Usted está aquí: viernes 10 de marzo de 2006 Capital Sesión histórica en la ALDF: llegan puntuales y a acuerdos unánimes

Durante tres días, legisladores infantiles debatirán sobre los problemas de la ciudad

Sesión histórica en la ALDF: llegan puntuales y a acuerdos unánimes

"Quiero ser diputado porque ganan mucho dinero... aunque no cumplan", dicen estudiantes

RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO

Ampliar la imagen Sesión en el recinto legislativo de Donceles y Allende, en imagen de archivo Foto: María Meléndrez Parada

La sesión de ayer de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) fue inusual. Por primera vez en esta legislatura los trabajos comenzaron puntualmente, con la asistencia de 66 diputados y sus respectivos suplentes, quienes en un ambiente de cordialidad y respeto discutieron, interactuaron y acordaron varios asuntos al margen de intereses partidistas.

Los oradores que subieron a la máxima tribuna de esta ciudad tuvieron la atención de estos diputados; nadie interpeló o interrumpió el discurso; nadie comió ni habló por celular, y desde sus curules todos opinaron, propusieron lo mejor para la ciudad de México y para el fortalecimiento de la democracia.

Lo único malo es que no fueron los legisladores electos constitucionalmente en 2003, sino los estudiantes de secundarias públicas de esta capital, que serán diputados por tres días dentro del primer Parlamento Infantil, organizado por la ALDF, el Instituto Electoral y la Comisión de Derechos Humanos, ambas del Distrito Federal.

Las curules del recinto de Donceles y Allende fueron ocupadas por niños indígenas, menores que enfrentan alguna discapacidad, estudiantes de buen promedio o niños en situación de riesgo, quienes, al igual que más de mil interesados, enviaron sus proyectos a la ALDF y fueron seleccionados.

Así, por ejemplo, proponen acabar con la drogadicción entre los menores, combatir la violencia intrafamiliar, erradicar el abandono de niños, ayudar a la gente pobre, garantizar educación y salud, y acabar con el trabajo infantil, entre otros temas.

Puntuales como relojitos

Este primer Parlamento Infantil lo integran 132 menores (81 niñas y 51 niños), quienes desde las 8:30 horas comenzaron a llegar a la ALDF para registrarse y ocupar su lugar, algunos en las curules, otros en las corraletas, sin poder ocultaron su nerviosismo y seriedad.

Entre estos pequeños diputados se encuentra Georgina Martínez, una niña invidente de la secundaria 103 de Iztapalapa, quien además es campeona en carrera de 600 metros; ella propone ampliar la producción de libros en Braille, dotar a las escuelas de computadoras parlantes y formar profesores que enseñen el uso del bastón para débiles visuales. A su lado, Diego Ruiz Torres, también de la secundaria 13 e invidente, plantea crear programas de apoyo a los menores de edad con problemas de drogadicción.

Otra diputada es Wendy Castrejón, quien estudia en el Centro de Día, plantel escolar del DIF-DF donde se apoya a niños en situación de riesgo. Aspira a ser legisladora para algún día desterrar lo que hasta ahora ha sufrido: la desintegración familiar.

En punto de las 10 de la mañana, Gabriela González, diputada del PAN y principal organizadora de este acto, hizo la inauguración formal. Luego se escucharon los discursos de Carlos Reyes Gámiz, presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF; del ombudsman capitalino, Emilio Alvarez Icaza; de Enrique Provencio, secretario de Desarrollo Social; de Yolanda Colunga, consejera del IEDF, y del director de Secundarias Técnicas de la Secretaría de Educación Pública, Jorge Badillo.

Después vino lo mejor. El grupo de ocho integrantes de la Ludoteca Cívica Infantil (LUCI), del IEDF, encabezado por Olaf Rico y Jorge Gustavo García, llegó a romper el hielo, a acabar con las caras largas, y con dinámicas grupales y juegos hizo que los 132 diputados hablaran, opinaran sobre la importancia de los valores de la democracia, la tolerancia, la igualdad, la legalidad, la responsabilidad y la justicia.

Fue la sesión de integración entre estos diputados, en la que nadie se ausentó del recinto, nadie alegó trabajos partidistas y, por el contrario, todos expusieron abiertamente sus puntos de vista.

Los diputados locales como el ombudsman capitalino ya los habían emplazado: "siéntanse en total libertad, digan lo que les dé la gana; para eso estamos, para escucharlos, y no se limiten".

Ante tal exhorto, varios no dudaron en manifestar que quisieran ser diputados, "porque ganan mucho dinero... aunque luego no cumplan lo que prometen".

En el segundo día de actividades, los 132 pequeños diputados comenzarán a discutir y acordar sus iniciativas, las cuales podrían ser retomadas para incorporarse al próximo periodo ordinario de sesiones de la ALDF, que empieza la próxima semana.

 
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