Usted está aquí: miércoles 22 de febrero de 2006 Política Mi gobierno no ha perdido el tiempo, afirma Fox

Les gustaría que estuviéramos en el escritorio, dice

Mi gobierno no ha perdido el tiempo, afirma Fox

El dinero del presupuesto no es para dispendiarlo, sostiene

ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADA

San Blas, Municipio de el Fuerte, Sin., 21 de febrero. Literalmente a gritos, el presidente Vicente Fox arremetió contra la oposición, a la cual, afirmó, "le encantaría que estuviéramos aplastados ahí, en Los Pinos, en el escritorio, y que no saliéramos a trabajar con ustedes". Hace cinco años, aseguró, mi gobierno construye programas en favor de la gente: "¡Nada de que he hemos perdido el tiempo y nada de que no hemos hecho nada!"

Así, decidido a continuar la cruzada en defensa de su gestión y su modelo de gobierno, Vicente Fox dijo que usará "orejeras" para no oír el "canto de las sirenas" de quienes le insisten en gastar más, excederse en el presupuesto o endeudar al país.

Destacó la disciplina fiscal y financiera como sus divisas irreductibles, sobre todo porque, porfió, "el país ya conoció los quebrantos que nos trae el exceso en gastos y cómo crecen las familias en pobreza cada que hay inflación".

Esta semana, dedicada a la salud, en el Centro de Integración Juvenil en Ahome y en el Hospital General de Los Mochis -al igual que el lunes en la sierra Tarahumara-, se presentaron sin cesar tristes historias de enfermedades y muerte, lo que dio pie al mandatario y al secretario de Salud, Julio Frenk, para promover las bondades del Seguro Popular y, en el caso del mandatario, repartir bendiciones.

Particularmente conmovió a Fox y al auditorio la historia de Adriana Castro Valverde, madre de un pequeño de seis años, Alejandro, fallecido hace poco más de un año a causa de un derrame cerebral. En medio del llanto, ella narró su caso, la experiencia de donar los órganos de su hijo y su contribución para edificar una unidad de hemodiálisis. Al final, Fox Quesada la felicitó y para confortarla, le dijo: "ahora sí nos pusiste a llorar a todos".

De hecho, el Presidente pidió a los medios de comunicación dar "promoción nacional de amor a la vida y la solidaridad" con el ejemplo de Adriana, pues "yo sé de la fuerza que tienen estos angelitos, yo sé de cómo nos mueven y cómo transforman el mundo".

Después de que durmió en un albergue de niños rarámuris en la comunidad de Choguita, en Chihuahua, el mandatario se trasladó por helicóptero a tierras sinaloenses. En San Blas, donde la gente salió entusiasta a recibirlo, Vicente Fox abrió su discurso con una reivindicación a las mujeres, quizás para compensar las expresiones usadas a principios de mes, precisamente en esta entidad, cuando las comparó con "lavadoras de dos patas o de dos piernas".

"Este siglo XXI es el siglo de las mujeres, así que ¡no se me dejen! Trabájenle duro, que cuentan con un servidor para apoyarlas en todas sus tareas y en todas sus metas", alentó.

Una vez más apeló a la náusea como la reacción que le provocan, dijo, el engaño, la demagogia y el populismo. Yo no incurro en esas prácticas, subrayó, pues "no somos irresponsables; entendemos bien que el dinero del presupuesto es de ustedes y no es para andarlo dispendiando o regalando a diestra y siniestra".

Después volvió al reproche sin destinatario preciso cuando defendió su programa de pensiones para adultos mayores afiliados a Oportunidades. "Hay quien chotea y dice que son 250 pesos, quizá a ellos no les parece tanto porque tienen mucho dinero", pero el gobierno -apuntó- añadirá otra cantidad igual para que se acumulen y garantizar una jubilación que "mucho merecen después de toda una vida de trabajo".

Vicente Fox dijo a los habitantes de San Blas que seguirá trabajando con el mismo ímpetu hasta el último minuto de este gobierno, el 30 de noviembre a las 12 de la noche. Pero "eso sí", anunció, una vez pasada esa hora "me arranco al rancho San Cristóbal, donde tienen su casa, y me verán ahí montando a caballo el domingo primero de diciembre del año 2006".

Hoy la presencia del blanquiazul no se disimuló. En el Centro de Integración Juvenil ponderó el principio de "subsidiariedad" que se maneja en "mi partido", según el cual la institución o la entidad superior no debe "hacer las intervenciones", sino dejarlas en manos de quien está más cerca de los problemas y de los temas. Así debe actuar el gobierno en su relación con la sociedad civil, "alentarla, motivarla", y sólo al final "tomar lo que no alcanza a hacer o donde el gobierno tiene que prestar servicios indispensables y únicos".

Cuando llegó al Hospital General de Los Mochis, además de la gente en busca de auxilio para sus problemas de salud, aparecieron en las vallas algunos militantes del PAN ondeando banderas blanquiazules. "Con el voto duro ganamos", le recordó un hombre. Pero el mandatario no respondió al comentario.

 
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