humanidad de las barbaridades que se cometen con su especie, y por reciprocidad con todas las especies del planeta, incluida la humana: aquí tenéis un ejemplo que aparece en la prensa de hoy:

"La caza de ballenas en Japón es tan alta en estos momentos que la demanda no da abasto para consumir toda la producción. Ante el colapso de mercancía sin vender en los almacenes, una empresa ha comenzado a fabricar comida para perros con su carne, según afirma un informe de la asociación ecologista británica Whale and Dolphin Conservation Society. En el documento, afirma además que el número de capturas de ballenas se ha doblado en los últimos 10 años."

Las ballenas son seres enormes (mamíferos) que recorren en sus rutas migratorias todos los rincones del planeta.

Se sumergen y observan el océano. Saben de la existencia de granjas marinas, donde para engordar peces el hombre los alimenta con más peces. Se comunican entre ellas. Conocen que la alianza entre la codicia y la tecnología ha hecho diezmar a tantas especies como ellas. Saben del rugir del mar en Indonesia del año pasado. Se cuentan las historias de sus antepasados: del harpón que mató a Moby Dick, del viejo que luchó con el mar.

Se asoman y observan el mundo terrestre. Ellas saben lo que el mundo está haciendo con el planeta. Y nos lo quieren decir.

* Director de Veterinarios sin Fronteras

 
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