Usted está aquí: viernes 10 de marzo de 2006 Estados Periodista asesinado en La Piedad, Michoacán

El homicida lo esperaba en una parada de autobús y le disparó, dicen testigos

Periodista asesinado en La Piedad, Michoacán

ERNESTO MARTINEZ Y ANDRES T. MORALES CORRESPONSALES

El corresponsal gráfico del diario La Voz de Michoacán en La Piedad, Jaime Arturo Olvera Bravo, de 39 años, fue asesinado de un disparo por un sujeto que huyó en una camioneta Suburban color dorado, informaron fuentes oficiales de la Procuraduría General de Justicia estatal.

El homicidio ocurrió este jueves a las 7 de la mañana cuando Olvera Bravo, acompañado de su hijo Leonardo Olvera, de cinco años, esperaban en una esquina abordar un autobús. Según testigos de los hechos, en ese momento se acercó un tipo que vestía pantalón de mezclilla, chamarra y gorra negras, quien sacó una pistola y disparó en contra del comunicador.

Añadieron que el sujeto esperó al periodista durante 15 minutos, y que incluso tenía lista, a unos metros, la camioneta con placas del estado de Jalisco en la que huyó.

Sigue impune el asesinato de Raúl Gibb

A once meses del homicidio de Raúl Gibb Guerrero, director del periódico La Opinión de Poza Rica, Veracruz, la Procuraduría General de la República (PGR) reconoció que los autores materiales e intelectuales del asesinato no han sido capturados, y aún esperan la extradición de Martín Rojas López, El zar de los chupaductos, uno de los principales sospechosos del crimen, detenido en Estados Unidos.

El delegado de la PGR en Veracruz, Manuel Guevara Ortiz, recordó que también se busca a Brian Gibb, sobrino del periodista y considerado posible autor material del atentado. Brian aparentemente huyó de México.

El próximo 8 de abril se cumplirá un año de que Gibb Guerrero, director general y propietario de La Opinión de Poza Rica, fue victimado a balazos cuando viajaba por la carretera Poza Rica-Papantla hacia su domicilio.

A pesar de que la PGR atrajo las investigaciones, al momento no hay detenidos, "aunque sí avances importantes", aseguró Guevara Ortiz.

Rechazó acusaciones de la familia Gibb Guerrero, presentadas en editoriales de La Opinión, en los que se atribuyó a la dependencia falta de interés en el caso, dilación y afán de mantenerlo estancado.

"No tenemos por qué dar información a los familiares. Ellos deben confiar en nosotros y también deben ayudarnos en confiar", afirmó Guevara Ortiz.

El delegado de la PGR admitió que los dos principales sospechosos de ser autores intelectuales del asesinato se encuentran en el extranjero, "y mientras no puedan ser interrogados la investigación permanece empantanada". Uno de ellos, el empresario Martín Rojas, El zar de los chupaductos, fue detenido en julio de 2005 en Houston, Texas, donde permanece encarcelado.

 
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