Usted está aquí: viernes 10 de marzo de 2006 Economía Slim Helú subió al tercer puesto entre los más ricos del mundo

Son monopolios estatales los que restan competitividad, revira a Guillermo Ortiz

Slim Helú subió al tercer puesto entre los más ricos del mundo

Gana 17 mdd diarios; aumentó su fortuna en 6 mil 200 mdd en 2005; acumula 30 mil mdd

ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y DAVID BROOKS

Ampliar la imagen Carlos Slim Helú en foto de archivo Foto: Ap

Ampliar la imagen ** HOLD FOR RELEASE AT 6:30 P.M. EDT -- FILE ** Topping the Forbes list of 400 Richest Americans are Bill Gates, top left, in the first position; Warren Buffett, top center, in the second spot, Paul Allen, top right, in sixth position, Lakshmi Mittal, bottom left, in the fifth position; Prince Alwaleed, bottom center, in the eighth position, and Ingvar Kamprad in the fourth spot. (AP Photo/ PHOTO OF KAMPRAD BY PRESSENS BILD, FILES)

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A un ritmo de 17 millones de dólares diarios, incluidos sábados, domingos y feriados, el magnate mexicano Carlos Slim Helú aumentó su fortuna personal en 6 mil 200 millones de dólares el año pasado, hasta alcanzar 30 mil millones de dólares y convertirse en el tercer hombre más rico del mundo.

Slim Helú, principal accionista de las empresas que controlan casi en su totalidad los servicios de telefonía fija, móvil e Internet en México, subió en el último año del cuarto al tercer lugar en la lista de multimillonarios elaborada anualmente por la revista Forbes. Los 10 mexicanos incluidos en el listado, los mismos que en 2004, acumulan una riqueza de 50 mil 800 millones de dólares, un incremento anual de 19.5 por ciento, variación 5.5 veces superior al del crecimiento de la economía del país en ese periodo.

Como ocurre desde hace 12 años, el primer lugar del club de personas que en el mundo tienen una fortuna de por lo menos mil millones de dólares, cuya membresía en 2005 se amplió a 794 individuos, corresponde a William Gates, presidente de Microsoft, con 50 mil millones de dólares. En el segundo sitio está Warren Buffet, un gurú de Wall Street que maneja fondos de inversión, con 42 mil millones.

Las cifras reveladas este jueves por la revista estadunidense muestran que los últimos cinco años han sido más que redituables para el empresario Carlos Slim Helú. Desde 2000 y hasta 2005, el principal accionista de Teléfonos de México, América Móvil y Grupo Carso, entre otras, prácticamente multiplicó por cuatro su fortuna. Lo que había acumulado hasta 2000 es casi lo que ganó en el último año.

Según los listados de Forbes, Slim Helú acumulaba en 2000 una fortuna de 7 mil 900 millones de dólares, que en 2005 creció a 30 mil millones de dólares, lo que representó un avance en el periodo de 279 por ciento.

''El hombre más rico de América Latina añadió más de 6 mil millones de dólares a su fortuna en 2005'', mencionó Forbes. ''Vendió sus intereses en MCI y Altria y utilizó los beneficios a reforzar su propiedad en el holding Saks Inc y a fortalecer Teléfonos de México y América Móvil, su línea bandera de las telecomunicaciones''.

Forbes aseguró que fortalecer América Móvil fue una ''medida particularmente inteligente, dado que el valor de mercado de esa empresa prácticamente se duplicó el último año''.

Slim también posee 71 por ciento del capital de una nueva compañía, Impulsora del Desarrollo Económico de América Latina (IDEAL), que busca negocios en la construcción de infraestructura, cuyas actividades son apoyadas en la parte financiera por otra de sus empresas, Grupo Financiero Inbursa. Este último también ha invertido en una línea aérea, llamada Vuela, dice la publicación.

Los 6 mil 200 millones de dólares en que Carlos Slim Helú aumentó su fortuna en 2005 equivalen a 1.3 veces el monto de las ganancias logradas por el conjunto de bancos que operan en el país, que durante ese periodo sumaron 4 mil 485 millones de dólares.

En el listado de 2004, el tercer lugar entre los multimillonarios del mundo era ocupado por Lakshmi Mittal, el empresario indio residente en Gran Bretaña, que controla la producción mundial de acero a través de su compañía Mittal Steel y quien el mes pasado lanzó una oferta para comprar en 22 mil 100 millones de dólares a Arcelor, una firma con participación de varios países europeos.

El grupo de los 10

Después del magnate de las telecomunicaciones, el grupo de mexicanos en la lista de multimillonarios de Forbes tiene otros nueve integrantes.

Está Jerónimo Arango, socio de Wal Mart y dedicado a labores de filantropía, con 4 mil 600 millones de dólares, 700 millones más que en 2004.

Siguen Ricardo Salinas Pliego y familia, propietarios de Televisión Azteca, Elektra, Banco Azteca, Iusacel y Unefón, con 3 mil 100 millones de dólares, un incremento de 500 millones en comparación con 2004. Alberto Bailleres, propietario del Grupo Bal y El Palacio de Hierro, cerró 2005 con una fortuna de 2 mil 800 millones de dólares, 100 millones más que en el ejercicio previo.

Luego se encuentra María Asunción Aramburuzabala, accionista del Grupo Modelo e integrante del consejo de administración de Televisa. Junto con su familia detentaba en 2005 una fortuna de 2 mil millones de dólares, 200 millones más que en 2004.

En el sexto lugar del listado de 2005 se sitúa Roberto Hernández Ramírez, ex accionista de Banamex y actual directivo en ese grupo financiero, también con 2 mil millones de dólares, similar cantidad a la del año previo.

