Usted está aquí: miércoles 8 de marzo de 2006 Mundo Tres atentados casi simultáneos en la ciudad india de Benarés dejan al menos 21 muertos

Nueva Delhi puso en alerta al país; la policía culpa a separatistas de Cachemira

Tres atentados casi simultáneos en la ciudad india de Benarés dejan al menos 21 muertos

THE INDEPENDENT, DPA, AFP Y REUTERS

Ampliar la imagen Rescatistas y civiles indios cargan el cuerpo de una de las víctimas fatales del atentado explosivo en la ciudad de Benarés Foto: Reuters

Nueva Delhi, 7 de marzo. La ciudad santa de Benarés, lugar de peregrinaje hindú al norte de India, fue sacudida hoy por una serie de tres explosiones casi simultáneas, una de ellas en un templo repleto de fieles, que provocaron la muerte de por lo menos 21 personas y heridas a 60, en lo que las autoridades atribuyeron a separatistas cachemiros.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, hizo un llamado a "la paz y a la calma" a la población, tras condenar esos atentados por los que convocó una reunión de urgencia de su gobierno, al tiempo que el ministro del Interior, Shivraj Patil, puso en alerta a todos los estados del país.

La primera explosión se produjo en el templo de Sankat Mochan, dedicado a la deidad hindú del mono, Hanuman. El martes es el principal día de oración y los fieles llegan al santuario de todo el mundo.

El fuerte estallido produjo escenas de pánico y una estampida de personas que escaparon del lugar para ponerse a salvo. "Fue una bomba de gran potencia", dijo el jefe de la policía local, Navneet Sikera.

Más tarde, y con diferencia de pocos minutos, se produjo otra explosión en la estación de ferrocarril, a unos 15 kilómetros de distancia, e inmediatamente estalló otra bomba dentro de un tren.

El subadministrador de Benarés, Kamlesh Pathak, confirmó que 10 personas perdieron la vida en el templo y 11 en la estación, de las cuales ocho son mujeres.

La policía encontró al menos otras dos bombas, listas para explotar, una en las escalinatas del río Ganges y la otra en un restaurante ribereño, apuntó Mohammed Hasmi, inspector de policía.

Ningún grupo se responsabilizó de los ataques, aunque la policía del estado de Uttar Pradesh, donde está Benarés, sospecha del grupo paquistaní Lashkar-e-Taiba, que lucha contra el gobierno indio en la disputada provincia de Cachemira.

Ante el temor de posibles episodios de violencia religiosa, las autoridades reforzaron la seguridad en sedes gubernamentales, templos e instalaciones vitales del país, y pusieron en máxima alerta ciudades como Nueva Delhi y Bombay, y Uttar Pradesh.

Patil consideró que estos actos terroristas son un intento de impedir la normal convivencia entre las distintas comunidades de India, y reclamó a las autoridades de varios estados que estén atentos para evitar incidentes derivados de violencia religiosa.

Situada a orillas del río sagrado Ganges, Benarés, que retomó su nombre inicial de Varanasi, es el primer lugar de peregrinación de India y polo de atracción para los numerosos turistas extranjeros.

Los hindúes creen que morir allí, ser incinerado en las orillas del Ganges y que las cenizas se lancen al río, asegura la liberación del ciclo de la reencarnación.

El pasado 29 de octubre un triple atentado golpeó Nueva Delhi provocando 66 muertos. Estos ataques fueron reivindicados por el desconocido Grupo Revolucionario Islámico, que, según la policía india, es afín a Lashkar-e-Taiba.

En coincidencia con estos atentados, un fuerte temblor que duró cerca de un minuto sacudió el estado de Gujarat; no se reportaron daños o víctimas.

 
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