Usted está aquí: lunes 27 de febrero de 2006 Economía Trasnacionales aumentan la presión para construir en México terminales de regasificación

EU endurece regulaciones ambientales y aprovecha la laxitud mexicana

Trasnacionales aumentan la presión para construir en México terminales de regasificación

ISRAEL RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Obras de construcción de una planta de regasificación de Sempra Energy en Costa Azul, Rosarito, Baja California Foto: Ap

El endurecimiento en las regulaciones ambientales en Estados Unidos aumentó la presión de las gaseras trasnacionales para que en México se construyan terminales de almacenamiento y regasificación de gas natural licuado (GNL) en el Golfo de México y la costa del Pacífico, como alternativa para complementar la producción nacional y diversificar las fuentes de suministro a Estados Unidos. En contraste, la laxitud de las leyes ambientales en México ha permitido que actualmente ocho proyectos de GNL se encuentren en diferentes niveles de avance.

De acuerdo con el Perfil Energético de América del Norte II 2006, difundido hace unos días por la Secretaría de Energía, se reconoce que para que Estados Unidos pueda acceder al GNL de manera significativa, se necesita desarrollar capacidad de recepción en Canadá y México, así como expandir la capacidad disponible en Estados Unidos .

Para ello se requerirá la construcción de infraestructura considerable: muelles e instalaciones marítimas, instalaciones para el almacenamiento y regasificación de GNL y ductos derivados.

Estas adiciones, indica el documento, son críticas para mantener la habilidad de América del Norte de acceder y comerciar eficientemente el volumen necesario de esta importante fuente de energía para entregarlo a los consumidores finales.

El análisis elaborado por el Grupo de Trabajo de Energía para América del Norte y el Grupo de Trabajo de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, admite que la expansión del GNL enfrenta por lo menos dos obstáculos principales: primero, muchas fuentes de gas natural carecen de suficientes instalaciones para la licuefacción y exportación del combustible. Segundo, los proyectos de terminales de importación de GNL a menudo enfrentan preocupaciones locales acerca del ambiente y la seguridad, así como cuestionamientos por la pérdida de valor de las propiedades.

Sin embargo, la laxitud de la legislación ambiental en México ha permitido que ocho proyectos de GNL se encuentren bajo diferentes niveles de avance. Estos son: la regasificadora de Altamira, construida por la angloholandesa Shell, y cuya fecha de arranque está planeada para fines de 2006. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) consumirá parte de la oferta del gas, el cual provendrá de Nigeria y Trinidad y Tobago.

En Ensenada, Baja California, se construye otra regasificadora bajo la responsabilidad de las firmas Sempra- Shell. El proyecto está programado para comenzar operaciones en 2008 y exportar el energético a Arizona. El origen del gas será Indonesia y posiblemente Rusia.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) autorizó también la construcción de la primera terminal marítima costa afuera, contigua a las Islas Coronado, cuyo proyecto será realizado por la estadunidense Chevron-Texaco. Se estima que el inicio de operaciones sea en 2008. El destino del energético será California.

La española Repsol, severamente cuestionada por sus operaciones fraudulentas en Bolivia, ganó el derecho para la construcción de una terminal de GNL en Lázaro Cárdenas, aunque la CRE todavía no ha otorgado ningún permiso.

Además existe otro proyecto para construir otra regasificadora en Manzanillo, Colima, en la que la CFE será la responsable y se espera que comience a operar entre 2010 y 2011.

En Topolobampo, Sinaloa, también se pretende la construcción de otra terminal de GNL. El proyecto se encuentra en fase de evaluación inicial. Las autoridades locales y portuarias abrieron una licitación para establecer una terminal.

Otros proyectos: uno, en el Golfo de México costa afuera, con la empresa Dorado-Tidelands (Terranova Energía) como responsable. El inversionista solicitó recientemente un permiso de transporte de acceso abierto.

El otro es el que se pretende realizar en Puerto Libertad, Sonora. El responsable de la obra es Sonora Pacific LNG. ''Este proyecto aún no cuenta con permiso, si bien el responsable programó el inicio de operaciones hasta 2009''.

 
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