El presidente de Cemex, Lorenzo Zambrano y familia tienen, según Forbes, una fortuna de mil 800 millones de dólares, 400 millones de dólares menos que en 2004. Emilio Azcárraga Jean, en cambio, la incrementó en 600 millones de un año a otro hasta situarla en mil 700 millones de dólares.

Alfredo Harp Helú, también ex accionista de Banamex cuando esa institución era mexicana, tiene una fortuna personal de mil 400 millones de dólares, 200 millones menos que en 2004. El listado de los mexicanos lo cierra Isaac Saba Raffoul y familia, con mil 400 millones de dólares, 200 millones más que en el año precedente

VICTOR CARDOSO

Carlos Slim Helú le reviró a Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México: ''son los monopolios estatales, porque del privado no conozco ninguno, los que restan productividad y competitividad al país''.

Sus deudas y los altos precios de sus productos y servicios, agregó, detienen el avance más rápido de la economía y la competencia de las empresas, y puso de ejemplo las tarifas de electricidad, que en los últimos años se han encarecido 225 por ciento, cuando Telmex (Teléfonos de México), por ejemplo, no ha subido sus tarifas.

Dijo que para financiar el desarrollo y elevar la competitividad mediante fuertes inversiones en infraestructura y educación, se requiere reducir el déficit comercial y frenar la importación de bienes de consumo, utilizando los grandes ingresos por venta de petróleo, remesas, turismo e inversión extranjera.

El empresario, que ayer fue clasificado por la revista Forbes como el tercero más rico del mundo, participó en el foro México 2006-2012. Agenda para promover la competitividad del país, organizado por la Cámara de Diputados. Allí, el miércoles Ortiz Martínez había denunciado que grupos e industrias dominantes ejercen presión para frenar cambios que aumenten la capacidad de competencia del país.

En el mismo foro, Slim Helú respondió ayer: ''Guillermo Ortiz fue secretario de Comunicaciones, secretario de Hacienda, ponía los precios. Ahora no habló de los bancos; entonces, ya que salen de una responsabilidad, ya hablan de lo que se debió haber corregido''.

Luego de esa aclaración, el magnate reviró la polémica en torno a la dominancia de Teléfonos de México. ''Siempre echan a Telmex como el problema, pero (es) para esconder muchas de las cosas de los monopolios estatales''. Añadió que son las empresas del Estado las que han elevado sus precios sustancialmente, y explicó: ''tenemos un ascenso enorme en los precios de los servicios públicos porque la Secretaría de Hacienda, para tener un presupuesto más holgado y recaudar más, aumenta los precios de estos servicios y bienes, quitándonos gran competitividad''.

Al respecto resaltó que los precios de los bienes y servicios públicos deben ser adecuados para poder competir; hay que regular, por ejemplo, a los bancos cuyas tarifas son el doble de lo que cobran en sus países.

''La competencia es función de la productividad, la inversión, el capital humano, el clima nacional económico y sociopolítico. Sabemos, por ejemplo, que los costos de los servicios bancarios están muy por encima en relación con los países con que competimos, que además son los dueños de las empresas de la banca nacional; los servicios bancarios quizás estén al doble de lo que cuestan en sus países. Esas cosas son las que hay que regular, sea uno o 10 bancos'', indicó.

Acusó a la Secretaría de Hacienda y el Banco de México de ser los responsables de que México viva en un ''estancamiento estabilizador''. La primera, porque sólo impulsa y mantiene una política fiscal recaudatoria, y el segundo, porque con su única obligación, que es contener la inflación, aplica políticas monetarias restrictivas e influye para que las fiscales sean restrictivas; revalúa el tipo de cambio, ''dicen que es un ancla a la inflación, como si fuéramos una lancha''; impulsa la apertura comercial, sobre todo bienes de consumo sin discriminación, que rebasan a los bienes de capital, al grado que de 1987 a 2005 estas importaciones son 40 veces superiores.

''Por supuesto que para financiar estos excesos, los déficit comercial y en cuenta corriente, a pesar de los ingresos petroleros enormes, de 32 mil millones por ventas petroleras, a pesar de los 20 mil millones de remesas, de los 12 mil millones de turismo, y de los 65 mil millones de superávit con Estados Unidos, tenemos déficit en cuenta corriente. Entonces al forzarnos a tener enormes flujos de ahorro externo, con Pidiregas (deuda por proyectos de inversión e infraestructura productiva con impacto diferido en el gasto, utilizados principalmente por Pemex y CFE), vendiendo activos o empresas, muchas veces a cambio de importaciones, no estamos resolviendo las cosas de la mejor forma'', dijo Slim Helú.

Afirmó que la actual política económica es insostenible a largo plazo, porque ''sacrifica la economía real y se privilegia la financiera''. Recordó que en el pasado, cuando se impulsó el esquema seguido por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, el país tenía la mala experiencia de una alta inflación ''y como dicen: el que se quema con leche, hasta al jocoque le sopla''. Actualmente, sostuvo, el país se encuentra con una limitación y restricción ''brutal'' a la competencia y al empleo.

Un cambio no es difícil, afirmó, porque las cosas que hay que cambiar pueden hacerse en el corto plazo, simplemente con decisiones de política económica, por razones no de ideología sino económicas, financieras, de eficacia; en algunos casos con cambios jurídicos y, sin duda, es el Legislativo el que tiene la palabra en ese sentido.

Slim enumeró las cosas a cambiar lo más pronto posible: autonomía de gestión a las empresas estatales; transparencia en el manejo de subsidios; política de bajos precios de bienes y servicios públicos, y desregulación.

 
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