Usted está aquí: jueves 2 de marzo de 2006 Opinión Alta definición: el siguiente paradigma

Cuauhtémoc Valdiosera R.

Alta definición: el siguiente paradigma

EN 1935, CUANDO el sistema de televisión prevaleciente era el de 30 líneas y 12 cuadros por segundo, de alta definición fueron las 343 líneas y 30 cuadros por segundo propuestos por David Sarnoff, de la RCA. En la Inglaterra de la preguerra fueron las 405 líneas, y luego las 525 líneas anunciadas en la Feria Mundial de Nueva York en 1939. Al aparecer la tecnología de color en NTSC, ésta se anunció como "el sistema de televisión de color de alta definición", y posteriormente en Europa la televisión de alta definición fue la de 625 líneas. De lo anterior se deduce que el término televisión de alta definición siempre ha sido sinónimo de "la mejor calidad alcanzable en función del avance actual de la tecnología".

Después de años de investigación, la NHK de Japón desarrolló el primer sistema moderno de televisión de alta definición, de pantalla ancha y de mil 125 líneas con barrido de imagen de 60Hz, logrando igualar la calidad cinematográfica de la película de 35mm.

Hacia 1980, los grupos de estudio establecidos por organizaciones internacionales acordaron que los sistemas de televisión de alta definición requerían una resolución aproximadamente igual a la de una película de 35mm, lo cual corresponde a por lo menos el doble de la resolución horizontal y vertical de los sistemas de televisión tradicionales.

En 1990, la compañia General Instruments, de San Diego, California, hizo público el desarrollo de una técnica de transmisión digital eficiente, capaz de transportar en un canal de televisión convencional de 6 Mhz de ancho de banda una imagen de televisión de alta definición (HDTV, por sus siglas en inglés), es decir, imágenes de 2 millones de pixeles, en forma de datos digitales comprimidos. Con ello quedó marcado el final de la televisión analógica de nuestros días y se abrió el camino hacia la nueva era de la televisión avanzada totalmente digital.

El sistema de televisión de alta definición HDTV propuesto tendría dos modalidades principales: mil 80 líneas activas con mil 920 pixeles cuadrados por línea, con barridos entrelazados de 59.94 y 60 cuadros por segundo y 720 líneas activas, con mil 280 pixeles por línea, con barridos progresivos de 59.94 y 60 cuadros por segundo. Ambos formatos operarían igualmente con barridos progresivos de 30 y 24 cuadros por segundo, para la transmisión de programas filmados.

Este cambio conlleva el sacrificio obligado de lo tradicional, para enfrentar los grandes avances de la tecnología digital, y ofrece la oportunidad para reinventar la televisión desde cero, sin ataduras al pasado. Lo anterior implica que los televisores actuales no podrán recibir la nueva señal digital y se tendrán que diseñar nuevos televisores digitales. Debido a que se tiene contemplado que este cambio se dé en forma gradual, se requerirá transmitir programas de televisión en forma simultánea, mediante señales tanto analógicas como digitales, es decir el "viejo" servicio NTSC, a la par por el "nuevo" servicio ATSC de televisión avanzada, y durante un tiempo lo suficientemente largo para garantizar que la mayoría de hogares puedan recibir la señal digital (criterio fijado en Estados Unidos en 85 por ciento y esperado para el año 2009). Después de este periodo de transición, se transmitirá totalmente en forma digital.

La ventaja competitiva más fuerte de la televisión de alta definición es su calidad de imagen. La calidad de la programación HDTV al aire es superior a la ofrecida por los ubicuos DVD. El hecho de que se pretenda transmitir al aire y, por tanto, libre de cuotas mensuales, le da a su vez ventaja sobre los sistemas de cable y de programación satelital directa al hogar.

La nueva generación de televisión fue presentada por los principales fabricantes en la feria de las novedades electrónicas de 1998 celebrada en Las Vegas, Nevada, marcando así el debut comercial de la televisión de alta definición HDTV. Por primera vez, los principales fabricantes de televisores presentaron sus prototipos de receptores comerciales de HDTV y anunciaron planes para introducirlos en el mercado estadunidense ese mismo año.

Los principales beneficios de esta nueva tecnología son: imágenes claras, nítidas y sonido con calidad de disco compacto. Al principio de muy alto costo. Sin embargo, los precios disminuyeron a medida que la demanda aumentó y cuando ya casi está establecida una economía de escala. Históricamente, los precios de los productos de electrónica de consumo disminuyen en 50 por ciento durante la primera década de aparición. Se estima que para este año 30 por ciento de los hogares estadunidenses tendrán un receptor de televisión digital.

Los televisores tradicionales continuarán recibiendo señales analógicas transmitidas al aire por lo menos hasta 2008 en Estados Unidos, y mucho tiempo después en nuestro país. Una vez terminado el cambio a transmisiones digitales, los televisores de hoy serán capaces de recibir las nuevas señales digitales sólo mediante el uso de una caja convertidora adicional.

Estamos viviendo la transformación global de la televisión como la entendemos hacia la televisión digital. Esto supone un cambio tan considerable como el paso del blanco y negro al color, que va a afectar de modo muy diferente a profesionales y usuarios.

Para los usuarios va a existir un aumento considerable de la oferta, presentada bajo diferentes paquetes, según las estrategias de marketing, que conducirá hacia el usuario selectivo con filosofía de navegante de Internet o bien hacia el usuario pasivo y desconcertado ante la diversidad de opciones.

Debido a los requerimientos del almacenamiento, se plantea la posibilidad de comprimir el video utilizando diferentes técnicas. El objetivo será no perder calidad, tomando como referencia las características de percepción del ojo humano.

El ojo humano recoge un increíble número de datos, de hecho muchos más de los que el cerebro puede procesar. La información visual de 1 GB por segundo queda reducida a 10 MB en el cerebro, suprimiendo la información menos relevante. Y lo mismo ocurre con el sonido. Estos principios fisiológicos son los que se aplican para desarrollar las técnicas de compresión y descompresión.

El factor de compresión no va a ser el único indicador de la calidad de la imagen. Para un mismo factor, va a tener gran influencia el algoritmo utilizado.

Considerando la aceptación del cambio de televisión en blanco y negro a la de color, de discos de vinilo a discos compactos, y de videocintas a discos ópticos DVD, queda claro que la tecnología de HDTV será igualmente adoptada. Lo anterior ha sido corroborado por las reacciones de consumidores que han tenido la oportunidad de asistir a una demostración de televisores digitales de alta resolución.

Japón tuvo el primer sistema HDTV, el cual funcionó bastante bien; sus diseños se remontan a 1979. Ese país asiático comenzó la emisión de señales HDTV analógicas a principios de los años noventa, usando una resolución de mil 35 líneas entrelazadas (1035i). El sistema japonés MUSE, desarrollado por los laboratorios de ciencia e investigación técnica de NHK en los años ochenta, empleando sistemas de filtrado para reducir la señal fuente original y así disminuir el ancho de banda necesario.

La compañía de televisión mexicana Televisa empezó a hacer emisiones experimentales en HDTV a principios de los años noventa en colaboración con la compañía japonesa NHK. Actualmente ya hay algunos programas en HDTV, pero su uso es realmente limitado.

 
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