Usted está aquí: miércoles 22 de febrero de 2006 Sociedad y Justicia En 2005 el DIF atendió a unos 6 mil 500 menores víctimas de explotación sexual

Se calcula que hay en el país 16 mil niños sujetos a la pornografía y la prostitución

En 2005 el DIF atendió a unos 6 mil 500 menores víctimas de explotación sexual

Pusieron en marcha programa para prevenir y erradicar esos delitos

ALMA E. MUÑOZ

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) informó que el año pasado atendió a casi 6 mil 500 niños víctimas de explotación sexual en el país, gracias a la coordinación establecida con 18 estados, entre los cuales no figura Puebla. De estas prácticas, lograron rescatar a l85 niñas y 86 varones.

Mientras el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que en el mundo existen aproximadamente 2 millones de niñas, niños y adolescentes agredidos sexualmente con fines comerciales; en México se calcula que hay 16 mil involucrados en prostitución, pornografía, turismo y tráfico con fines sexuales. Al menos mil están en el estado de Puebla, y en las ciudades de Monterrey, Nuevo León, y León, Guanajuato.

Aunque no reconoce que la problemática vaya en incremento -denunciado por agrupaciones no gubernamentales, como la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe-, el DIF convocó ayer a los sectores de la sociedad a denunciar ante las autoridades correspondientes "todo tipo de acciones encaminadas a la explotación sexual comercial infantil en nuestro país".

De acuerdo con el perfil de explotadores que la institución plantea, son "personas heterosexuales, bisexuales y homosexuales, que para conseguir su satisfacción sexual reducen a las niñas, niños y adolescentes a objetos sexuales a cambio de dinero o de cualquier otra especie para el menor u otras personas".

Menciona entre ellos a usuarios de prostíbulos, militares y marinos, camioneros, trabajadores inmigrantes, hombres de negocios durante sus viajes, expatriados, trabajadores sociales, entre otros.

Frente a este fenómeno puso en marcha, junto con los gobiernos de las entidades donde se encuentran las ciudades consideradas como de mayor vulnerabilidad (Baja California, Campeche, Colima, Chiapas, Chihuahua, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Puebla, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán) el Programa para la Prevención, Atención y Erradicación de la Explotación Sexual Comercial Infantil, que permitió desarrollar planes de acción a escala local en materia de articulación, prevención, atención, protección jurídica y defensa de los derechos de la niñez.

El DIF aceptó, a partir de la investigación que al respecto realizó Elena Azaola, que esta práctica "erotiza la desigualdad de género y de edad y es una forma moderna de esclavitud. Tiene las características de un sector industrial organizado: desde los pequeños negocios a las grandes empresas, con cuentas bancarias, campañas de publicidad y atractivos folletos. Existen mercaderes que utilizan técnicas de promoción para vender el producto, jerarquías de beneficiarios (siempre con los niños en el puesto más bajo de la escala) y planificadores estratégicos que trabajan para proteger y promover un buen negocio. La industria es una forma muy peligrosa de explotación, soborno y corrupción a diversos niveles".

Por otra parte, en un comunicado, el Instituto Nacional de las Mujeres consideró importante, en caso de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraiga el caso de Lydia Cacho, las investigaciones deben llevarse hasta las últimas consecuencias, debido a que estos hechos "son inaceptables en un estado de derecho".

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.