Sus exhortos a otros países, sin autoridad moral, dice
"Fracaso estrepitoso" de Washington en la lucha antidrogas, acusa Caracas
Caracas, 2 de marzo. Venezuela afirmó que Estados Unidos "ha fracasado estrepitosamente" en la lucha contra el narcotráfico, tanto en lo que se refiere al consumo de drogas como por la presencia del narcotráfico en su sistema financiero, por lo que ese país carece de autoridad moral para hacer "exhortos" a otras naciones.
Estados Unidos "no solamente carece de autoridad moral, sino que desde el punto de vista práctico en la lucha contra el narcotráfico ha fracasado estrepitosamente y hoy en día utiliza la lucha antinarco como bandera política", declaró el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel.
Al responder al informe del Departamento de Estado sobre el combate al narcotráfico emitido esta semana, en el que se critica a Venezuela, Bolivia y Perú, Rangel puntualizó ante la Asamblea Nacional que "el narcotráfico y los narcotraficantes están en Estados Unidos y no en Venezuela".
Añadió que Washington tampoco puede erigirse como juez en esta materia, porque el país con más alto consumo de drogas es precisamente Estados Unidos, con aproximadamente 40 millones de consumidores, aunado a que su sistema financiero está gravemente penetrado por el narcotráfico.
Más aún, apuntó, "porque altos miembros del gobierno del presidente (George W.) Bush están implicados en el narcotráfico", al recordar casos conocidos como el del escándalo Irán-contras de compra de armas con dinero de las drogas, y el manejo que hizo entonces el actual jefe de los servicios de espionaje John Negroponte.
Rangel se refirió también a la salida del país de la agencia antidroga estadunidense (DEA) en 2005, acusada por Venezuela de espionaje y de efectuar acciones ilegales.
"Después que se fue la DEA de Venezuela se incrementó 40 por ciento el decomiso de drogas", dijo. No obstante, Venezuela negocia aún con la DEA la firma de un nuevo acuerdo que básicamente limita las actuaciones de los agentes en operaciones allí y se concentra en el intercambio de información y otras colaboraciones.
Por lo demás, Rangel señaló que a pesar de que Venezuela desea mantener buenas relaciones, resulta "imposible" ante lo que calificó como una política estadunidense "canalla y agresiva". Una política, dijo, delineada por la banda de los cuatro: Bush, el vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld y Negroponte.
El embajador de Estados Unidos en Caracas, Wiliam Brownfield, negó a su vez que su país tenga intenciones de invadir Venezuela, al criticar un pronunciamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ofreciendo apoyo al presidente Hugo Chávez en caso de darse una acción militar desde territorio colombiano.
Tras aseverar que Estados Unidos "nunca va a invadir la República Bolivariana de Venezuela", criticó a las FARC al señalar que es una guerrilla reconocida mundialmente como una organización terrorista que trafica con drogas ilícitas, por lo que "no sería bueno" para cualquier gobierno del mundo tenerla de aliada.
El ministro del Interior de Paraguay, Rogelio Benítez, calificó en Asunción de "acusaciones gratuitas" los informes divulgados por el Departamento de Estado de Estados Unidos que relacionan a jefes policiales con el tráfico de drogas. Asentó que si tiene pruebas, que las presente, ya que "las denuncias deben hacerse en forma seria".
En tanto, Bolivia calificó de "parcial" el informe del Departamento de Estado en el que advierte sobre un incremento de las hectáreas de coca cultivadas en el país andino. El vocero Alex Contreras lamentó que "en la política antidrogas Estados Unidos siempre ha mantenido una posición unilateral, como si la verdad absoluta la tuvieran ellos".