Usted está aquí: domingo 26 de febrero de 2006 Mundo Dejó la ola de violencia sectaria en Irak 119 muertos, asegura Bagdad

Se deslinda el ejército de Moqtada Sadr del ataque a la Mezquita del Domo Dorado

Dejó la ola de violencia sectaria en Irak 119 muertos, asegura Bagdad

Admite el ministro de Defensa iraquí la posibilidad de una guerra civil que "nunca terminará"

Nueve víctimas fatales, al estallar un coche bomba en Kerbala; 19 decesos en otras agresiones

AFP, DPA Y REUTERS

Ampliar la imagen Médicos examinan los cuerpos de una familia chiíta de 12 miembros que fueron asesinados por pistoleros desconocidos en la ciudad de Baquba Foto: Ap

Najaf, 25 de febrero. El jefe radical chiíta Moqtada Sadr ordenó hoy a todos los activistas del Ejército de Mehdi que abandonen el uniforme negro para que otros grupos no se escondan detrás de esa vestimenta a la hora de cometer crímenes, en tanto que el ministro de Defensa iraquí, Saadoun Dulaimi, indicó que la ola de violencia tras el atentado contra el mausoleo chiíta de Samarra dejó 119 muertos.

Según un comunicado de Sadr, se dio la orden a los "miembros del Ejército de Mehdi de que no se pongan más su uniforme negro, para que algunos (individuos) no se aprovechen y se escondan tras esa vestimenta para cometer sus atrocidades".

"Pedimos asimismo al gobierno que refuerce la seguridad y castigue a los criminales que han atacado y quemado las mezquitas", afirmó el texto, que añadió que los autores de esos disturbios en realidad "son bandas criminales que carecen de vínculos con el movimiento de Sadr".

Dicho grupo, acusado por el Partido Islámico Sunita de los disturbios de los dos últimos días en Bagdad, hizo las paces con los jefes políticos y religiosos de esa comunidad islámica.

El movimiento radical, representado por cuatro de sus jeques, selló un "pacto de honor" con el Comité de Ulemas Musulmanes, principal organización religiosa sunita, que prohíbe todo ataque armado contra un lugar de culto y el derramamiento de sangre, y condena de todo acto que pueda llevar a la sedición".

En tanto, el primer ministro de Irak, Ibrahim Jaafari, reunió la noche de este sábado en su domicilio a todos los jefes de los bloques políticos parlamentarios de la nación ocupada.

A la reunión asistieron, en particular, los jefes del Frente de la Concordia (sunita), Adnan Dulaimi y Tarik Hachemi, quienes boicotearon el pasado jueves otra cita en la residencia del jefe del Estado iraquí, Jalal Talabani.

Al término del encuentro, Jaafari señaló que "la reunión consultiva fue positiva, muy franca y que hay una gran concordancia de puntos de vista".

El primer ministro iraquí indicó que los participantes en el encuentro propusieron "acelerar el proceso político y firmar un pacto nacional entre los distintos componentes" de la sociedad.

A su vez, el ministro de Defensa de Irak, Saadoun Dulaimi, advirtió sobre la posibilidad de "una guerra civil" que "nunca terminará", y dijo que estaba dispuesto a poner los tanques en las calles para detener la subversión.

"Estamos preparados para llenar las calles de vehículos blindados", agregó el funcionario.

Dulaimi llamó a la calma y señaló que se exageró con la cifra de muertos, que él estableció en 119 tras el atentado contra la Mezquita del Domo Dorado de Samarra, el pasado miércoles, en que no hubo muertos.

La policía de Bagdad dijo que más de 200 personas perdieron la vida dentro y en los alrededores de la ciudad a causa de disturbios que rebasaron a la policía.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Javier Solana, advirtió en una entrevista difundida en Alemania el peligro evidente del estallido de una guerra civil en Irak.

"Los atentados explosivos al santuario chiíta del imán Alí Hadi y Hassan Askari, en Samarra, las matanzas indiscriminadas y los atentados a las mezquitas tienen la clara finalidad de socavar el proceso de reconstrucción democrático de Irak", dijo Solana al dominical alemán Bild am Sonntag.

"Hay que poner fin ya a la espiral de violencia. Irak no puede caer en una guerra civil", afirmó Solana, quien hizo un llamado a "todos los involucrados a continuar con el proceso de formación del gobierno y construir una sociedad pacífica".

El presidente estadunidense, George W. Bush, llamó por teléfono a los responsables iraquíes de todas las confesiones para pedirles que sigan trabajando juntos con el fin de contener la violencia desencadenada después del atentado contra el mausoleo en Samarra, informó la Casa Blanca.

El mandatario "alentó" a los líderes iraquíes a "seguir trabajando juntos para acabar con los esfuerzos de los autores de los actos de violencia", indicó Frederick Jones, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad.

Continúa la furia sectaria

Mientras tanto, la explosión de un coche bomba cerca de la popular plaza del mercado en Kerbala, al sur de Bagdad, dejó al menos nueve muertos y 25 heridos.

Un grupo armado disparó contra una familia chiíta en la noche del viernes al sábado en Baquba, al norte de la capital, matando a sus 12 miembros; entre ellos hay mujeres y niños.

En un ataque similar perpetrado en Sharf al Saher, al sur de Bagdad, fallecieron cuatro miembros de otra familia y cinco resultaron heridos.

Varios extremistas atentaron en Abu Ghraib, al oeste de la capital iraquí, contra los participantes en la procesión de entierro de la reportera de la emisora árabe Al Arabiya, Atwar Bahjat, fallecida hace dos días.

Como consecuencia de una explosión y varios disparos efectuados por los atacantes murieron dos miembros de las fuerzas de seguridad y otros 10 uniformados resultaron heridos.

La periodista iraquí informó sobre la voladura del santuario de Samarra y, posteriormente, fue hallada muerta junto con su camarógrafo y un técnico.

Además, un grupo de hombres armados desconocidos atacó la vivienda de Harith Dhari, presidente de la Asociación de Eruditos Musulmanes. Durante el tiroteo contra los vigilantes y vecinos murió uno de los atacantes y cinco fueron heridos.

A todo esto, el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, anunciará en marzo la retirada progresiva de los soldados japoneses desplegados en Irak, publicó este sábado el diario Nikkei, al precisar que la repatriación se hará en dos etapas, primero en abril y luego en junio.

 
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