La Jornada Semanal,   domingo 5 de marzo  de 2006        núm. 574
 

Li Ao

La edad del cerdo
(Fragmento)

Cuando estaba en Shanghai, pues soy originario de otra provincia, los locales siempre llamaban "cerdo" a quien provenía de otra provincia. En Taiwán, los locales también llaman cerdo a quien proviene de otra provincia. Años después desarrollaron una raza de "cerdo chino", pues los cerdos también tienen su nacionalidad. Hay una raza de cerdo que se llama "Polonia China"; la crían en Estados Unidos. Este cerdo lleva los nombres de dos países.

La persona que desprecia a los cerdos, como se decía en chino clásico, tiene "mirada de cerdo"; es decir esa persona es como un cerdo. No tanto que sea como un cerdo, sino que tiene cabeza de puerco, una cabeza del período jurásico.* Cuando estoy en Taipei siento que abundan las cabezas de puerco. Parece que vivo en la edad del cerdo. Por eso siento que destripo un cerdo cada vez que escribo un texto o leo un discurso. Este sentido implícito no es extraño; es el resultado de mi desprecio por el mundo y sus costumbres, pero también es resultado de mi cinismo.

Li Ao puede destripar a los cerdos en este período especial y vencer al enemigo, hasta que los mismos diablos se espanten de mí. Para alcanzar estos resultados no basta con el prestigio artístico; también se necesita valor. Hay una pequeña historia sobre el prestigio que he ganado por mi valor. En 1991 falleció el señor Li Huang, cabeza del partido de los jóvenes. Unos años antes de su muerte, Li Ning lo entrevistó y luego me comentó: "Li Ao, eres de temer. Cuando Li Huang te mencionó, le faltó la voz y la expresión de su cara fue de mucho miedo." Me reí a carcajadas.

Cuando estaba en Wenxing, Liu Shaotang fundó la revista Comentarios Literarios. Me pidió que escribiera a Gao Yinzu. Ambos somos paisanos del noreste de China. Gao siempre me trató bien; me llamaba hermano mayor. Le escribí una carta donde le decía: "Has hecho una gran contribución y al mismo tiempo pesa sobre ti una gran culpa. La contribución se encuentra en revelar los aspectos negativos del Partido Nacionalista. La culpa se refiere a que, enlodado como estás, has ayudado al Partido Nacionalista a propagar multitud de falsedades. Y lo que es más terrible: alentaste a que una partida de canallas se separara de China continental y perjudicara al pueblo, para poder estar muy a gusto en tu revista y vivir muchos años"; pensé que iban a vivir veinte años adicionales, porque estaban obligados y porque además de que no les importaba nada, tenían la revista Comentarios Literarios y también el hospital Rong Min. En una ocasión el hermano Liu me contó que Yu Jishi le había dicho: "El encargado de historia en la revista tiene mucho trabajo y agita las manos, pero ¡todo es falso!" Ustedes no saben la verdad y se la diremos a ustedes. Yu Jishi era un estudiante del primer curso de la academia militar de Huangpu. Durante largos años sirvió como jefe de la guardia de Chian Kai-shek. Debe de saber muchos secretos, pero nunca habla con nadie. Pidió verme, por intermedio de Zhou Zhiming, pero no acepté. Me negué porque conozco muy bien la calaña de este tipo de personas: nunca dicen la verdad. Más tarde me escribió una carta, pero le pasó una copia al director de control de información de Taipei. Me di cuenta de lo prudente que era el tipo. Por eso decidí usar mi método para destripar cerdos. Los diez años siguientes cumplí esta gran tarea con "el método de Li Ao".

El método de Li Ao alcanza la verdad mediante la lectura de muchos libros, la comparación de diversos materiales históricos y con el análisis de la cabeza de puerco desde el punto de vista del cerdo mismo. Las razones para utilizar este tipo de extraños métodos se debe a que el Partido Nacionalista es un sinvergüenza. No podemos conocer la verdad mediante los métodos normales. Esto no es culpa de nuestra cabeza; es culpa de la cabeza de puerco. Por eso para conocer el lado oscuro del Partido Nacionalista se necesita el análisis fino, el tratamiento preciso y penetrar en los pensamientos de la cabeza de puerco; es el método más viable. Pude subvertir el pensamiento y la historia del Partido Nacionalista más allá de lo que logró Lei Zhen. El Partido Nacionalista tiene temor de escarbarse el culo porque tiene el culo podrido. El Partido Nacionalista es un carro de excremento. Lei Zhen había escarbado ese culo con gran fuerza, pero yo siempre vuelco el carro de excremento y pruebo que el origen del excremento es el culo podrido. Parece que no escarbo el culo en debida forma, pero el hedor sale completamente. Por ejemplo, sé que si se quiere derrocar al Partido Nacionalista hay que empezar por sus ídolos: Sun Yat-sen, Chiang Kai-shek, Jiang Jingguo y Li Denghui, etcétera. En 1965 escribí el libro Sun Yat-sen y la occidentalización de la medicina en China, pero el Partido Nacionalista lo prohibió. Esto prueba todo. En 1987 preparé Un estudio sobre Sun Yat-sen, donde desarrollé mi método. El mayor triunfo de Sun Yat-sen fue abolir el régimen imperial chino; su mayor fracaso: tratar de hacerse del poder a como diera lugar... Tang Qiming, director de información del municipio de Taipei, a cargo del Partido Nacionalista, me remitió a la autoridad judicial por este libro; pero los tiempos ya habían cambiado. Pude convencer al fiscal y al final nada me ocurrió.

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* En chino, “la edad del cerdo” y “el período jurásico” son frases homófonas: zhu luo ji.

Traducción de Alejandro Pescador