Número 116 | Jueves 2 de marzo de 2006
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus

 

Prohibido no mirar bajo el ombligo

Sendero que en un abismo brusco se termina... Entre las piernas femeninas se abre, todavía, un misterio. Oculta incluso tras los más reveladores bikinis, la vulva resguarda un órgano único, dedicado únicamente al placer, el clítoris. Quizá por eso la vulva es, al mismo tiempo, el preciado recinto exaltado por los poetas y objeto de condenas moralistas.

Por Christy Brownlee y Susan Yudt
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¿Cuándo fue la última vez que hablaste sobre tu vulva? La vulva es un secreto tan bien guardado que algunas veces le decimos “allá abajo” o cualquier nombre ridículo. ¿Pero qué es esta parte misteriosa que nos han enseñado que debemos mantener en privado, aun en la desnudez?

Si te sientas y te pones un espejo entre las piernas, descubrirás que “allí abajo” suceden muchas cosas. Todos los genitales externos, las partes que puedes ver, componen tu vulva. La vulva de cada mujer se ve diferente, pero todas tenemos las mismas partes básicas.

Es importante que te familiarices con tu vulva por varias razones. Cuando vas al médico para un examen ginecológico, te ayuda a saber los nombres de tus partes. Y, sobre todo, es importante que sepas cómo cuidar, en lo cotidiano, tu vulva. De paso, al conocerla, sabrás un poco más sobre tu clítoris, ese pequeñísimo órgano que no tiene otra función que brindarte placer.

El botón mágico escondido
¿ Sabes dónde está el clítoris? Muchas personas no lo saben. Si eres una chica, puedes tomar un espejo y mirar el clítoris bien de cerca. Si eres varón puedes verlo de cerca, siempre y cuando tengas el permiso correspondiente. Sigue los labios menores de cada lado de la vagina hasta donde se juntan. La pequeña protuberancia en la parte superior es el clítoris.

En muchas mujeres, la cabeza del clítoris es aproximadamente del mismo tamaño y forma de un chícharo, pero algunas son más pequeñas y otras más grandes, algunas tienen el tamaño de un dedo pequeño. La cabeza del clítoris puede estar escondida dentro de los pliegues de los labios, apenas asomándose, o puede colgar muy por debajo. También puede ser de diferentes colores; al igual que los labios, el clítoris puede variar entre el color rosa y el marrón.

La cabeza, que se asoma arriba de los labios, está cubierta la mayor parte del tiempo por un pequeño colgajo de piel llamado capuchón del clítoris. Si bien se puede ver la cabeza cuando se jala el capuchón hacia atrás, hay mucho más que no se puede ver. La cabeza se encuentra en el extremo de un largo tabique interno y una red de nervios que se extiende hasta cinco pulgadas dentro del cuerpo. El tabique se separa en dos segmentos que se extienden a cada lado de la vagina.

¿Envidia del pene?
¿De dónde viene el clítoris? Te sorprenderá saber que tiene mucho en común con su pariente más cercano, el pene. Cuando se está desarrollando un embrión en una mujer embarazada, antes de convertirse en femenino o masculino, tiene tejido eréctil entre sus piernas que se transformará en un clítoris o un pene. Los científicos se refieren a este tipo de tejido, ni femenino ni masculino, como “indiferenciado”.

Todos los embriones comienzan físicamente indiferenciados, con una protuberancia de tejido eréctil que se parece mucho a un clítoris. Luego, cuando tienen ocho semanas, los embriones codificados genéticamente para convertirse en varones producen un flujo de hormonas que contienen diferentes tipos de testosterona. El tejido eréctil eventualmente forma un pene. Sin este flujo de hormonas, el embrión indiferenciado se convierte en femenino, y el tejido eréctil en un clítoris.

Debido a que el pene y el clítoris son tan similares, hacen muchas de las mismas cosas, especialmente durante el sexo. Tanto el pene como el clítoris están llenos de terminaciones nerviosas muy sensibles. En realidad, el clítoris tiene más terminaciones nerviosas que la cabeza del pene, aunque parezca mucho más pequeño. Al igual que el pene, el clítoris está lleno de tejido esponjoso que se llena de sangre, poniéndose firme y erecto durante la excitación sexual. Al igual que los hombres, las mujeres también pueden tener erecciones.

En caso de dudas, tóquese
¿Para qué sirve el clítoris? Créelo o no, la única función conocida del clítoris es proporcionar placer a sus felices propietarias. Los expertos en sexo se refieren a él como el centro de la excitación sexual en las mujeres. Tocar o estimular todas esas terminaciones nerviosas durante los juegos sexuales puede dar mucho placer. De hecho, la mayoría de los orgasmos se producen debido a la estimulación del clítoris, no a la estimulación vaginal.

Muchas mujeres dicen que, al momento del orgasmo, sienten olas de placer irradiando a todo su cuerpo desde su clítoris. Esta sensación bien puede deberse a la sangre acumulada en el clítoris durante la excitación sexual, que drena rápidamente en el momento del orgasmo, en sincronía con las contracciones musculares de la vagina y de la pelvis.

Debido a que el clítoris es tan sensible, algunas mujeres no soportan el contacto directo durante el juego erótico. La masturbación puede ayudar a las jóvenes a descubrir qué tipo de estimulación, vaginal o del clítoris, prefieren. Pues en cuestiones de placer, como de aspecto físico, lo diferente es lo normal.

* Tomado con autorización de teenwire.com




CUIDADOS BÁSICOS PARA USUARIAS


Cierto tipo de pudor —mal entendido— puede provocar descuido de la zona de la vulva y hacer pensar que las secreciones vaginales y su aroma son anormales o, incluso, señal de “suciedad”. Aquí algunos datos sobre la manera de mantener sana y bien vigilada la vulva.

• La lubricación vaginal es la manera en que el cuerpo responde a la excitación y al deseo sexual, pero también es común “mojarse” por la presencia de flujo vaginal, ya sea que estés o no excitada. El flujo normal suele ser espeso y blancuzco o ligero y transparente, según el momento del ciclo menstrual.

• Sentir picazón, enrojecimiento e irritación de la vulva son bastante comunes y a menudo se pueden prevenir. Los culpables más comunes se encuentran en el baño. Al bañarte no apliques jabones con fragancias en tu vulva, solamente usa agua o un jabón muy suave.

• Evita usar lociones, perfumes, tampones o toallas sanitarias, rociadores femeninos, duchas vaginales y papel de inodoro
con fragancia.

• Lo mejor es usar pantaletas de algodón. Puede parecer muy poco sexy, pero tu vulva te dará las gracias. Las medias apretadas, trajes de baño mojados y ropa para hacer ejercicio que quedan apretadas, de lycra o spandex, también pueden irritar la vulva.

• Puedes dejar de usar ropa interior por la noche para darle a tu vulva una oportunidad de respirar.